viernes, 30 de septiembre de 2016

NADA ES BUENO Y NADA ES MALO




Hay un dicho que dice “nada es bueno y nada es malo”. Normalmente juzgamos los hechos o las cosas como un sentido u otro. Cuando la verdad es la dependencia de quién lo mire. Por ello quien es el juez, que determina, si una cosa es de tal manera.
El desierto puede ser una calamidad o una oportunidad de reflexión interior, en la vivencia de cada uno esta el conseguir una sensación u otra.
Por ello todo en la vida es una oportunidad, lo que presuponemos como un desastre puede ser otra opción de crecimiento personal.
Si pasamos del calor al frió inhóspito puede ocurrir lo mismo.
El montañero que va a escalar una montaña no tiene seguridad de lo que se va a encontrar, ni como el tiempo puede cambiar para convertir su paso en un autentico infierno. Pero todos los valores que va consiguiendo entran en su disco duro de logros y capacidades, ante las adversidades de la vida. Es nuestro mayor tesoro, la sabiduría de entender las cosas de una manera  que nos lleva a la cima, que es nuestro día a día. Esa capacidad de improvisación es la que nos lleva a sentir, una vez arriba el esplendor de lo que nos rodea. Si subiéramos en un ascensor, no sería lo mismo, pues vivir cada tramo superado es el único placer que encuentras arriba.
La flor no es bonita o fea, depende los ojos con los que se  miren, determinara una cosa o la contraria.

Por ello el oficio de juez ante todo es un papel que no nos corresponde, por venir determinado por nuestro bagaje personal. Solo de esta manera nos sentiremos más libres y sin necesidad de llevar, a cuestas, todos nuestros prejuicios que lo que hacen es limitarnos, y no nos ayudan nada.

jueves, 29 de septiembre de 2016

EL ATARDECER




Vuelve de el pueblo de al lado, Juan, pero cada dos por tres vuelve su vista hacía atrás, coincide que es la puesta de sol y los tonos naranjas, son hoy, especialmente bonitos. Lo que hace que el camino de tierra, sea ignorado en su trayectoria y pare a cada momento hasta que el sol desaparece, ocultado por una montaña pasado, el pueblo.
El paso de una bicicleta rompe el instante, para volver a ser retomado. Directamente parado con la vista hacia poniente. Mientras bandadas de pájaros surcan los aires, dando la música necesaria con sus graznidos.
Según, el sol, toma la línea del horizonte se oculta con mucha velocidad, adelantando la perdida de luz. Por lo que Juan, reinicia su camino. A penas dos kilómetros separan ambas localidades y una carretera también les une. Pero le gusta caminar sentir los pasos en su cuerpo, disfrutar de los árboles que escoltan el camino y los arbustos que hay entre ellos, para separar las tierras de labor.
Unas veces lo hace en bicicleta pero hoy necesitaba el sentir el contacto con la tierra y encima su vuelta coincide con el atardecer, sus colores, sus olores y su sonido, peculiar.
Hoy ha tenido un día particularmente extraño, donde ha habido discusiones que le han perturbado la paz. Por ello necesitaba este paseo y comprar algo de comida en una tienda que le gusta mucho y le da una amistad, con la dueña.
Si hubiera quedado en casa, Juan estaría analizando una y otra vez la situación vivida, y eso no le iba a ayudar nada, por eso fue al vecino pueblo. Ver la otra realidad que nos oculta las discusiones, como si marcaran nuestro destino. Así piensa Juan.

Aumenta el ritmo de paso, para quitar el frescor que ya se esta iniciando.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

EL REPARTIDOR DE PROPAGANDA





El repartidor de propaganda estaba en el lugar asignado por la confluencia de gente y entregaba la publicidad.
Su cara muestra una sonrisa y con la entrega del papel siempre tiene unos buenos días.
La respuesta de los  paseantes es muy diferente, desde los que rodean para no tener que recibirlo, los que agachan la cabeza ignorando a quién ofrece, los que la reciben y dan las gracias, siempre los menos y algunos que repiten el saludo.
Juan lejos de cambiar su presentación, sabe que tiene que seguir haciéndolo, lo que hagan los otros será un problema de ellos. Solamente la sonrisa de una persona valdrá por todos los desprecios recibidos.
Juan sabe que si en vez de un folleto diera una muestra publicitaria se formaría una cola ante él, y utilizarían cualquier argumento para obtener otra u otras más. En plan acumulativo. Incluso irían directamente a las cajas en un intento de asalto por conseguir el botín.
Pero en esta mañana Juan se conformara con la sonrisa que sale del corazón de esa viejecita, encorvada y con gafas dando la gratitud por recibir el papel que ni si quiera leerá. Pues el consumo para ella, llega fuera de tiempo.
Se siente bien pagado con la actitud recibida ignorando la mala educación de la mayoría de personas, que ignoran un deseo por la prisa impuesta en cada uno de ellos. A todos los lugares hay que llegar pronto para acumular horas frente al televisor o en el banco de la calle.

Juan sabe que nos vamos deshumanizando para convertirnos en otra cosa más impersonal, avance de la intolerancia, frente al sentimiento que cada vez se va perdiendo. La rueda pierde aire y llegara el momento en que moverse será una tarea muy difícil. Por eso sabe que tiene que cambiar.


lunes, 26 de septiembre de 2016

VALORES Y CREENCIAS




Cuando se cambian unos valores o creencias por otras, se defienden hasta con irracionalidades. Sino el resultado es el vació y esté si que da vértigo. Esa sensación de estar perdido produce una desazón, con la que a penas podemos hacer casi nada, pues nuestra mente reencuentra sin base donde asentarse. Fácilmente nos arraigamos a la nueva idea y por tanto la defendemos, como si llevara años con nosotros.
Esa percepción de carecer de sustento, es comparable a un día, cuando te levantas de ese sillón bajo y al levantarte, tu cabeza empieza a girar por lo cual vuelves a la posición anterior, sino caerías de cualquier forma. Por ello es mejor volver a sentarte e intentar que se normalice la situación. Si esto no ocurre entras en una especie de pánico, por no ser capaz de estabilizar.
Si sigue en el tiempo, buscas la posibilidad de pedir ayuda.
Es necesario tener la seguridad de lo que te apoyes sea útil, aunque solo sea una caña. Ahí es donde los valores o creencias nos dan el principio de nuestro ser.
Con ellas podemos caminar, ya sean una cosa tan endeble como una caña o un solidó bastón. Evidentemente cada uno elegimos. Unas que normalmente nos son dadas y las asumimos como normales, salvo alguno que evoluciona y las cambia. Le miraremos con ojos de trasgresor y por tanto de loco. Se está apartando de los valores generales, esos que producen la estabilidad de un sistema que muchas veces hace aguas. Y sin embargo lo defendemos como un pedestal para defender, del ataque de los otros.

Aquí puede estar el motivo por el que los cambios nos resistamos a hacerlas, por la sensación tan desagradable que puede producir el aturdimiento que genera la inseguridad, ante eso oponemos la resistencia de inmovilidad.

jueves, 22 de septiembre de 2016

LA FALTA DE AMOR Y LA CODICIA




La falta de amor y la codicia son dos formas que llevan al hombre a su autodestrucción.
Curiosamente el amor que debe mover a la humanidad, se convierte en un concepto secundario y hasta trasnochado frente a la motivación de la codicia,
El hombre deja de estar en armonía consigo mismo y con la naturaleza y se convierte en un destructor, lo que hace que no se vean a las demás personas, ni los animales, no nuestro entorno por la pasión por tener más de todo, estar en la cumbre de la pirámide, o por lo menos lo más arriba posible. Donde pocos te hagan sombra.
La irracionalidad llega hasta la muerte de tus congéneres, si es necesario para escalar posiciones. Como en los ataques de pánico en aglomeraciones. Con la diferencia que aquí son pensadas y hasta meditadas.
La consecución del amor, se llega a materializar por intentar comprarlo. Como si fuera un objeto más, en vez de un sentimiento de unidad con los otros y el entorno.
Forma parte de la religión de mucha gente, sustituyendo figuras por patrones más materiales, más cuantificables.
El vació personal que se produce por la falta del sentimiento primordial, se quiere sustituir por el sucedáneo de la ambición.
Curiosa nuestra mente como nos distrae de nuestro objetivo, hasta hacernos perder y como consecuencia un padecimiento físico, intentando sustituir con nueva sangre, nueva piel etc que solo llega a ver la impotencia de no ser ni estar.
Se puede reflexionar, y se debe, cuando estamos dejando el sentimiento para coger una sensación, donde parece lo mismo pero, por supuesto, no es igual.

Son solo fantasmas, que en algún momento de nuestra vida, nos asustaran. Y sentiremos el vació de los nuevos valores. Aunque en la historia se repiten una y otra vez, siempre.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

CHATARRERO




Con su furgoneta destartalada y un altavoz. Va recorriendo las calles pregonando, quien es, es el chatarrero.
Recoge lo que otros ya no quieren, por una reforma o un cambio a otra cosa mejor.
Así se gana la vida Juan, pero donde más cosas obtiene es rebuscando en los contenedores de obras, tras una rebusca entusiasta obtiene los metales susceptibles de ser vendidos.
Ha encontrado aparatos, eléctricos que tienen un buen funcionamiento y simplemente se han quedado desfasados, con el abanico de novedades en el mercado. En folletos publicitarios se ofrecen nuevos, ha contactado con una tienda que se los compra a bajo precio, pero que le resulta más ventajoso que la recogida de chatarra. En esta tienda que han constituido un grupo de chavales parados, reparan y cambian las piezas defectuosas para darles una nueva vida, incluso con la ayuda de pinturas disimulan los desconchones producidos por los malos tratos.
Juan se da cuenta que existen personas que no necesitan la última novedad, sino un aparato a un precio accesible por lo tanto se quiere unir a ellos y cambia su furgoneta por otra más pequeña para ir a recoger en las casas, lavadoras, frigoríficos, ordenadores, todos los electrodomésticos con un fin social, dar trabajo a un numero de personas. Que con el tiempo necesitan una nave para acumular y poder trabajar más a gusto, mientras la tienda la tienen de exposición. Por medio de Internet, hacen fotos de los productos que están en la nave y también los ofrecen.
Juan observa la sociedad de consumo, donde todos los productos tienen caducidad, no solo los alimentos.

Que tiempos en los que iba despertando vecinos anunciando que llegaba el chatarrero. El negocio crece ampliando a coches y motos. Se unen nuevos jóvenes con el mismo empeño, consolidarse, crecer entre todos.

martes, 20 de septiembre de 2016

LA PARADA MILITAR




Junto al edificio se produce una parada militar en los jardines del mismo, la gente se agolpa para observar los movimientos a la vez y armonía de todos los soldados.
Ellos están orgullosos del trabajo que realizan, tras un montón de horas de entrenamiento, donde han sido una y otra vez regañados, hasta llegar a su autoestima para conseguir su objetivo, no han mirado, sus mandos, el insulto e incluso la vejación para llegar a ser unos soldados disciplinados. Listos para la admiración del público, en un espectáculo casi circense.
Cámaras de fotos, de video y los teléfonos se encienden para reflejar el acto castrense.
Si éticamente el esfuerzo que ha sufrido la tropa para llegar al objetivo de mostrar la perfección, solo entonces esa misma cualidad queda diluida y desdibujada, por ello fruto de un abuso, aunque sea retribuido económicamente. Donde se acata la orden como principio supremo, donde la persona, como la gota que cae al lago, se integra y se pierde.
El principio de libertad personal se elimina por dinero y tu autoestima cae a grandes niveles hasta integrarse en ese lago. El mundo se compone de naturaleza y personas. La primera se la ignora, es un bien a explotar y la segunda, lleva el mismo camino. Por ello la pregunta es donde quedamos como entes, como seres vivos. Sino plegarnos a los designios de unas personas con unos intereses personales.

Todo sale muy bonito y coordinado, cada asistente se lleva una prueba de lo que ha visto, mientras los militares van a relajarse de la presión ejercida en la consecución de su ejercicio. Unos aplausos serán su premio mientras el mando ha tomado nota de alguna descoordinación en algún miembro para recriminárselo, ante sus compañeros, para desvarolizar una vez más. Mientras el mando recibirá más felicitaciones.

lunes, 19 de septiembre de 2016

LA FURGONETA GRANDE




Alberto llevo un par de años que todo se me complica, siempre aparecen cosas externas a mí, de otras personas. Que modifican la vida que yo quiero o hago.
Mira Juan es verdad que cada vez que nos vemos me relatas cosas que suceden a otros pero en las cuales, tu estás involucrado.
No te imaginas de lo harto que estoy de pasar todas estas cosas.
Tu, Juan, imagínate, que en vez de tener un coche pequeño, tienes una furgoneta grande. Tú eres una persona muy popular, por lo tanto tienes muchos amigos. Por ello cada vez que ellos necesiten transportar algo voluminoso, a quien van a recurrir. Lógicamente a ti.
Ya, Alberto pero piensa que no se decir que no, porque sino pienso que me he convertido en un egoísta, y eso ni se me pasa por la cabeza.
Pero no se es más egoísta que dañarse a uno mismo. Tu tienes unas capacidades, pero siempre hasta un limite, si las sobrepasas, te llegas a encontrar mal.
Si así es.
Pero ahora tienes que retomar el control de tu vida, lo importante no es la ayuda a los demás, sino uno mismo. Eso no es egoísmo, es quererte y demostrarte amor. Sino, es como si te colocaran de felpudo a la entrada de una casa un día, de lluvia. Entiendes, no ayudas cuando a ti mismo no te ayudas. Tu furgoneta es muy grande y puedes con cualquier cosa.
Si es verdad que, a veces me siento así. Pero con el paso del tiempo me voy sintiendo más vulnerable.
La vida te va enseñando, maneras de afrontar las cosas y sin embargo, como respuesta, nosotros cerramos los ojos, para no querer ver. Entiendes Juan.
Claro que lo entiendo, pero como hacerlo.

Empezando a decir que no a alguien, puedes.

viernes, 16 de septiembre de 2016

EL NUEVO CAMINO




Dos amigos comentan la actualidad política y encuentran mil razones para encontrarse mal, con la actuación de los mismos.
Las noticias brindan un montón de argumentos para sentirse de esa manera, solo hay que sentirse en ese camino y encontrar una actitud de rechazo que se generaliza a que todo funciona mal. Sin embargo van a comprar pan y encuentran el mismo recién hecho, el camión de la basura recogiendo los desechos de los diferentes hogares y tiendas. Los autobuses llegando a sus paradas.
Juan y Alberto se dan cuenta que han generalizado unas noticias puntuales, pero expresadas, en diferentes medios, se convierten en un ruido que llega a molestar a nuestros oídos y nos hacen estar irritables.
Se preguntan quien recibe un beneficio de esta situación. Desconocen quien o quienes son los responsables, pero encuentran que ellos, también, son altavoces y por tanto responsables de un sin sentido.
Pues ellos se han hecho eco de esos comentarios y les ha creado una respuesta, irritante y han sentido el descontento, cuando, en teoría, venían equilibrados.
Alberto comenta nuestro papel en esta manera de pensar y de proceder. Por ello dice el poder integrativo, que hacemos para no  entrar en un camino que nos hace daño, personal y socialmente.
Comienza a decir que igual que la gente esta cuidando su alimentación y se acude a más gimnasios. Descuidamos la manera de pensar y de recibir las cosas que se nos ofrecen. El cambio de valores que tenemos que hacer en nuestras mentes.

Juan asume y dice que van a practicarlo y que contaran con el apoyo mutuo para reflejar cuando nos desviamos de ese propósito. Piensa que la inercia nos hace ir al camino que no queremos, pero siempre se puede cambiar y ser los conductores de nuestras propias vidas, ya.

jueves, 15 de septiembre de 2016

LA ROTURA DE LA DINÁMICA.




Parece como si la dinámica fuera desear llegar a lo más alto, tanto laboral como socialmente. Siempre esperas que el éxito colme tus deseos personales. Como si te tocara la lotería fuera un síntoma de arreglar tu vida personal.
Pero sin embargo hay personas que han llegado a ese pedestal y lo que han encontrado es que no les gustaba lo que había por tanto, quieren volver desde abajo. Pero con una función de ayuda más que de meta. Sentir que el trabajo que desarrollan es tan importante para ellos como para las demás personas.
Han necesitado un cambio de valores y por ello no dudan de desprenderse de todas aquellas cosas que te encadenan e impiden el gozo de tu vida personal.
Unos los consideran tontos, otros locos y sobre todo valientes por fijar sus objetivos en encontrarse bien, consigo mismo.
No dudan en hacer otra cosa que sea diferente a los patrones, que tenemos incorporados a nuestras mentes. Saben que la materia ata, sobre todo cuando es superficial.
Y por ello no dudan de regalar a personas que ansían esos objetos. Sienten que con cada donación ellos se vuelven más ligeros, por ello sienten una agilidad, para ser más libres.
Desde banqueros o directivos de empresas comprenden que su vida es cada vez peor, se sienten en la espiral que te ahoga y ven como compañeros suyos fallecen por haber aplicado a su corazón un ritmo de dieciocho horas.
Entienden que hay que desprenderse de su ego y comenzar un nuevo caminar, pero por supuesto, en otra dirección.

Y esta en la ayuda casi sin contrapartida. Comparable a cuando dejas de fumar y consigues que el sabor en los alimentos vuelva a aparecer, que los olores lleguen a poner otras notas desconocidas, antes. Que descubras tu propia esencia.

miércoles, 14 de septiembre de 2016

ANALOGÍA CON LOS BARCOS

La vida se puede comparar con un barco. El mar siempre es el mismo pero las situaciones o inclemencias temporales, son diferentes. Desde el mar calmado, donde apenas se levantan olas a marejadas que pueden llevar al hundimiento o muerte. Nosotros vamos preparando a nuestro barco, con pintura, arreglando motores, o dejarlo que aguante lo que pueda, con lo cual la navegación se va convirtiendo en problemática y a veces, necesitar ser remolcado hasta el puerto donde hacer los arreglos básicos.
Dependiendo como nos tratemos el barco será un calvario o un agradable pasaje. El tiempo atmosférico, es secundario. Nuestro barco aguantara hasta que un día ya no pueda, rompiéndose entre las saladas aguas.
Los cuidados y el mantenimiento del mismo están a nuestro cargo y por tanto somos responsables de su comportamiento en la vida o en el mar.
La analogía con la el transporte vale ver que si no nos cuidamos el barco, puede ser un casarón de nuez en medio de las aguas, nuestro cuerpo es lo más maravilloso que tenemos, sino lo sentimos así. Vamos dejándole que vaya en punto muerto, donde las corrientes te transporten, si surge la novedad pero habremos perdido la decisión de lo que queremos y el destino elegido.
Las inclemencias temporales nos dan un grado de reflexión, que sino sabemos aprender, repetiremos las mismas en más ocasiones, hasta que aprobemos el examen.
El mar puede ser un lugar donde se acumulan muchos miedos, pero también es nuestra oportunidad de sacar una excelente nota y darnos la seguridad que, a veces, tanto añoramos.
Al soltar las amarras que te sujetan a la seguridad del puerto, es cuando se produce nuestra verdadera navegación, lo otro solo han sido juegos. Cada día volvemos al puerto, vamos a nuestro lugar de atraque. Nuestra casa.

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martes, 13 de septiembre de 2016

EL VIAJE EN METRO


Hoy Juan se ha levantado observador, quiere ver el comportamiento de las personas en un medio gris, como puede ser el trayecto en metro.
Como es temprano, la gente por mayoría se dirigen a sus trabajos. Lo primero que le impresiona es el trabajo que ponen las chicas jóvenes, principalmente, para salir de casa, como mínimo se han levantado una hora antes de tomar el medio de transporte.  Para que su imagen no se encuentre de cualquier manera. Han elegido la ropa conjuntada, con los elementos compaginadores. Creando una imagen que quieren proyectar, no falta el perfume que desprenda su olor característico, aunque a veces, coincida con el de otra pasajera, la publicidad unifica criterios y gustos.
Como no se puede perder el tiempo el teléfono es lo más socorrido y montones de vistas, fijas en las minúsculas pantallas en busca de la comunicación, no contestada o pasar el rato con la música o el juego que te distraiga, de lo que te rodea. La mayoría va escuchando canciones seleccionadas, y algunos bajan los ojos esperando encontrar la experiencia onírica que dejaron en la cama.
Alguno se cubre leyendo el periódico gratuito, tomado a la entrada, algún libro de papel y muchos electrónicos. El objetivo es hacer algo, no se puede estar perdiendo el tiempo mirando a quien tienes en frente, pues parece que invades la parcela de la intimidad personal.
Juan quiere vivir esos momentos, ya que en otros, se ha comportado de la misma manera que hoy observa. También algún chico pequeño que será llevado a casa de sus abuelos para que restablezcan su enfermedad, pasajera.

La tónica general es tener prisa y estar lo mínimo posible, en este medio subterráneo.
El viaje se termina y los pasillos, como arterias, desvían a cada persona a una salida diferente.


lunes, 12 de septiembre de 2016

LA MAÑANA




Juan sale de casa temprano, ha quedado con Alberto, pero se va deteniendo en diferentes sitios del recorrido, es como si el espacio observador se hubiera colocado dentro de él. De primeras fue un grupo de gorriones que son sus pequeños trinos querían minimizar el tarugo de pan duro, la lucha por poder obtener parte de su comida es nerviosas. Juan se aproxima y con su suela reduce a polvo o cachos más pequeños, luego sale del lugar para que puedan llegar a tomar su parte. Lo observa desde la esquina, como de uno a uno van bajando para obtener su parte. Juan se siente satisfecho.
Más adelante un hombre aparca su furgoneta de reparto y comienza a sacar sacos de harina con destino a la pastelería. También observa como los amontona en la carretilla. Unos cincuenta metros arriba un furgón que transporta de dinero se para en la sucursal bancaria. Los empleados miran varias veces a cada lado y realizan su función.
Así va demorando la llegada a la casa de Alberto. Que le espera con una infusión humeante, junto a la ventana del salón. Juan le describe su recorrido y le comenta que en nuestra vida suceden muchas cosas, como la yema del árbol frente a su casa. Y por prisas, dejamos de ver todas las cosas que nos rodean.
Toma la taza entre las dos manos, para sentir el calor que le falta a la mañana, mientras que Alberto, comenta, mientras le esperaba que ha estado colocando papeles, que nunca encuentra tiempo para hacerlo. Con lo cual  está de acuerdo con el tema de la prisa. Esa que hasta lleva a alguna carrera para cruzar la calle y no perder tiempo, esperando que la luz vuelva a cambiar a rojo.
Toman, la infusión sintiendo su aroma

viernes, 9 de septiembre de 2016

EL ESPEJO

Una vez Margarita acudió a un terapeuta, con una gran desvalorización personal. Su imagen descuidada su cara invitando a ofrecerla una moneda para poder sobrellevar la vida.
Juan, su terapeuta la ofreció, mirarse en el espejo. Margarita rehuía el hacerlo y fue mediante, ofrecerle la mano y acompañar frente al espejo, una vez colocada, delante de él. Sus ojos miraban hacía abajo evitando el contacto visual. Solamente las palabras de apoyo consiguieron alguna mirada furtiva, hasta que fue capaz de colocar sus ojos frente a ellos, en ese momento surgió una fuerza interior, para comprobar el estado de su pelo y de su piel deshidratada, mate, sin brillo. Tomo la conciencia de su desvalorización. Pero Juan no se cebo en buscar sus defectos sino en potenciar las virtudes que ella posee.
Noto ese chispazo que le enganchaba a la vida que tanto había esquivado. Margarita fue a la peluquería, compro un aceite corporal, para recuperar la piel reseca. Jubilo ropa de trapos. Y su mirada consigue mantener la horizontalidad, en vez de la mirada sesgada hacía abajo.
Juan había instalado un espejo, porque se dio cuenta de un problema de autoestima bastante grande en las personas que le consultaban, pero nunca había visto un problema como el de Margarita. Margarita volvió al mes para agradecerle su empujón o su acompañamiento hacía el enemigo, como ella concebía la imagen reflejada por el espejo.
La autoestima esta detrás de tantas desvalorizaciones que encuentra en las personas consultantes.
Margarita pasó a encontrarse bien consigo mismo y por tanto a mirar al mundo con otro brillo y otra disposición, por supuesto, mejor.

Pero Juan sigue buscando la chispa que a cada persona necesita para entender las cosas de otra manera y sabe que esa búsqueda esta en la escucha, para encontrarla, ofrecérsela y actuar.






jueves, 8 de septiembre de 2016

LA MARIONETA




Un día una marioneta encuentro vida, mientras la manipula el hombre que la encuentra en la calle.
La marioneta se pone contenta porque vence su anquilosamiento, su estabilidad.  En su cara esta dibujada una sonrisa. Tiene un vestido azul oscuro de donde resaltan estrellas, sol y luna, en amarillo.
Como se puede encontrar contenta un ser inanimado. Es una contradicción que toca superar.
Juan ha sido siempre una marioneta, sin darse cuenta, se cambia a ese objeto, motivo de risas y de mofas, en las fiestas infantiles. Y permanece quieto esperando que alguien le de nueva vida, curioso que se prescinda de la propia vida para hacer la que otros te dicen y hacen.
Pero Juan se quito la responsabilidad de decidir. Y se dejo llevar al muñeco inerte. No quería discutir con nadie, no quería conflictos en su vida. Siempre supo lo no querido. Pero nunca experimentaba su vida, por ello su transmutación a este ser.
El hombre toma cariño a este muñeco y experimenta con él, para dar una actuación a sus sobrinos. El domingo será el día grande.
Ensaya un cuento y quiere hacerlo ante sus seis sobrinos. Juan se siente entusiasmado, por fin va a valer para algo y para alguien.
Durante la semana las pruebas son diarias, matiza la voz y el movimiento de las extremidades, así como el de la boca.
El día fijado, es introducido en una bolsa de plástico de una frutería con destino al gran teatro, la casa de una de sus hermanas de su propietario actual.
Improvisan el escenario y se ponen los chicos sobre la alfombra, esperando que sale detrás del mueble. La marioneta hace su aparición y comienzan unos aplausos de nerviosismo, se les ha preparado durante la semana para esto.

Juan esta radiante, es el actor principal. 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

ALBERTO Y JUAN, SOBRE LA DISCUSIÓN




Alberto y Juan, hablan sobre lo fácil que es discutir. Ellos también lo hacen a menudo. Pero encuentran en la diversidad, nuevos puntos de aprendizaje.
En el afán por mostrarse diferentes y no gregarios, surge la posición contraria. Si nos damos cuenta no es difícil encontrarla y hasta defenderla.
Juan asiente, pero Alberto no le queda claro el fin último que se consigue con la discusión.
Juan discute con él, saca su punto de vista bromista, pero entiende el motivo como el diferenciarse para sacar una variante que personalice nuestra manera de entender las cosas. Esto, da carácter. Tenemos la diversidad de pensamiento, por ello tenemos que hacernos un hueco dentro de ella.   
Si Juan pero crees que realmente es eso o por la necesidad de competir.
Al fin y al cabo, compites para ser diferente, mejor. Creo que puede ser un sinónimo. Si una persona se encuentra bien, no es necesario que lo vaya demostrando y por tanto rivalizando. Solamente es cuando la seguridad en uno mismo, no la tiene clara y definida, creo que de esta manera, se actúa en la necesidad de debatir con posturas diferentes.
Te das cuenta que entre nosotros mismos, evitamos temas, que nos pueden llevar a enfrentamiento, no tenemos la necesidad de romper una amistad por una victoria, entre comillas, con un resultado desalentador.
Si eso ocurriría, cuando hayamos llegado al tedio, donde no nos aportamos nada, muy al contrario nos sentimos robados.

Curiosa, nuestra manera de entender las cosas. Cuando vamos descubriendo cada día, nuevas cosas y las compartimos, nos sentimos más entusiastas, derrochamos vida por los cuatro costados. Pero si el día no te aporta nada, no nos damos cuenta nuestro papel protagonista, en el que la suerte no viene a nosotros, la hallamos en todos los momentos, si así queremos.  

martes, 6 de septiembre de 2016

NORMALMENTE PERDEMOS LA PERSPECTIVA DE...




Normalmente perdemos la perspectiva de nuestro ser, somos humanos y vivimos con otros que nos ayudan en nuestra vida. Dentro de la categoría de sociales, gracias a la labor de cada uno de nosotros, nuestra vida es posible. Desde los albañiles que construyeron nuestras casas, hasta los agricultores pues plantaron nuestra comida, los transportistas, los expendedores, todas las personas que facilitan nuestra vida y sin embargo nos afanamos en buscar gente que nos fastidia la vida. La única referencia encontrada es quien nos rompe nuestro estado de bienestar.
Puede ser que sea el uno por ciento de nuestra vida, pero lo colocamos en primer lugar olvidando el resto, todo aquel que facilita nuestra vida. Nuestro gesto al pasear se hace duro, de circunstancias. La seriedad aflora en nuestras caras como estatuas donde no hay más luz que la que aparece en una sonrisa, ocurrida de cuando en cuando.
Es un uniforme por el cual transmitimos nuestro estado de ánimo, curiosamente coincide con el resto, noventa y nueve por ciento, de  seres humanos.
Va siendo el momento en producir la transformación y sentir que tenemos un montón de cosas por las que debemos sentirnos contentos, felices. No hay que hacer cosas extraordinarias. Tan fáciles como sentir el día en si y en cualquier lugar en que nos encontremos.
Cuando volvemos a nuestro ser la cosa cambia, dejamos todos los estereotipos que se han fijado como una lapa y son la razón de nuestra conducta, pero siempre, porque lo hemos permitido nosotros.
Nadie tiene el poder de darnos la felicidad, podemos estar en paisajes idílicos pero de que sirven si tenemos una capucha en la cabeza.

Si buscamos enemigos los tendremos por todas partes. Si buscamos compañeros de viaje, también los tenemos a nuestro alrededor. No hay que realizar nada extraordinario. Vivamos.

lunes, 5 de septiembre de 2016

LA ÚLTIMA PARTE DE LA VIDA DE ALI.




Ali es un muchacho africano, llego aquí hace cinco años en una patera, su condición de tener la piel negra. Es una traba para conseguir la normalidad en su vida en un país extraño, donde las oportunidades están para pocas personas, no como la imagen que le habían ofrecido en su sueño europeo. Su llegada no fue ni siquiera por la puerta de atrás, sino por donde se saca la basura. Ha dormido en la intemperie protegido por cartones, ha comido restos de comida, obtenidos de contenedores de desechos. Solo la comunicación con otros en su estado de exclusión, le han permitido vestirse y dormir en una cama.
La marginalidad le ha ofrecido poder obtener dinero de una manera fácil, pero el miedo a la policía y la expulsión del país es tan fuerte, su respuesta fue desestimarla.
Pero el alcohol, le ha dado un punto euforizante, por sentirse bien. Y el dinero que obtiene por pequeños trabajos se emplea mayormente, en la compra del mismo, la comida escasea en su dieta y su delgadez va en aumento.
Ali se va convirtiendo en una penumbra que es el paso siguiente al de la sombra. Y comienza a retar a toda persona que no es de su color, como un enemigo a batir. Por ello reta a una pelea a cualquiera. Se le ignora pero molesta. Se le ve como el pobre loco, que apenas puede sostener la verticalidad de su cuerpo.

Un día, un rudo visitador de gimnasios acepta su oferta, con ganas de divertirse a costa de alguien que cuestiona su forma física. Al salir del metro, aprovechando que hay poca gente y el manto de la noche, comienza a recibir golpes, sin dar defensa, solo el brotar de sangre de las diferentes partes de su cuerpo. Ali fallece.

viernes, 2 de septiembre de 2016

EL NEGOCIO DE JUAN




Visto de una manera personal, su vida, la de Juan, se reduce a aumentar sus ventas para tener más dinero. Ese que te da la seguridad, aunque no tengas tiempo de gastarlo para conseguir cosas que te dignifican o te abstraen de tu realidad.
Juan tiene un pequeño negocio, pero sus artes de vendedor, le hacen que funcionen muy bien. Dedica casi todas las horas del día en torno a él. Como su vida es su trabajo y funciona también el objetivo es poner otro para conseguir más beneficio. Su razonamiento le dirige a buscar un nuevo local y el personal para llevarlo. Aquí comienza el problema, encontrar a la persona que muestre tanto interés como él.
Pone un anuncio buscando dependiente, no tiene problema en una semana le llegan ciento once currículo.
La entrevista la hace un domingo lo que hace que veinte personas, ni asistan.
No se valora experiencia en el puesto sino la disposición para trabajar como el quiere. Después de estar abrumado, haciendo conversaciones con candidatos. Escoge a tres, pero en un encuentro posterior, se da cuenta que no es quien necesita. Pero el tiempo apremia, elige a dos.
El resultado no es él que el deseaba. Ninguno muestra mucho interés por el negocio y el resultado. Es perdidas económicas y personales
La solución es volver a poner un anuncio para encontrar nuevos candidatos, pero se siente que necesita enseñar su método y no puede retrasarse mucho.
La respuesta es otros cien currículum.
Nueva entrevista y de nuevo otras tres personas, en las que tiene que decidir con dos. No le termina de llenar, pero el tiempo acucia y hay que decidir.

De nuevo emprende una segunda etapa pero la respuesta es la misma. Siente que ha fracasado, cierra el local. El dinero guardado se extingue.

jueves, 1 de septiembre de 2016

FILOSOFÍA DE LA REALIDAD




Juan y Alberto se reúnen, de nuevo, en sus charlas sobre la vida.
A veces la realidad me parece una ficción y me da que pensar en que lado estoy, comenta Juan.
A mi también me ha sucedido y llego a pensar si todo es un sueño, solamente la memoria me recuerda que las cosas sucedieron y eso me da una cierta validad, responde Alberto.
Pero cada uno puede modificar la sensación que tuvo en el pasado, por ello no es un buen anclaje. Te llevas a cuestionar todo lo que estas viviendo según la manera en que entiendes las cosas. Responde Juan, frotándose la cabeza.
Al tocar estos temas es como si un vértigo se produjera dentro de ti y te deja con las piernas al aire, lo cual te sientes una sensación de falta de tierra, de estar en un espacio etéreo donde la especulación puede campar a sus anchas.
Si pero está situación puede darnos la forma de la creación de una nueva manera de pensar, donde la energía que emana de nosotros es lo material, aunque esto sea antagónico y sean dos conceptos tan difíciles de mezclar como el agua y el fuego. Nos da manera de pensar de una manera diferente, comenta Juan.
Claro pero esto es cuestionarse todo lo que hemos aprendido, en este periodo de vida.

Si pero el hombre está en continuo movimiento, no hay bases que no puedan cambiarse. Esta es la gracia de la vida. En nuestra mano, podemos coger el camino que nos guste, es la libertad de sentir, de lo único en que somos dueños, es nuestro poder y fuerza. Creo, es lo que da sentido a nuestra vida, cada persona lo manifiesta de diferentes maneras, pero al final todo tiende a ello, subraya Juan, mientras sonríe nuevamente.