jueves, 9 de mayo de 2019

LA MESA DE MARMOL




El café estaba lleno, al ser un viernes por la noche, al fondo queda una mesita libre. La pareja fue hacía allí. No tienen relación sentimental pero hoy quedaron para hablar. El ruido acompañaba poco para el dialogo, se pusieron frente a frente con una mesa de mármol de por medio. Callados esperaron la llegada del camarero para pedir un par de cervezas. Juan intento decirle lo desagradable del acumulo de voces pero callo. En un momento sus ojos se encontraron y quedaron fijos en los de ella.
El ruido desaparece, bajo la mesita las manos se encuentran y un movimiento de piernas encuentran autorización bajo el telón de la mesa. La temperatura sube la presión las manos comienzan a sudar, mientras un enrojecimiento empieza a aparecer en las piernas de Marga.
Ni siquiera observan la llegada del camarero.
Buenas noches, que van a tomar”
Dos cervezas, por favor”.
La magia se rompe el sonido vuelve a llenar sus oídos, todo el mundo se tiene que comunicar a voces y risas nerviosas ocupan un espacio relacionado con la toma de alcohol.
Y si nos vamos”
ya hemos pedido”
Voy a la barra y lo anulo”
Pero el camarero estaba de vuelta con las consumiciones. Me cobra, por favor.
El liquido trataba de enfriar la situación. La demora sirvió para ansiar el deseo de estar juntos.
La vuelta de la consumición llego en un platillo metálico. Se levantaron de la mesa cómplice pero la salida del café, no fue igual que la entrada, unas manos entrelazadas eran la diferencia. Aun, al alcanzar la calle, se oía el bullicio interior del local.
Una sonrisa fue suficiente para lograr la complicidad de Juan y Marga. Una sirena de una ambulancia paso con la premura de luces y sirena encendida.