lunes, 30 de mayo de 2016

EL PARTIDO DE FUTBOL




Juan sale a la calle como un espectador, que quiere ver el comportamiento de otras personas ante determinados hechos. No encuentra el sentido, en si, de la celebración, como ante un acto deportivo. La gente se siente alienado hacía uno de los participantes, para ello se colocan camisetas afines a su equipo, se sienten parte del mismo. Sobre todo de sus victorias, si se habla de las derrotas la culpa siempre sera de otros. Por ello necesitan estar en un grupo y cuanto más numeroso sea, mejor. Camisetas, banderas, cualquier signo identificador con el equipo, es suficiente para encontrarse grandes, un reloj, el himno de llamada puesto en el teléfono móvil, sera suficiente para ser parte del grupo, contra más personas se unan a él, mejor, así tendremos la seguridad de haber elegido bien.
Si lo extrapolamos a la política, también ocurre el mismo efecto y que mejor que si es a la marca de tabaco, de alcohol y cualquier cosa que nos acerque a otros, aunque sea en el consumo.
Al cruzarse con grupos que no son afines, intentan poner su cara de descontento, la molestia de tenerles cerca. Son personas con las que no compartes, olvidándose que ingieren el mismo agua, respiran el mismo aire y hasta comen las mismas cosas, aunque sea de forma diferente.
Juan es consciente de todo esto, quiere conocer el lado divertido o el de la sinrazón, del comportamiento humano. En su principio de encontrar lo que te diferencia con las demás personas.

El aislamiento es cada vez mayor y sin embargo seguimos levantando paredes, Juan así lo siente, pero no logra encontrar la razón última de este comportamiento, tan aislante e individualista, en un hombre que necesita de la sociedad para poder vivir. Desde abrir el grifo de agua hasta poder comer.

jueves, 26 de mayo de 2016

LA RESIDENCÍA






Juan llega a los ochenta años, no se puede ocupar nadie de él, así que opta por ir a una residencia.
Juan tiene una cabeza lucida, comparada con los deterioros entre sus compañeros. Le enseñan la habitación y las instalaciones. Haciéndole ver, en la gran familia, que se juntaba en ese edificio, rodeado de jardín. Palabras amables que se llenan de contradicciones no verbales, a las que es muy aficionado a descubrir. Le enseñan el gimnasio, demasiado nuevo para utilizarse a diario y la parte médica, que tanta seguridad ofrece…
Le enseñan el comedor y la sala de los televisores con amplios sofás, para dormitar. Un olor característico, intentando ser disimulado por continuas aplicaciones de aerosoles, queriéndolo eliminar. Pero es tan resistente que sigue apareciendo. Juan compra unas varas de incienso para combatirlo, creando un micro espacio en su pequeña habitación, en la que no cabe nada más que un armario empotrado, una pequeña mesa una silla.  Un plato de ducha minúsculo y una taza de wáter junto a otro lavabo del mismo tamaño. Así consiguieron sacar doce habitaciones en cinco plantas más la principal y la sótano donde se alojaban las instalaciones comunes. Sesenta personas conviven hasta el fallecimiento de alguna de ellas, cosa que ocurre con demasiada frecuencia. Por ello es un edificio puente entre la vida y la muerte, el negocio está asegurado ante la gran demanda de personas que deben ser atendidas. Un buen numero de trabajadores se dan cita en tres turnos de ocho horas. Salvo el jardinero y el de mantenimiento que trabajan de ocho a cinco.
Juan se encarga de comprar flores todas las semanas y una vela siempre se queda encendida mientras él se encuentra en ella. Como hace buen tiempo sale mucho fuera pero una fractura de cadera le mantiene fijo.

miércoles, 25 de mayo de 2016

LA TORMENTA DE GRANIZO




A pesar de que todo está perdido, las inclemencias atmosféricas han arruinado el proyecto agrícola, la ilusión de los tres jóvenes agricultores. Habían conseguido los canales de distribución de la cosecha no recogida, pero si planificada. La tormenta de pedrisco ha dejado las plantas perforadas, ha siso como un jarro de agua fría en un día de invierno.
Se reúnen los tres para ver el destrozo y observan que solo una docena de plantas llegaran a término, comparadas con las dos hectáreas, se resume en desastre total.
La inversión no ha sido muy grande pero si el trabajo desarrollado. Han puesto en experiencia un cultivo que no se da por esas tierras. Investigaron por varios sitios la viabilidad del mismo y vieron que era posible. Así que se pusieron en marcha.
Al ser tres personas hubieron muchas diferencias pero su objetivo era claro, sacar su idea a flote y así fueron venciendo resistencias hasta ver que estás se solventaban, sin demasiados problemas.
Ahora han llegado los imprevistos, como esta tormenta. Y lejos de desmoralizarse, por otro lado tenían un seguro que respaldaba una parte. Se dieron cuenta que su esfuerzo era seguir el desarrollo de esas plantas que habían sobrevivido. Serán las que les enseñen la adaptación al lugar de cultivo.

Creían que había que sacar el aprendizaje de la experiencia con esos seres vivos y fue su banco de experimentación. Ellos eran neófitos en el aspecto rural y todo lo habían calculado a base de números, mesa y ordenador. Les faltaba el aspecto práctico, del que se fueron asesorando antes de la plantación. El resto de agricultores les miraban por encima del hombro pues consideraban que lo mejor era el cultivo de cereal que siempre se había dado en la zona, pero esperaban resultados para iniciar el nuevo camino.

martes, 24 de mayo de 2016

LA BATIDORA DE JUAN




Mientras pasa entre las diferentes tiendas, Juan busca en cual puede encontrar una pieza para su batidora descompuesta. No sabe dónde buscar, pero lo más seguro, es que lo encuentre en una ferretería. Y que sea lo suficiente grande como para encontrar piezas de repuesto. Se dirige a la cercana con la misma, enfundada en una bolsa de plástico.
Saluda fijando la mirada en el dependiente recién reincorporado a su puesto de trabajo. Por ello remolonea entre los objetos puestos en un banco de madera, sin prestar atención al cliente. Tras el saludo contesta pero sigue su actividad, como queriendo indicar su mucho trabajo, aunque no existan clientes.
Por fin se encara al recién llegado y le contesta tres ml euros”, como idea de romper la frialdad de la mañana. Con pocas ganas contesta el trabajador “eso queremos todos. Por fin Juan saca la batidora y le muestra la pieza que debe de cambiar. “huy este modelo es muy antiguo tiene siete años. Juan piensa (entonces yo con mis cuarenta y siete años, soy una pieza de museo).
Va a la trastienda en busca de algo pero vuelve con un catálogo donde lleva las piezas de los diferentes modelos y le muestra que la empresa de la marca que trae, la absorbió una empresa china y los recambios puede que estén en alguna ferretería de las de toda la vida. Además casi no le va a merecer la pena buscarla. Compre una nueva y habrá solucionado su problema.

Juan sale de la tienda reflexionando que las cosas se solucionan no reparando o cambiando una pieza sino desprenderse de ella y adquirir una nueva. Hasta qué punto eludimos dar sentido a lo que tenemos. Piensa Juan. Todo se convierte en un usar y tirar. No solucionamos las cosas, simplemente las cambiamos.

lunes, 23 de mayo de 2016

EL CARRITO DE LA NIÑA




Una niña caribeña, va con su madre, camino del colegio. En su camino se encuentra un carro de la compra, con solo la estructura sin la bolsa que justifica su función. Como el mejor de los juguetes lo toma de la mano y lo va arrastrando, figurando que lleva un cochecito donde lleva al hermanito o a su muñeco preferido. Su madre se da cuenta pero no la corrige y la deja llevárselo. Total cuando llegue al colegio tendrá que dejarlo.
Su piel morena luce ante el tímido sol matinal. Va llevando un dialogo en el que representa su actuación.
Su madre observa que siempre va reticente a la escuela, pero hoy no. Va unos pasos retrasada pero va escuchando a su pequeña.
Al llegar a la puerta de la escuela, su madre le indica que deje el carrito junto a la papelera. La chica le insiste con ojos llorosos que se lo quiere llevar consigo. Le explica que en clase no dejan llevar juguetes y ella va al trabajo, tampoco puede ir con ella. De una manera ágil, le dice que hablara con el portero para que se lo guarde hasta la salida. La madre la deja, sabiendo que la respuesta será negativa.
La niña habla con el ordenanza y acepta, ante los argumentos de la chiquilla. Manda un beso a su madre en un gesto con la mano y se dirige donde están sus compañeros.
A la salida, lo primero es buscar su juguete, que le entrega el portero. Asido del carrito busca a su madre, que observa como hoy volverán tres a su casa, la pequeña, ella y la acción de su hija. Que sigue donde dejó su último dialogo. Observa la cara de su hija y es incapaz de pedirle que lo deje, así lo sube

viernes, 20 de mayo de 2016

EL TRABAJO DE ANA




Ana sale de su oficina, tan frustrada como siempre. No realiza el trabajo que le gusta y menos como la dirigen. Con lo cual su carácter se va volviendo más agrio.
Desde las ocho de la mañana hasta las cinco ocupa su jornada laboral, solamente roto por las dos horas de comida, curiosamente come en el comedor habilitado, lo cual la obliga a estar muchas horas viviendo una situación, sentida como hostil.
Algún día, tras la comida, sale a dar un paseo por las inmediaciones y suele ir a un parque cercano, donde los árboles permiten una rotura del espacio que lo rodea. Un estanque, con su fuente, da el sonido que junto a los pájaros, intenta competir con el rugido de motores y las estridentes bocinas.
Ana se refugia allí y se suele sentar en un banco frente al agua. Hoy ha hecho lo mismo, pero hoy una mujer se ha sentado junto a ella. Saluda con un “buenas tardes” que es correspondido.
Me llamo Luisa, como tú vengo casi todas las tardes, a esta hora y te observo triste. Es verdad, la vida que llevo no me satisface, me llamo Ana.
Me imagino que trabajas por aquí, como yo.
Si en aquella calle, y aprovecho mi tiempo de comida para venir aquí.
Se que tendrás problemas personales pero no puedes hundirte.
Ya pero el trabajo no me satisface, me encuentro presionada en el mismo. Paso casi todo mi tiempo en esa oficina, ¿como quieres que me encuentre?
A pesar de todo, lo importante es como sientas tú las cosas. Siempre existen dos maneras de verlas. Pero como sientes, no es la correcta, toca intentar nuevas formas.

Empieza a sentir, que nadie es tu enemigo sino tu compañero de viaje, empieza por ahí y me cuentas mañana, tu experiencia.

jueves, 19 de mayo de 2016

JUAN Y LA POLITICA




Juan decide introducirse en la política, como siempre, un interés social avalaba su decisión. Las personas necesitan defenderse de las injusticias producidos por otras personas y la mejor manera es meterte en los círculos de poder, ahí está la política. Donde se deciden tantas cosas por el bien común.
Esa necesidad filantrópica, por ayudar a los demás, calma sus necesidades propias.
Lo primero es afiliarse al partido elegido, cosa que sucede sin gran problema, “contra más seamos, mejores formas de conseguir las cosas” con este dictado. Comienza a asistir a las reuniones de partido.
En estás comienza a ver que a todos les mueve el mismo escudo, pero bajo él comienza a ver los intereses particulares, que todos hacen movimientos para estar cercanos al poder, se llame secretaria o órgano de decisión.
Emplea todo su tiempo libre en colaborar con las acciones de su opción social.
Deja de tener relación con sus amigos porque ahora su tiempo necesita tener otros amigos con un objetivo similar. Pero va descubriendo que la bandera común es diferente, en la interpretación de todas las personas que lo componen. Comienza a ver los intereses particulares y por ello comienza a alejarse de los que no piensan como él, comienza a granjearse “enemigos”, ya pasa de nuevos amigos a encontrar los que representan todo lo contrario.
El idealismo de mejorar la sociedad, comienza a diluirse y solo une unos discursos repetidos una y otra vez, que se convierten en un dogma y son los principios del sostenimiento del partido.
No se renuncia al lujo, “ellos están trabajando por el bien de la sociedad” por ello deben ser recompensados de alguna manera.

Juan comienza a sentir esto en sus carnes hasta que entra en contradicción de sus principios. Antes de que esto ocurra decide salir del enjambre.

miércoles, 18 de mayo de 2016

LA LIMPIEZA




Juan se pasa toda la mañana haciendo la limpieza de toda la casa. Remueve todos los muebles para limpiar las pequeñas partículas de polvo, almacenadas, desde la última vez que lo realizo, hace seis meses.
La cocina es la siguiente etapa, donde se vacían armarios y se pasan las bayetas húmedas para devolver el estado primitivo a las superficies receptoras, de utensilios. Los azulejos también son recibidos. El sudor comienza a aparecer en su frente, que es retirado con la ayuda del antebrazo.
El tiempo va pasando, ahora es el momento del cuarto de baño. Subidas y bajadas de rodillas, con el trapo cambiando de mano, para no ejercer la misma tensión. Y por fin, llega fregar el suelo.
Derrotado tira el agua del cubo y toma una cerveza para sentarse en el sillón y contemplar el resultado de su trabajo. Antes ha abierto todas las ventanas par cambiar el aire y favoreces el secado del suelo.
Un sopor le entra, tras el ejercicio realizado y entorna los ojos par que entre el espacio onírico. La música sigue sonando.
Juan siente el placer de la tarea realizada y no tiene prisa en salir de ese entorno, pero un ruido grande hace que sus ojos se abran bruscamente y comprueben como una nube de polvo empieza a entrar por las ventanas, precediendo a la tormenta. Como un resorte se dispone a cerrar todas las ventanas, pero ya es tarde, la nube con polvo del desierto a encontrado acomodo en la casa de Juan. Comprueba como la capa marrón se ha adueñado de los espacios antes limpiados.
Siente una rabia en su interior, pero ya sabe que la tarde toca emprender la nueva tarea.
La lluvia ha dejado un pequeño frescor en el ambiente.

Ahora se vuelve a limpiar y ventanas cerradas.

martes, 17 de mayo de 2016

LOS PERROS




Es normal ver a grupo de personas que se reúnen en los diferentes parques con sus perros que organizan diálogos sobre los mismos.
Les une un mismo espíritu, el amor hacía ellos. Curiosamente todos saben sobre psicología canina y sus hábitos, además de ser los mejores amaestradores y conocedores de sus mascotas. Los hay de dos características, como suelen sacar dos veces al día, pues se reúnen conforme a sus hábitos laborales o familiares. Suelen ser los mismos encargados a sacarles a hacer sus necesidades y a que ejerciten, sus entumidos músculos, en los reducidos pisos.
El can solo tiene la opción de tumbarse y no deambular por la casa, “la pone llena de pelos”. Por ello parece estar dormitando todo el día. Con ello se lleva el reproche de menuda vida que te pegas.
El régimen carcelario se compensa con la suelta del collar unido a la correa, , al llegar a la zona verde.
Curioso que se crea que se quieren a los animales cuando se les somete a un régimen carcelario.
El tener este animal contigo, representa el poder caminar, al menos dos veces al día y gozar del afecto, de que a pesar del trato, sigue teniendo un efecto de agradecimiento por darle su ración de agua y comida diariamente, más la visita a un veterinario, “muy cariñoso con los animales”.
Cada vez se van juntando un numero mayor de personas, con una gran necesidad de comunicarse, aunque el inicio sea siempre monotemático.
Los ladridos suelen romper los diálogos y los comentarios “da gusto verles correr”, sin reflexionar sobre el espacio que viven a diario.
En verano las jornadas se amplían a la necesidad de buscar el frescor de los árboles y plantas, pero siempre, por un interés personal.

La mirada del perro siempre es ambigua. 

lunes, 16 de mayo de 2016

LA CEJA ROTA




Una vez más, se levanta de su silla y va a recoger, los platos y vasos de la mesa de comida. El resto de comensales, se entretiene cogiendo el teléfono y escribiendo mensajes de lectura automática.
Juan se encuentra, hoy cansado. Pero antepone su reposo a su obligación, por supuesto creada por él mismo.
Ninguno de sus hijos se levanta a ayudarle o a iniciar el lavado de los utensilios, Según se dirige a la cocina tropieza con la silla y el ruido, producido por la rotura del menaje, Juan se da contra el borde del armario y como consecuencia comienza a sangrar de la ceja. Ya por fin abandonan las tareas de su medio de comunicación y se levantan para ayudar al caído. Mientras unos recogen los rotos, dos se ocupan de llevarle al baño para empezar la limpieza de las heridas.
Juan no puede evitar la cara de cansado, con una cara llena de sangre. Tras contener la hemorragia. Juan decide tomar una ducha para quitar los restos de sangre coagulada. Al sentir los chorros de agua cayendo sobre su cuerpo, siente una liberación, de un peso que se cae. El vapor del agua termina de aportarle la temperatura necesaria, para encontrarse bien.
Va hacía su sillón y sigue con su fase relajatoria, toma el libro que ni comienza a leer, pues sus ojos se entornan para buscar el descanso. Los comensales ya se fueron en busca de sus obligaciones, a pesar de ser festivo, que cada uno ha contraído. Cuando un reloj indica la hora en punto, observa, las diez. Busca de nuevo el baño para dar paso a su habitación, donde seguirá con su recuperación física.

Hoy no preparara cena, mañana tampoco hara la comida. Algo ha cambiado en él, Será la herida o el cansancio.

viernes, 13 de mayo de 2016

EL TALLER DE MADERA DE JUAN




El día se abre gris, el gris de los otoños o el de las primaveras, que anteceden a los cambios. A esos que preceden al calor o al frió.
Juan ha dejado sus sabanas hace una hora y esta camino de su taller, no esta lejos de su casa. Es un bajo con iluminación natural, procedente de un patio con un jardín, lo que le hace olvidar que esta rodeado de edificios.
Tiene cuarenta metros suficientes para almacenar, un servicio con plato de ducha y un pequeño espacio para cocina. Un sofá que hace las veces de cama, cuando el cansancio le vence o de refugio.
Se dedica a esculpir y modelar creaciones que endurece en su horno. Pero lo que más le gusta es el trabajo con la madera, donde con gubias y formones consigue sacar los relieves que expresen lo que quiere enseñar. Por ello el polvo, es uno de los dominantes de la estancia. Sus limas y lijas, son los responsables del mismo. Un torno, es el otro ayudante que le facilita el mismo grosor en las piezas.
Las herramientas se acumulan en un banco de madera junto al ventanal que ilumina la estancia.
Tiene que ser respetuoso con los ruidos pues ya ha tenido varias llamadas de atención por parte de vecinos que no soportan los mismos.
En realidad lo que no se soporta es que sea un espíritu libre, existe una especie de celos por el que consigue lo que quiere sin el trabajo rutinario, al que están abocados todos ellos, el carácter bohemio, le da un aspecto de loco, precisamente por salirse de la normalidad. De sus manos salen formas que expresan el sentimiento, que él lleva dentro.
La cerámica la ha utilizado más como bien de sustento económicamente, para pagar mensualmente sus gastos.


miércoles, 11 de mayo de 2016

LOS EDIFICIOS QUE NO DEJAN VER LA CIUDAD






Antes de crearse el edificio que esta enfrente de nuestra casa, refiere Juan, teníamos unas grandes vistas sobre la ciudad, ahora es como una pared de ladrillo que oculta la vista. La verdad es que es igual, luego han seguido construyendo casas y el árbol, ya no permite ver el bosque. El edificio no permite ver la ciudad. Curiosa similitud.
El desarrollo de espacio para la vida, de los nuevos pobladores, en su búsqueda de oportunidades, ha llevado a la masificación, con sus consecuencias de anonimato, comenta Juan a su amigo José.
Si es verdad que todos hemos buscado las opciones que representan la gran úrbe, es más fácil encontrar algo aquí, comenta José.
El problema surge, cuando entre tantas cosas te encuentras diluido y quedar transformado en un espectro, de tu ser individual. Aunque vayamos cambiando, siempre, Juan mira a su amigo en espera de una reafirmación de su posición.

Juan va descubriendo las canas y las arrugas entorno a sus ojos, es entonces cuando descubre su proceso de madurez, del que no quería ser consciente. Donde es una tontería aferrarse a lo que tenía, porque nada es igual. Por mucho que se niegue a reconocer, una vez más.

lunes, 9 de mayo de 2016

LOS MANDALAS






Juan construye su maqueta según la disposición que tiene en el dibujo, suministrado por la casa creadora.
El solo tiene que seguir las instrucciones, pegar y montar. Ha decidido que es un trabajo que le relaja y entretiene. Pero pasado un tiempo surge un nuevo problema que hace con tantas creaciones, ocupan un espacio que no tiene y tampoco ve la posibilidad de regalarlas, pues sus amigos están en situación parecida. Es un trabajo no creativo y solamente entretenido, por ello no tiene ningún valor económico. Hablando con unos amigos encuentra la solución, donárselos con vistas de venderlos para un proyecto que tienen.
Juan consigue encontrarse agobiado por el hobby que ha adquirido y siente que tiene que cambiarlo. En su búsqueda encuentra un nuevo hacer, colorear mándalas,  dibujos circulares con diferentes formas o figuras geométricas como si estuvieran en un espejo. De nuevo comprar los materiales, lapiceros de color, rotuladores y lapiceros de cera. La carpeta con los correspondientes dibujos y unas pocas instrucciones que ha recogido de Internet.
Su mesa de trabajo lista y su elección de colores y lugar donde empezar, de dentro a fuera o al revés.
Curiosamente nota que le relaja, perfecciona su técnica luminiscente, aplicando color sobre las superficies blancas, delimitadas por una línea negra.
También averigua que pueden influir sobre los estados de ánimo. Y como temores, se van diluyendo como colores acuarelables.
Se apunta a un taller para descubrir algo más de esta técnica. Comenzando un mundo de aprendizaje y de creación pues aprende como construir nuevos diseños, a partir del uso del compás y la regla.
Los acabados terminan en una carpeta, que recoge sus tesoros, decide compartirlos con los amigos que vendieron sus maquetas. Y comienza su etapa de instructor de los mismos. Recaba más información  y comienza su docencia.

viernes, 6 de mayo de 2016

HUERTOS URBANOS




Es el momento de cambiar, lo que hasta ahora ha sido de una manera tiene que modificarse a otra. Los modelos antiguos son insostenibles.
Así ve Juan un documental sobre la vida en las urbes del planeta. Donde se plantaba césped ahora tiene que ser huertos, para ayudar a la sostenibilidad de todo el planeta. Esos huertos se basan en la colaboración de muchas personas permitiendo una salida a los sin trabajo, jubilados.
Al salir comienza a sentir la vida de otra manera pero según pasan los minutos, las ideas incorporadas se van diluyendo para ser un espejismo en la vida cotidiana. Las ideas de colaboración desinteresada, armonía entre vecinos, se convierte en una utopía. Cree que esos proyectos son como ideas que se van quedando en la cuneta de las carreteras de la vida.  
Por otro lado comprende que sin intentar las cosas, nada cambia, y por supuesto, tenemos que empezar por uno mismo, no sentarse en el sillón a esperar que otro u otros comiencen el viaje. Juan llama a su amiga Ana para explicarle lo que ha visto y quiere compartir su pensamiento.
A la tarde siguiente colocan unos carteles para la creación de un huerto urbano en una plaza que solo es utilizada para recoger excrementos caninos. Se juntaran a las seis de la tarde allí mismo.
Curiosamente unas cincuenta personas se dan cita, muchos de ellos jóvenes, acuerdan pedir permiso al ayuntamiento para poder realizar el proyecto. Necesitaran una caseta y material para lograr el objetivo. Manera de lograrlo hacer una fiesta donde se pedirá dinero y a cambio se darán bebidas y unas paellas, un grupo de música amenizara la comida y hasta el baile.

Sin darse cuenta han logrado empezar un movimiento, difícil de empezar. Y hasta un lugar de debate. Logran hacerlo.

jueves, 5 de mayo de 2016

LA LUCHA DE CLASES




Al llegar a la oficina, antes del inicio, estaba una conversación sobre la lucha de clases.
Juan al llegar escuchaba las diferentes posiciones de sus compañeros.
Las posiciones se iban radicalizando.
Por fin Juan, tomo partido y dijo: “creo que el problema no es lo que nos diferencia sino lo que nos une”.
Esto desconcertó. “Ya estamos con el utópico”, contesto Silvia.
“El problema es que siempre queremos diferenciarnos, ya sabemos que todos somos diferentes, desde los principios más básicos, hombre mujer, altos bajos, ricos pobres. Pero ante todo somos personas humanas, cuanto más aprenda yo, más aprende la comunidad”.
“Que tiene que ver eso con la desigualdad social”, responde Silva.
“Pues es que aprovechamos cualquier circunstancia para aislarnos. No te das cuenta que cada vez hay más incomunicación y lo justificamos de cualquier manera”, dice Juan mirándola a los ojos.
“Cada vez buscamos situaciones que nos alejan de las otras personas incluso de nosotros mismos, compañeros, amigos, parejas… Si miramos la construcción de las casas o chalet, no hacemos rodeándonos de vallas, nos tenemos que defender de los otros. Creo que nos defendemos de nosotros mismos y por eso nos vamos aislando, buscamos cualquier circunstancia para justificarlo”. Juan mira a sus compañeros y trata de que comprendan su punto de vista. Algunas cabezas se bajan y con la hora en punto llega el encargado. Cada uno se dirige a su puesto de trabajo.
Parece como si hiciera el silencio solamente roto por los equipos informáticos que inician su sesión. Se abren las ventanas para cambiar el aire acumulado de la noche.

Silvia mira de reojo a su compañero Juan, para iniciar su nuevo día. Por el correo interno le manda un mensaje con el texto “seguiremos hablando”, Juan vuelve la cabeza hacía el puesto de ella y sonríe.

miércoles, 4 de mayo de 2016

EL COCHE DE ANA






El coche de Ana se niega a arrancar, quizás lleve dos semanas sin moverse, esa es la explicación que encuentra, la batería no lleva ni un año. Pensamientos que se le acumulan ante la frustración de no poder hacer uso de él.
Al ir con el tiempo justo, con el tiempo que ha perdido intentando ponerlo en funcionamiento, llegara tarde a su cita. Empieza a sentir tics en su cara, movimientos no deseados, pero que son un reflejo de su preocupación. No tiene el teléfono de la persona que quedo. Lo cual le hace saltar, aún más, las alarmas.
Ana va en busca de un taxis libre, pero al ser una hora punta, todos van ocupados. Su pensamiento está en que parece que hoy todo le va mal.
En su búsqueda tropieza con un saco de escombro que esta puesto en la acera, originando una caída que le hace erosionarse la pierna con lo cual se produce una rotura de media y el correspondiente sangrado. Para ello pide permiso en un bar para ir al servicio. Donde trata de recomponer el daño sufrido, lava la herida y se seca con papel higiénico.
Agradece al camarero su ofrecimiento y sale deprisa en busca de un vehículo libre. La tarea sigue siendo infructuosa sigue moviéndose y una señal de tráfico, que debe estar en movimiento es quien impacta con su frente. El golpe es doloroso, quedando conmocionada, en seguida un grupo de personas se arremolina a su alrededor interesándose por su estado. Comienza a decir frases inconexas, y alguien sugiere llamar a los equipos de urgencia. Que no tardan mucho y deciden llevarla al hospital en busca de daños más profundos.

martes, 3 de mayo de 2016

EL PENSAMIENTO NEGATIVO DE JUAN






Juan se levanta temprano, siempre lo hace así, piensa que remolonear en la cama es una pérdida de día.
Siempre pensando en lo que se pierde, nunca en lo que se gana. La conciencia de Juan le juega malas pasadas. Torturándole en pensamientos que no debería.
En el pasado sufrió dos acontecimientos que han marcado su vida, siendo determinantes a la hora de entender las cosas. La amargura  se ha instalado en su mente y dirige su forma de ser. Es difícil hacer cualquier acción sin que influya su pensamiento pasado.
Juan sale a pasear, junto al rio que pasa en su ciudad, y observa el tronco de los árboles situados en su borde, casi todos tienen una característica en común, su tronco se va pudriendo por dentro lo cual crea una oquedad, llena de podredumbre. Lo observa pero no siente la similitud que ocurre en él. La estructura del árbol cambia de una manera fundamental y la apariencia del mismo ya no es la misma, tendrá un porte importante, pero ya no da la imagen de fortaleza. El hueco en su tronco refleja la enfermedad, curiosamente el defecto está en casi todos y son de la misma especie. Su vida será más o menos corta pero desde luego no longeva.
Curiosa la teoría de que no ofende quien quiere, sino solo la persona a la que das tu poder. Juan dio poder a esos dos actos y transformo su vida, con el pensamiento negativo, se encuentra con unos resultados que él ha creado, es el autor de su vida y sin embargo, piensa que son las circunstancias, las que  transforman su forma de ser y recibir las cosas. Siempre es mejor echar las culpas a los demás o los avatares de la vida, que sentirse responsable de tu vida.