EL SILENCIO DE MARÍA

María ejerce un papel de ser protagonista, allá donde vaya tiene que ser el centro de atención.

Lo consigue hablando mucho, casi en exceso y su ropa es para no pasar desapercibida, utiliza gafas, en algún momento quiso ponerse lentillas pero no las aguanto.

Su persona no pasa desapercibida, ni para bien ni para mal. A algunos resulta graciosa, mientras a otros es representada como la pesada de turno que dificulta la fluidez de la vida.

De esta manera, ella, se encuentra a gusto en la vida que lleva. Confirma tener muchos amigos, pero no sabe el limite entre conocidos y amigos, desviando la balanza hacía la amistad, en su valoración personal.

Es la clásica persona que representa el papel de novia en la boda, muerta en el entierro. Aprovecha cualquier situación para ser el papel principal en cualquier suceso en la vida.

María toma el autobús que le lleva a un pueblo que no conoce y después de poner la cabeza como un bombo al pasajero de al lado. Va en busca de alojamiento para pasar el fin de semana. Pero coincide que por ser puente, muchos han tomado la misma decisión y esta todo completo. Pero la dicen que en un monasterio puede haber alguna vacante. No duda en ir al lugar apuntado. Y en efecto queda una celda, denominación monástica, con baño compartido para toda la planta.

La primera recomendación es bajar el tono de voz. Acomoda su bolsa de viaje en la silla, no hay armario. Solo un crucifijo y una mesilla. Con un par de toallas. Toma una ducha y baja al comedor, todo esta en silencio. Su entrada es estrepitosa saludando a todo el mundo, como si les conociera de siempre, pero las caras están serias.

Un monje indica es un retiro de silencio