viernes, 28 de septiembre de 2018

VIDAS PARALELAS






María tiene una amiga, Teresa, a la que cuenta todas sus ilusiones, experiencias y vida, lo que sucede en su día a día. Teresa también actuá de igual manera, en el fondo no se oyen pero se comunican, ambas tienen vidas paralelas lo que les hace sentirse comprendidas. Pero tras su trabajo oficial, tienen una segunda vida al margen de sus parejas. Aprendieron a mentir y por supuesto la mentira está en sus conversaciones. Es difícil ser actriz y amiga. Pero ellas necesitan ese desahogo y crean actualidades diferentes. Al encontrarse en situaciones diversas pero una misma realidad, se encuentran protegidas, por eso su relación sigue, aunque sean conscientes de los engaños de la otra.
María se ha metido en un problema judicial, del que puede ser muy mal parada, su mentira le esta llevando a situaciones peligrosas y hasta el asomo de pena carcelaria, pero trata de ignorar está consecuencia.
Teresa sabe algo y lo demás lo intuye, pero no pregunta al respecto. Saben hasta donde pueden preguntar y ademas las respuestas siempre quedaran en cuarentena.
Conocen tener una amiga pero también saben que en cualquier momento el hilo es tan fino que se partirá, pero suficiente para aparentar a su familia o conocidos que cuenta con la ayuda de una amiga, pero puede desaparecer de un día para otro, tienen mucha mierda recogida para sepultar la relación que han mantenido durante años y quedar como unas rosas maravillosas aceptando que el pulgón estaba en su “amiga” culpable.
Cada mañana se ponen al día de su vida, vía telefónica y después de trabajar se reúnen a tomar un café para seguir con sus papeles.
María siempre ha mostrado su rol de soledad, aunque tenga pareja, pero su familia está llena de personas muertas. Ha activado este papel de pena.

jueves, 27 de septiembre de 2018

EL ATASCO DÍARIO




Metido en el coche, padecía el atasco de todas las mañanas. A pesar del mismo lograba llegar antes que en en transporte público. Juan no dejaba de sorprenderse de estar encerrado entre coches sin poder circular normalmente.
Le daba tiempo para sintonizar la emisora de radio que le distraía o mirar a través de las ventanillas, de sus vecinos casuales, o pensar en la conversación que tuvo con unos amigos el día anterior. Mientras dejaba de entender porque el conductor de adelante era tan torpe para ponerse en marcha.
Conseguía llegar con suficiente tiempo para iniciar su jornada laboral, pero otras veces no conseguía llegar tan tranquilo, sino lleno de pensamientos destructivos. Con lo que iniciaba su trabajo muy cansado, parecía haber obviado el descanso nocturno.
Juan cuando estaba en su urna particular, que le transportaba de un lugar a otro, se sentía cómodo, descansado. Pero no era verdad, era fuente de irritación y no encontraba el equilibrio, aunque intento varias técnicas para lograrlo, pero su resultado no llegaba al final, cualquier vehículo era signo de irritación. Parecía una lucha que le diferenciaba de la ineptitud de los demás, aunque olvidara, a menudo, poner el intermitente que indicara su siguiente giro, por ejemplo.
Cada vez dormía peor, su carácter cambia con frecuencia, menos mal que en su puesto de trabajo no depende de otros, sino que tiene que presentar los informes y las conclusiones al otro departamento. Pero cada vez parecía ser un bicho raro.
El coche tuvo que ir al taller y tuvo que coger los medios públicos, el tramo era más largo pero comprobó que llegaba más relajado, tenía tiempo hasta de leer.
Miraba a la ventanilla pero sin irritación. La semana paso de ser una más a otra forma de sentir.
Juan logro sonreír ante unos niños.

martes, 25 de septiembre de 2018

Y SI, LA REALIDAD, FUERA UNA FICCIÓN



Y si la realidad fuera una ficción”, Juan llegó a esta conclusión tras leer muchos libros sobre temas concretos. Pensaba que al referirse tantos autores sobre un mismo tema tendría que haber algo de verdad en todo ello. Por tanto su pensamiento se reafirmo en esas ideas como verdades básicas.
Al hablar con otras personas siempre sacaba el tema por el que estaba interesado y lucía una serie de argumentos con los que sostenía su creencia. Tantas veces repetida su pensamiento se consolidaba con mayor fuerza, tanta como el giro de la tierra sobre el sol.
Cuando alguien disentía de sus palabras, necesitaba apartar a esa persona para no romper la catedral construida.
Sin darse cuenta; Juan se iba radicalizando y solo tenía ojos y oídos sobre lo que quería escuchar, con lo cual se fue embruteciendo. Se sentía mensajero elegido, por ello tenía algo que hacer en la sociedad que le rodeaba, pero muchas personas se alejaban de su discurso, lo encontraban monotematico y pesado. Con ello, Juan se fue aislando, se sentía incomprendido y su carácter cambio, sus rasgos de la cara se afilaron, arrugas mostraban una piel deshidratada. Su casa la consideraba su torre. Hasta el mes pasado que obtuvo una noticia que desmentía toda su creencia. Mientras leía los argumentos se reía pero fijo su interés sobre el desarrollo de la misma. En su cabeza apareció la palabra duda, que no estaba en su diccionario. Como una semilla empezó a germinar y contrastar con la aridez de su cabeza, a un ritmo imparable se desarrollaba la nueva idea y apareció la duda. Con ello, paso a una desorientación personal de no saber donde estaba, ni hacía donde ir.
Como un bebe, empezó a dar nuevos pasos, tan dubitativos como un niño. Pero comenzó a andar.

lunes, 24 de septiembre de 2018

LA SALIDA DE FIN DE SEMANA




Junto a la charca una nube de mosquitos y el croar de las ranas. El sol va camino de ocultarse tras las montañas. Un caballo, sumamente delgado, pace en la hierba.
Con este panorama llega Juan con su mochila y sus ganas de dejar de caminar, si se sienta su cuerpo aumentara de tamaño y si sigue le llegara la pereza del “ya está bien”. El lomo del burro parece una colonia de parásitos. El cansancio no impidió salir para rodear la colina.
Los pies dejaron de dar las zancadas del inicio del camino, el bastón daba más acogidas a los pasos y un árbol a cien metros fue motivo de nuevas fuerzas, siempre olvidadas.
Por fin la sombra le dio reposo y consulta al mapa para conocer los kilómetros que le faltaban, aunque la espalda adosada al tronco le daba el suficiente descanso que necesitaba, para llegar a su destino.
Juan emprendió este camino con la idea de alejarse de sus problemas, pero no lo consiguió pues aunó el desconocimiento del terreno y el calor ambiental.
Seguramente quedarían una media hora de camino. Luego cenar y descansar en una mullida cama. Había reservado por Internet.
Elevo su maltrecho cuerpo con una cabeza demasiado llena y unas piernas faltas de entrenamiento. Llegó exhausto, pregunto por el lugar concertado y la sorpresa llegó. Estaba cerrado pregunto a la gente que encontró pero nadie, decía donde podían estar los dueños. Contó su problema pero nadie le daba soluciones, no había otro lugar en el pueblo, a penas cincuenta casas y muchas abandonadas o caídas. Dejó la mochila y dio una vuelta para ver donde podría dormir y llenar las tripas de alimento. El dueño vivía en otro pueblo y nadie tenía su teléfono ¿como se le había ocurrido venir? Única pregunta surgida.

miércoles, 19 de septiembre de 2018

EL INDIVIDUALISMO




Creo que el individualismo al que esta abocada esta sociedad, conlleva a una de las contradicciones del ser humano, y es que el hombre es un ser social, gracias a ello el hombre ha llegado al desarrollo de las ciudades y de las comunicaciones. Sin embargo el mismo ha llevado al aislamiento, donde te alejas de los demás. Por qué te sientes ajeno al otro ser humano, también se ha creado la desconfianza por el valor aplicado al dinero, resolutorio de cualquier cosa.
Perdemos de vista que para la mayoría de las cosas nos necesitamos unos a otros, no somos suficientes y precisamos de cosas que no están en nuestro entorno.
Hemos sustituido lo que sucede a nuestro lado, en la vida, como una imagen, como tantas otras que vemos en las televisiones dominadoras de parte de nuestras vidas. Lo sentimos como espectadores, más que como actores, donde debemos interactuar y no lo hacemos. Tal vez ahí esté la clave del dominio individualista que nos invade y nos separa. Solo nos une los grandes sucesos que juntan para tomar una posición común, muchas veces dirigida por los medios audiovisuales. Esos que tanto nos separan y nos hacen ver las cosas de una manera global.
Sigo viendo como nuestras uniones sociales se van difuminando por unas creencias diferentes a las nuestras. Donde estar con un amigo es atender a un whatsapp porque somos más sociales y hay mas personas que atender, pasando olímpicamente de la persona que está a tu lado. A nuestra mente la damos a entender que somos mas sociales y hacemos lo contrario, pasamos de quien esta a nuestro lado, como si fuera un ser extraño y le habíamos elegido como amigo, contradicciones que nos llevan a la situación que tenemos. Toca hacer una reflexión de nuestras actuaciones.

martes, 18 de septiembre de 2018

EL ODIO



Juan va descubriendo el odio, según va hablando con sus amigos y conocidos. Su infancia no fue fácil. Pero no se desarrollo ese sentimiento, quedo larvado. Pero esa larva parece haber despertado. Parece que todo el mundo habla de lo mismo y esa oruga comienza a tomar cuerpo y a desarrollarse por las vías neuronales. Vive con su madre y su hermano pequeño. Ha entrado en el mercado laboral en un trabajo que ni le gusta ni le permite independizarse, pero es lo que hay.
Sin darse cuenta alcanza una realidad social, donde hay muchas cosas que le molestan y que tiene que hacer algo para cambiar ese mundo. Las conversaciones giran en encontrar todas las causas de lo que esta mal. Sin darse cuenta encuentran cientos y ese caldo de cultivo les lleva a convertirse en salvadores. Tras tomar un poco más de alcohol del normal salen del bar donde suelen reunirse.
Según caminan de su centro de encuentro ven coches aparcados en doble fila y al lado hay un parque. Junto a un gran árbol unos cartones simulan un hogar.
Juan empieza a despotricar de la gente vagabunda, por ser unos parásitos, solo viven de los demás. Juan se aproxima y comienza a dar patadas a los cartones hasta encontrar el cuerpo boca abajo del habitante. Sigue propinando patadas, no quiere mancharse las manos, mientras los compañeros observan, con el valor que no han tenido ellos, como resuelve el encontronazo. Con dolor el cuerpo se retuerce, se gira a cada impacto, hasta que gira su cabeza, nuevos golpes hacía ella. Un grito de dejalo ya que lo matas. Mientras los ojos encendidos de Juan descubren la cara de su padre, alcohólico que les abandono hace cinco años. Los amigos comienzan a correr, Juan les sigue, no dice nada.

martes, 11 de septiembre de 2018

LA SUBIDA




Cuando estaba subiendo la montaña a su cabeza le venían pensamientos confusos. Mateo sabía donde iba y para qué. Pero la ascensión, se iba convirtiendo en fatigosa, es cuando surgían las dudas. Si merecían el esfuerzo que estaba realizando. En su mochila una botella de agua, un chubasquero y la comida del día.
Mateo es un hombre impulsivo y por eso muchas veces se ha arrepentido. Su idea originaria era subir la montaña para disfrutar de la vista que estaría en la cima, luego comer y disfrutar del paisaje, pero no estaba acostumbrado a las caminatas largas y aquí lo tuvo que hacer. Paraba cada cien metros para recobrar el aliento y descansar un poco, pero enseguida emprendía la marcha.
Al hacerlo en solitario, marcaba el ritmo pero consultaba el reloj para llegar con tiempo para volver a casa. El sudor apareció en los primeros metros, lo que le llevaba a tomar el agua guardada. Reservando un poco para la comida. La ausencia de árboles impedía disfrutar de sombra.
Según ascendía un montón de pensamientos se asomaban a la pantalla cerebral, con ello aumentaba el peso de las escenas, que llevaba a nuevas paradas como si fueran resolutorias de las mismas.
Mateo se llena de ideas y decide bajar, no le merece la pena el esfuerzo físico realizado para ver unas vistas desde arriba. Da la vuelta y vuelve a llenar de un sentimiento de frustración. De fracaso. Por ello, gira para continuar la ascensión sobre el marcado camino. Unas cabras van dando cuenta de las plantas que por allí aparecen. Tras el nuevo impulso llega a la meta. Se tumba y saca las viandas para intentar reponer fuerzas. Un nuevo sentimiento apareció y un descanso de cabeza también. Lo había conseguido, fue capaz de vencer sus prejuicios, solo eso.

jueves, 6 de septiembre de 2018

EL HILO INVISIBLE



Hay un dicho que dice: “nada es lo que te cuentan”. Con esto se crea una desconfianza generalizada. Este escepticismo genera una sospecha que provoca recelo. Sin darnos cuenta vamos generando un miedo en nuestro interior que agravado crea pánico. Dejamos de ser libres y nos instalamos en el espacio del encadenamiento. Curiosa manera en la que, como el agua que cae de la lluvia, va penetrando hasta alcanzar capas más profundas. Sin darnos cuenta estamos empapados sin sentirlo.
Nuestro nivel personal se va deteriorando, dejamos de ser fuertes, vamos siendo más vulnerables.
Se instala la sospecha dentro de nosotros y en estadios siguientes podemos llegar al terror, a la angustia. Curiosamente se va desencadenando una serie de reacciones negativas que condicionan la manera de ser y sentir.
Ese hilo invisible esta creando su malla en nuestra mente y condiciona todas nuestra manera de ser, tanto física como mental.
De una reunión de palabras se genera un desencadenante nunca imaginado, con resultados tan definitivos en cada persona. Como puede cambiar la vida en un minuto y lo peor es no entender porqué ha ocurrido. Nuestra maquinaria mental se ha puesto en funcionamiento sin saber como. Un cambio se produce en nuestro interior y parece, que nada es igual. Nuestros cimientos sólidos, comienzan a tambalear. Este movimiento genera consecuencias imprevistas. Y nosotros pensábamos que era un inocente hilo invisible, sin valor ninguno.
Cruzamos la calle como cualquier día, pero ya no es lo mismo, han surgido atenuantes que modifican nuestra conducta, ya los coches, tan acostumbrados, a ellos, son diferentes. El ruido del piso de arriba se siente de una manera diferente.
Y pensar que solo ha sido un jueves más y solo fue un comentario escuchado en la casa de un amigo. Mañana no se como amanecerá, no lo conozco.

martes, 4 de septiembre de 2018

PORQUE ESCRIBO CUENTOS






Cuando escribes palabras tratas de mostrar una historia, un sentimiento, una manera de pensar. No solo es la novela que impresiona con muchos giros literatos. Por supuesto que llegara a menos personas, estamos acostumbrados que todo tiene que ser triunfos lo demás es mediocridad, Internet nos doto que podríamos escribir y ser leídos en diferentes lugares de este mundo, ya hemos encontrado el hueco para el cual nosotros realizamos nuestra acción. El formato, el tema y el numero de palabras las sigo eligiendo yo. Esto desarrolla un punto de gracia en mi vida, donde vas aprendiendo cada día un poco más, aunque eso sea totalmente diferente de lo que habíamos aprendido hasta entonces.
Es un privilegio que existan personas como vosotros que estáis ahí detrás leyendo estás lineas.
Que tu manera de pensar no se diluya, solo, en tu cabeza. Lejos de adoctrinamientos políticos o religiosos, que separan mas de lo que estamos actualmente. Parece como si estando mas aislados estamos más libres, pero sin embargo, somos seres sociales, donde nos necesitamos todos, porque lo que una persona es hábil en una materia o trabajo, los otros son en otra materia, entonces es posible las diferentes construcciones.
Son los pequeños detalles los que engrandecen las cosas. En la inauguración de un gran rascacielos en la puerta de entrada aparecerán unas flores, que serán minúsculas con todo el amasijo de salas en su interior pero dotaran de vida, más natural ese espacio inmenso. Esos pequeños detalles son nuestros pensamientos para corregir errores que pueden convertir ese edificio en un espacio abandonado que solo crea molestia. La escritura puede ser esos pequeños ramos que se pierden entre mega construcciones pero que señalan lo mejor del ser humano. O los matices de corrección para estar en un medio más natural, que olvidamos frecuentemente.