viernes, 29 de julio de 2016

CADA VEINTIOCHO DE MARZO




Cada 28 de marzo, se tiene la costumbre de dejar un objeto en la casa del vecino que se tiene a la derecha. El objeto tiene que tener un gran valor material. Con ello se quiere compartir con los demás. La norma se modifico cuando se construyeron pisos en altura, haciéndola de abajo a arriba, siempre hacia la derecha. Este se devolvía el 28 de septiembre de ese mismo año. Para algunas personas salvaguardar el testigo, significaba un gran problema, por lo pobres que algunos eran. Unos lo dejaban en sus cajas de caudales pero otros tenían que esconderlo para que pasara desapercibido.
Cuentan que cuanto más valor tenía el objeto depositado mayor sería el beneficio obtenido, por ello lo que se entregaba solían ser joyas, en algún caso lingotes de oro. Por supuesto los depositarios no podían hacer uso de los mismos en ese periodo de custodia. Todo tiene un significado simbólico, el cual todo el mundo acepto, por ello se convirtió en una norma, con función de ley. Ya se sabe que la costumbre hace la misma.
Juan esta pasando apuros económicos y pensó empeñar las joyas entregadas en deposito para obtener el dinero suficiente y recuperarlas para la fecha prevista. Pero las cosas no siempre son como uno prevé y el día llega. No sabe como afrontar su mala acción. Por ello cuando quedan dos días abandona el domicilio. Coge unas maletas, las mete en el coche y desparece sin decir nada a nadie. El día de entrega siempre se hace con un fuerte abrazo con el vecino, pero una familia no recibe sus valores. Se ha transgredido la norma, por ello se denuncia al comisionado de la ciudad.

Juan piensa que está deshonrado por ello no quiere volver a su casa. Prófugo de su vida, expatriado. 

jueves, 28 de julio de 2016

LAS MANOS MUGRIENTAS




Se acerca a un matorral, dentro del parque urbano, entre sus ramajes busca una bolsa de plástico con sus ropas y la toma con su mugrienta mano, había ido a comprar algo de fruta, por supuesto de la mas machacada, la que todos desprecian,  y se la dejan más barata, allí ya le conocen desde hace un mes.
Juan ha perdido todo ha sido victima de unos vientos que no soplan a su favor. Pero sobre todo sabe que estos cambiaran y harán remontar su rumbo, por ello no pierde la sonrisa y la ilusión. Trabajo de informático en una empresa que de la noche al día, dio el cierre. Unos directivos habían desviado el patrimonio de la misma. Todo era alquilado y los activos los han desviado a otras cuentas. Juan se encuentra en la calle sin indemnización, fue perdiendo todo lo que tenía y no había cotizado lo suficiente para recibir ayuda estatal. Su mujer se fue con los dos pequeños a casa de sus padres haciéndole responsable de la situación en que estaban, demasiadas razones guardadas en un cajón para justificar su actitud.
Unos baños públicos le permiten asearse, pero no quitar las cicatrices o la basura  que se genera día a día.

Se acerca a la asociación de vecinos y se ofrece para dar clases gratuitas de informática. Sobre todo a personas mayores que son las que más les cuesta adaptarse a los nuevos tiempos. Le aceptan y buscan ordenadores de segunda mano para hacer un aula. Cuando le dicen donde vive y un teléfono, simplemente responde que en la calle.  Se interesan por su situación y le buscan un piso compartido y un local para hacer arreglos de ordenadores. Varios chicos van a aprender con él. Parece que el aire va toma la dirección correcta

miércoles, 27 de julio de 2016

UNO DE LOS TABÚES DE LA VIDA




Juan y Antonio estaban hablando sobre uno de los tabúes de la vida, sobre la muerte.
-   La verdad es que es una angustia pensar que después de la vida no habrá nada, da un cierto vértigo. Comenta Juan.
-   Si, pero puede producir angustia, también,  el saber que tras el paso de esta vida llega una vida eterna de encontrarse en las mieles del cielo o en los fuegos del infierno. Subraya Antonio.
-   Yo siempre he creído que lo más importante, es lo que hacemos en esta vida y como la sentimos. Más que  especular con que pasara, una vez muerto el cuerpo físico, que ocurre con nuestra alma.
-   Creo que llevas razón, mientras pensamos en que puede ser en el más allá, nos despreocupamos del más acá. Despreciamos el aquí y el ahora. Es tiempo que invirtamos los términos. Nos preocupa mucho el paso del tiempo y sin embargo perdemos, el mismo, simplemente, imaginando las representaciones que otras personas nos han dicho. Empleamos montones de horas en recopilar las mismas e imaginar como puede ser. Sin darnos cuenta de la pared que tenemos en frente o el árbol, o la persona que pasa a nuestro lado, o el pájaro que picotea las miguitas de la acera, o de oler o de oír o de sentir todas esas cosas que están ahí y forman parte de nuestra vida.
-   Si; Juan, estoy de acuerdo contigo, aunque me da rabia el pensar como nos podemos dejar llevar por un sentimiento que no es el nuestro, sino que hemos adoptado sin llegar a razonarlo del el corazón, no de la lógica, científica.

-   Quizás ese sea el camino a seguir, abandonar los cauces “normales” y experimentar con los otros canales, sin que ello te haga perder la realidad díaria

martes, 26 de julio de 2016

EL FIN DE SEMANA DE MARTA Y CLARA




-        Ayer estuvimos en la piscina con los niños, terminamos muy cansados cuando regresábamos a casa por la tarde. Comenta Marta a su vecina Clara.
-        Nosotros estuvimos en el pueblo, pero entre el calor y la caravana de ida y vuelta no lo hemos disfrutado.
-        Siempre que se hace algo nuevo nos ayuda a cambiar.
-        Pero de verdad el calor, a pesar del aire acondicionado, que no le puedes llevar todo el tiempo, sino terminas con la garganta hecha pure.
-        Si Clara pero fíjate que has estado tres días fuera y resumes en los espacios del tiempo de ida y vuelta. Has ignorado todo el resto del tiempo. Yo cuando digo que terminamos muy cansados es porque nuestros músculos no están habituados a nadar y eso se nota, haces movimientos que no estas acostumbrada.
-        Entiendo lo que dices, Marta, pero para mi una caravana significa desesperación y más cuando hay un calor sofocante.
-        Si pero, tienes que darte cuenta que, has pasado sesenta horas fuera y te has quedado con lo malo. Piensa en cosas en las cuales te has encontrado a gusto. Tu viaje habrá sido de otra manera y la ida y la vuelta solo serán anecdóticos. Piensa, Clara, lo que te digo. Solo estás manifestando que te encuentras mal.
-        Bueno ya sabes mis problemas y quizás lleves razón. Tengo puestas unas gafas de color negro, lo cual me hace difícil, encontrar el gusto a cualquier cosa. Ya en el coche comenzamos a discutir y los niños se encontraban nerviosos, que se manifestaban con llantos, de llamada de atención. Nos estaban diciendo su incomodidad de lo que estaban viviendo.

-        Te das cuenta, Clara. Ahí esta el problema, no en el cansancio de la piscina, como me ocurrió a mi. ¿Entiendes?

lunes, 25 de julio de 2016

TRES PARES DE OJOS




Como tres pares de ojos blancos que destacan sobre su piel oscura. Buscan la ayuda que Internet no lo ha logrado. Están en un país diferente donde no se habla la lengua que ellos utilizan normalmente. Con la desesperanza de haber sido engañados no saben a donde dirigirse. Uno de ellos sale a la desesperada a encontrar ayuda y hacerse entender, su teléfono aquí, no vale para nada, no hay señal, tampoco hay wifi para comunicarse.
Pero la voluntad de encontrar ayuda es más importante que fronteras e idiomas. Consiguen que alguien les pueda entender y les presta su móvil para poderse entender con un contacto que tienen en esta ciudad.
Empiezan a formarse luces donde había una oscuridad. La pareja que les presta su ayuda les acompañan al nuevo sitio de residencia, se encuentran cansados desde que salieron da su país mas la incertidumbre de que será hasta el día siguiente que tendrán que trabajar en colaboración de otra empresa. Afortunadamente tienen dinero para poder alojarse en otro sitio.
Los ojos comienzan a tener un brillo. El agradecimiento surge de su expresión. Cuentan que en el desierto cuando pides ayuda es como si te pusieras en manos de la persona a la que has solicitado la misma. Esta hará cualquier cosa para que tu supervivencia sea factible.
La historia es de un territorio hostil, la mayoría de la tierra no se encuentra en las mismas circunstancias pero es una lección de comportamiento, hacía todas estas personas que nos rodean de una u otra circunstancia.

El mismo valor tiene el ayudar como ser ayudado, comienza una escala de valores diferente a las que tenemos grabados en los surcos de nuestro cerebro y hacen que nuestro comportamiento sea de extraños, con personas con el mismo blanco de ojos y misma necesidad.     

viernes, 22 de julio de 2016

LA AMISTAD ENCANGRENADA




Ana y Clara son dos amigas que cada tarde de viernes van hacer la compra de la semana, para ello, se ayudan del coche de Clara. Y así eligen que cenaran la noche del sábado en que se reúnen con sus parejas en casa de una u otra alternativamente. Al tener gustos parecidos la compra se produce duplicada y como los gastos son a medias. Cada una aporta la mitad del dinero. Esta tradición hace que en alguna semana no hayan coincidido, por circunstancias externas. Se encuentren como perdidas. Sus maridos también tienen gustos similares y aficiones deportivas. Lo cual hace que sean cuatro en lugar de dos parejas. Las vacaciones, también son conjuntas.
La buena armonía es envidia en otras personas que tienden a mal meter ideas que no son y que pueden crear la enfermedad.
Las cuñadas de Clara son bastante envidiosas, y a la que pueden quieren mostrar que los amigos de ella no son tan buenos. Esa semilla siempre ha caído en campo baldío. Nunca ha prosperado. Pero un día le dio que pensar y la relación entre las parejas dejo de ser tan buena, ya se empiezan a adivinar dobles sentidos y cosas que no son.
Con lo cual esa semana no fueron a por la compra común. Cada una lo hizó por su parte y ese sábado, no se vieron. Los maridos tampoco se vieron tras las explicaciones que Clara le hace saber.
Se sientan a analizar situaciones y hacen un ovillo, que no estaba en ningún lado pero de pronto se construye y encima se le aportan argumentos que justifican las conjeturas.

El cáncer acaba de tener forma, estructura y dimensión, directamente, como una bola de nieve se va haciendo más grande y ya el paso siguiente es la ruptura, se acabo deciden.

jueves, 21 de julio de 2016

TRES DÍAS




Clara es una mujer que lo primero que se ve de ella son sus grandes gafas de miope. Quizás en una fase de su vida se negó a ver y como consecuencia le ha quedado una visión muy corta, solucionado con unas inmensas gafas.
Clara trabaja en un organismo municipal de ordenanza, y es el filtro para dirigir a las personas que por allí pasan. A veces le sale, una pequeña tartamudez que agudiza con una sonrisa, como queriendo quitar madera a la hoguera. Se siente querida y sobre todo importante, pero demuestra su voluntad de servir a quien ella atiende, no duda en abandonar su mesa para acompañar al destino solicitado.
Un compañero la propone ponerse lentillas para liberarse del peso en la cara. Como ella nunca se ha valorado, nunca le paso por la cabeza, esa posibilidad.
Pero hoy ira a la óptica para valorar la posibilidad. Tras la jornada laboral come y marcha a primera hora.
Frente al espejo descubre sus ojos en forma ovoide, con sensación de pena. Mientras el óptico procede a graduar su visión. Le coloca unas lentillas, que su ojo nota como extrañas pero al mirar descubre aspectos que no había sentido.
Sale del establecimiento muy contenta y en tres días iniciara un nuevo estado. Sin darse cuenta, Clara, comienza una transformación, que hace conseguir ver cosas que para ella pasaban desapercibidas. En tres días su percepción del mundo comienza. No le da miedo pues ha vivido mucho tiempo en el "pobrecita". Descubre el mundo y sabe decir que no.
Su vestuario comienza a cambiar, ya no evita salir después del trabajo, se junta con los compañeros, algunas tardes y nota la mirada masculina, cuando la había sentido como esquiva.

Solo han sido tres días, pero por algo, ella empezó a ver claro.

miércoles, 20 de julio de 2016

EL RESTAURANTE DE ANA Y JUAN




Juan y Ana se juntan para poner un proyecto en común, tienen que renunciar a muchas cosas pero tienen que ganar otras tantas. Pero sobre todo recuperar la ilusión que, a veces, se ha perdido.
Su proyecto es montar un restaurante, pero no al uso normal. Será para dar comidas de lunes a viernes al medio día y hacerlo, solo entre los dos. Emplearan siete horas con un horario, relativamente cómodo.
Lo hablaron pero no se han sentado a dar forma al mismo. Saben con lo que cuentan a nivel económico y el posible sitio. Cada uno por su parte ha realizado averiguaciones sobre cosas necesarias. Pero han ido dando palos de ciego sin un objetivo claro.
Ambos tienen que dejar su trabajo, que a ninguno les satisface, pero les da la seguridad del día a día.
Es el momento de afrontar sus miedos. Ana le confiesa que esta acojonada pero ilusionada. Juan reafirma palabra por palabra.
Juan le habla del local que ha visto en el que tienen que hacer poca inversión, pero siempre se puede ver más locales. Es una zona de oficinas, con lo cual aseguran que con un precio asequible puedan tener una clientela firme. La palabra crisis aparece como fantasma, pero Ana dice que sino se vence nos quedamos donde estamos. Ella le explica las veces que ha tenido que hacerla frente y donde está. Suficiente motivo para emprender una idea nueva, donde puede mostrar su arte culinario. Juan se encargaría de la parte de relaciones públicas.
Ambos han ido hablando con sus amigos y cuentan con la ayuda de todos ellos, pues se sentirían participes de ese nacimiento. Con lo cual el empeño tiene cimientos necesarios. Con microcréditos entre ellos conseguirían lo que les falta, económicamente.
La construcción va tomando forma.

La ilusión también. 

martes, 19 de julio de 2016

EL DIALOGO DE SORDOS




El dialogo de sordos se abre cuando dos posiciones enfrentadas, comienzan a tener posiciones que se prevé enfrentadas.
Entonces nuestro conducto auditivo se formara un tapón que impide la audición con el interlocutor. Entonces se eleva el tono de voz, se empieza a gesticular como ocurre con las personas que padecen la sordera, mueven sus manos como queriéndose hacer entender. Cosa difícil cuando no hay voluntad de entendimiento. Cada vez se levanta más la voz y la oreja como consecuencia, se cierra más.
Solamente se reanudara, el dialogo, cuando una de las dos personas tenga la voluntad de bajar la tensión en la escena que está producida, solo entonces se recupera la comunicación. Y solo entonces surge el lado humano, donde podemos aprender y expresar como nos encontramos.
Juan  con Ana se encuentra en esta misma posición. Hasta que Ana, con su pasado de discusiones en la familia, ha aprendido como modificar las situaciones y las rebaja de tensión de tal manera, que Juan reconoce el empecinamiento que ha tenido y desemboca en un desencuentro, todo con des.
Juan entiende pero a veces se deja llevar, con lo que ve en su alrededor. Por supuesto, que no es un gran aprendizaje, pero le hace reaccionar como sus conocidos y amigos.

Ana si ha aprendido de su pasado, en el que su familia se gritaba con bastante frecuencia. Era, la casa, como una jaula de grillos, donde se oye ruido pero no palabras. Donde los vecinos les rehuían como seres apestados, que no sabían comportarse en sociedad. Vivió su infancia y adolescencia en una vida, que a ella, no le gustaba. Y por ello lucho, para que la inercía no le llevara a situaciones de su pasado, en las que se sintió infeliz y rechazada. La desvalorización era moneda de cambio. 

lunes, 18 de julio de 2016

EL ACUERDO ENTRE JUAN Y ANA




Juan y Ana comparten vida desde hace dos décadas, en este tiempo han sentido cosas muy diferentes, tanto para bien como para mal.
Juntos han vivido el fallecimiento de seres queridos. Nacimientos de personas, también amadas.
Sin sabores por posiciones encontradas. Pero su balance se puede totalizar como positivo. Eso hace que su vida se llene. Pero hay momentos, de rutina que se baja la guardia y como una caja que se abre, aparecen fantasmas y lógicamente no te gusta vivir con fantasmas o situaciones de rechazo. Son esos momentos lo que hay que controlar para igual que aparecen desaparezcan. Entienden que tienen que tener una llave que desconecte cuando se genera esta rutina.
Juan y Ana dan vueltas y su planteamiento es elegir una palabra neutra que, tras un acuerdo, rompa el momento de crisis.
Juan propone la palabra “llave”. Ana no le suena bien, pero entiende que tiene que ser neutra para no desbaratar emociones y que una vez asumida por los dos, comienza a tener su poder, valido, exclusivamente para el entorno de ambos.
Aceptan y la escriben, con unos lapiceros de colores comienzan a darle el color que han elegido y pintan unas estrellas en torno a ella, como motivo de realce.
Ana dice que parecen niños, pero en realidad lo que están haciendo es un contrato con el valor que ellos le quieren dar, por supuesto sin valor jurídico, cada uno recibe una copia firmada por ellos.
El acto que han expresado, les resonara en la medida que lo mantengan vivo, sino será, como la planta que sin atención y sin la luz necesaria, perecerá.

Tan orgullosos están, que piden hacer una celebración. Así lo hacen y salen a cenar, al sitio que tantas veces les ha reunido. Lo extraordinario esta en las cosas ordinarias.

viernes, 15 de julio de 2016

LA OFERTA DE TRABAJO




Al levantarse recoge la ropa que eligió la noche anterior y se viste con la premura que la hora le indica. Hoy ha tardado más de lo normal en liberarse de las sabanas, que como escudo protector le invitan a quedarse entre ellas.
Tiene que estar lo suficiente lucido para que la entrevista de trabajo sea el paso para poder obtener el puesto de trabajo que le permita vivir.
No sabe a cuantos sitios ha ido con su currículo, ofreciéndo a empresas que ni conoce a que se dedican, ni actividad. Pero utiliza la técnica de entre tanto, algo saldrá.
Hoy es el caso, solo sabe la dirección, la persona de contacto y poco más.
Bueno por lo menos se han interesado en él. Ya es importante.
Cuando llega pregunta por el contacto y le piden que espere en una sala que está a la derecha. Cinco personas más esperan. Juan saluda y preguntan si van a la entrevista de trabajo, casi sin levantar la cabeza confirman, como si fuera deshonesto. Juan esta interesado en conocer que es la empresa en la que están. Pero ante el ambiente que ahí, no se atreve a preguntar más.
Tras media hora llaman a uno de ellos, no pasa ni un cuarto de hora cuando se produce lo mismo, con el siguiente. Así hasta su turno.

Entra en la sala donde tres personas se encuentran tras una mesa. Los tres se levantan y tienden la mano. El del centro explica la actividad de la empresa y explica su cometido en ella. El resumen es que tiene que convertirse en autónomo y vender sus productos, la oferta de trabajo es un engaño pues no lo es. Necesitan comerciales sin exponer nada a cambio. Juan se levanta y ni siquiera se despide. Se siente mal.

jueves, 14 de julio de 2016

JUAN EL ALFARERO




Juan es alfarero, una de las profesiones antiguas pero que él imprime un gusto de creación personal, con sus formas y la aplicación de esmaltes, que otorgan a sus piezas un colorido brillante, haciéndolas, semejarse al vidrio y dota de un brillo peculiar que atrae por los destellos, reflejados por las luces circundantes. Primeramente elaboro figuras grandes, pero ahora gusta de los objetos pequeños, donde los pendientes y los anillos incrementan su producción artística.
Apenas vende a comercios y es solamente en mercadillos que se van haciendo, en los diferentes puntos del país, donde desarrolla su economía y le permite pagar el pequeño taller alquilado con derecho a habitación y cocina compartida con otras dos personas.
Cuando la inspiración es más fértil, aprovecha para hacer un buen número de piezas. Es aquí cuando los diseños distan muy poco pues es el patrón que ha creado para ese día. Y a la vez elabora piezas de mayor tamaño en las que no duda de añadir alguna pieza menor, con sus vistosos colores.
A veces, surgen las torsiones de las piezas, mientras otras las líneas curvas invaden los espacios.
Pero su maestría y diferencia lo consigue con el empleo de los diferentes esmaltes que crea a partir de un libro muy antiguo, donde se detallan las diferentes proporciones de los minerales a mezclar.
Cada vez que termina una pieza se siente muy satisfecho, pero es cuando consigue venderla, cuando el cliente le da las claves para orientar, su trabajo, hacía un lado u otro. Le gusta oír los comentarios. Pero sobre todo se siente muy agradecido a la persona que le dono el libro que le da la clave de su obra.
Nadie consigue los efectos, en el horno, que él obtiene.

Juan sabe que pronto tendrá que compartir el  secreto. Compartir.

miércoles, 13 de julio de 2016

EL JARDÍN, LABERINTO




El paseo por el jardín es muy especial, concebido como un laberinto,  donde las diferentes plantas te conducen por el mismo, existiendo unos pasillos laterales que te sacan del mismo, para cualquier persona que no se encuentre cómoda en los doscientos veintiún metros  de recorrido total.
En el centro están colocadas cinco plantas diferentes con un denominador común, ofrecen flores de cinco pétalos. El recinto esta flanqueado por cipreses que quieren envolver las emociones allí surgidas y darle el aislamiento necesario para sentir los ejercicios.
Curiosamente la entrada y la salida no son en el mismo lugar, para ser un reflejo de la vida.
No hay perdida, va haciendo diferentes volutas pero se llega al centro, el suelo es de arena fina para tener el contacto con el elemento tierra y poder sentir el magnetismo donde esta construido.
Hay muchas plantas aromáticas que despiden un olor al que hace que nuestro sentido del olfato se desarrolle y guié en busca de las emociones que se van creando.
A la entrada hay un banco para poderse descalzar y estantes para dejar ls zapatos.
Curiosamente nadie queda indiferente. Un cartel sugiere la manera de adentrarse en él. Y solo se cierra los días de lluvia para no crear un lodazal. Es por la noche cuando se produce el riego y por la mañana temprano se hace el rastillado y la eliminación de hojas y flores secas y a las doce se da acceso al público que quiera disfrutar del mismo.
Visto desde arriba se observa la armonía del mismo y el recorrido que se puede realizar en unos minutos o en tres horas en que lo hizó una mujer inmersa en todo lo que sentía.

La vegetación invita en todas las epocas del año, pero es en primavera donde mejor se disfruta.

martes, 12 de julio de 2016

LA PARTIDA DE CARTAS




Juan sale a echar su partida de cartas, que se produce a la misma hora, con los mismos componentes y en el mismo bar.
Ya parecen la decoración del local de siete a nueve, en la última mesa junto a la ventana, se reúnen los cuatro amigos.
El tono siempre es el mismo, las sonrisas que esconden mil cosas y el tapete verde que piden a Pepe, el dueño del bar, que entre vez y cuando, siempre que no haya clientes se acerca a ver como va yendo las cartas.
El resultado final siempre lleva a pagar la consumición realizada. Y aunque el juego sea de envite, tienen la norma de no pasar de ahí.
Entre juego y juego siempre hay momentos para comentar cualquier cosa que les preocupa o desconocen. Siempre hay algún espectador que tomara el relevo a cualquiera que tenga que dejar el juego o no pueda venir. Cosa que no ocurre con casi ninguna frecuencia, pues para ellos son dos horas casi sagradas de lunes a viernes. El fin de semana se dedica a la familia y entender que ocurre en ese tiempo que ellos no están, ni en el trabajo ni en la hora del juego.
Pepe ha cambiado los paños donde se disputa la batalle de naipes, y es recriminado porque los otros estaban bien.

Pero surge el problema este año ha decidido cerrar tres semanas para irse de vacaciones con su familia y aprovechar para que los pintores den una mano a las paredes y techo. Empiezan a ver como van a solucionar la falta de espacio de reunión. Pepe teme que vayan a otro bar y pierda esa clientela adicta a su espacio. Y se llega a plantear si tomar ese asueto con su familia o dejarlo, como está. Pobre dilema tiene.

lunes, 11 de julio de 2016

ANALOGÍA




Cuando llegas a la fila de espera tienes un sentimiento de perdida de tiempo. Hoy existen otras maneras de solucionar esto.
En realidad, pasas de una cola a otra para culminar en una última. Ha habido suerte porque solo has tenido que repetir la misma historia a tres personas diferentes, a veces, han sido hasta siete, donde das las respuestas estereotipadas sin pensar lo que te han preguntado, sino que tu mismo aportas el estimulo que has creado. Te empiezas a sentir torpe y te defiendes explicando que ya lo habías narrado a los anteriores. Con la respuesta de ya pero yo no soy adivino, tiene que volvérmelo a contar de nuevo. Como consecuencia se empiezan a olvidar detalles relevantes necesarios. Unas personas leen el diario gratuito recogido en la boca del metro, otros miran sus móviles en busca de algo o simplemente juegan con él, hasta que llega su turno. Otros miran sin ver, mientras hay alternancia de piernas para recoger el peso del cuerpo, por turnos. También se busca el apoyo en paredes o columnas. Tarea más difícil por la distribución de las mesas de recepción.
El culminar la mesa final se tiene una sensación de triunfo, del deber cumplido. Se contempla con la mirada al reloj, para ver la cantidad de tiempo empleado y la sensación de tiempo perdido, lo cual, crea una marcada frustración, sin haber tenido la misma, viendo un programa de cualquier cosa en la televisión.
Entonces nos acordamos del valor del tiempo y de las acciones que realizamos en nuestra vida, como una vida finita y la comparamos con el dinero que se malgasta, obteniendo objetos que apenas los utilizaremos. Da un sentido de derroche y malgastar nuestro más preciada vida. Analogía.

Pero no aprendemos la lección y volvemos a hacer lo mismo.

viernes, 8 de julio de 2016

EL COCHE DE JUAN




El automóvil se detiene en una rotonda y su conductor, Juan, no es capaz de poner en funcionamiento. Afortunadamente tiene un teléfono de asistencia en carretera.
Pulsa los números y espera a que una voz automática le desvié la conversación a la persona que atiende el teléfono, curiosamente es la misma en todas las situaciones, es domingo por la mañana y no hay más personal en la centralita.
Juan explica lo que le ocurre pero ella no tiene ni idea de mecánica, lo que hace que derive a un mecánico que le habrá tocado estar de guardia en espera de los diferentes problemas que surgen. Le informa que en veinte minutos estará a su servicio.
Juan se queda más tranquilo en espera de la ayuda prometida. Mientras tanto juguetea con el móvil, en un intento, nervioso, de que pase el tiempo lo más deprisa posible.
Juan no entiende del funcionamiento de su coche, pasa las revisiones cuando se lo dicen y poco más.
Pasa media hora y comienza a impacientarse. Si no hay apenas circulación. Al pasar cuarenta y cinco minutos, piensa que se han olvidado de él, por lo tanto quiere dar señales de vida. Le atiende la misma operadora, ya sabemos que no hay otra. Y le cuenta que se le ha complicado el servicio que tenia con un cliente anterior, por ello la espera será de otros veinte minutos. Juan le dice que entonces se van a una hora. Ella disculpa que al ser domingo hay menos servicio y se a unido al imprevisto anterior.

De malas maneras Juan cuelga y observa como los minutos se mueven despacio y la ayuda no llega. Pero una grúa para, justo detrás. Cuelga y explica la averia. Se monta y al acionar la llave ve la luz de la gasolina.

jueves, 7 de julio de 2016

LA NAVE DE JUAN




Juan disfruta de poseer una nave, se lo va contando a todo el mundo, no da detalles pero despierta una cierta envidia en las personas a las que les comunica.
Un hombre que siempre ha estado con su trabajo manual que de pronto se compra una nave. Quizás ha dado un toque de prestigio a su vida, la cual se ha llenado de ocupar todo su tiempo, en búsqueda de conseguir más dinero, para no tener que necesitar nada más al jubilarse. Con este fin ha ignorado sábados, domingos y festivos, por supuesto que las vacaciones no sabe lo que son para él, si acaso, su mujer y sus hijos han ido al pueblo materno, donde no tener que gastar mucho, solo la alimentación, que es lo mismo que cuando se encuentran en casa.
Juan admira a las hormigas y sin embargo, ve cigarras por todos los lados, como si fueran seres parasitarios y por tanto detestables. Su ética es el trabajo y este te permite obtener un dinero que te puede hacer feliz. Esta dinámica es la que llena su vida y es por tanto su religión.
Físicamente ha tenido suerte y su cuerpo no le ha infligido muchas molestias, pero el paso del tiempo va marcando y sus ojos comienzan a resentirse, sus oídos también y las articulaciones ya no giran de la misma manera.
Caminando  a realizar un aviso se encuentra con su amigo Alberto.
-No sabía que te gustara el mar, si nunca has ido.
-Pues claro que no me gusta.
-Como me han dicho que te has comprado una nave, nunca lo entenderé.

-Si, pero es una nave industrial, para meter todas las herramientas y los materiales que me hacen falta, El almacén que tenía, se me ha quedado pequeño y me surgió esta oportunidad.

miércoles, 6 de julio de 2016

LA TRANSFERENCÍA




La transacción que le pide la empresa es adelantar un dinero que luego le será revertido, más una pequeña bonificación. Juan es una persona en los sesenta años a penas ha hecho sus pinitos en la informática y tiene que realizar la operación “on line”.
Comienza a sudar copiosamente, nunca ha realizado un acto de este tipo, tiene apuntados los datos pero no esta lo suficientemente seguro de hacerlo bien.
Ríos de sudor le corren por su cuerpo, es todo el dinero que le queda. Pero la empresa, donde trabaja desde hace veinticinco años, les ha pedido a todos los trabajadores ese esfuerzo para seguir siendo efectivos.
Por fin llega a la casilla de aceptar, comprueba una y otra vez los datos puestos y toca en ella.
Un mensaje le llega de inmediato que le informa que los datos son incorrectos, Tras comprobar se da cuenta que los datos puestos no coinciden con las casillas aportadas.
Juan quiere abandonar y pedir la ayuda de alguien, pero es agosto y no tiene a nadie a quien pedir ayuda, tampoco puede ir a la oficina bancaria por ser por la tarde, y estar cerrada.
Cuando va a aceptar, se apaga la luz, y desaparece toda su operación. Una tormenta de verano es la causante del hecho.
Quien me mandaría meterme en este berenjenal sin saber de hortalizas, se dice.

Otra vez desde el principio. Se levanta a reponer parte de los líquidos expulsados de su cuerpo y vuelve a su ordenador, en realidad es volver con su enemigo y vuelve a seguir los pasos, que realizo anteriormente. Pero llega a un punto que se bloquea y no sabe como continuar, le aparece el miedo que envié el dinero a otra persona y pierda sus ahorros, y su compromiso con su empresa. Miedo…

martes, 5 de julio de 2016

LA RECLAMACIÓN DE JUAN




-Por favor, me podría decir donde esta la calle resurrección.
-No me suena por este barrio, pregunte en el estanco.
Juan se dirige donde le han dicho y tras esperar dos clientes pregunta por la calle.
-Baje esta calle y a la cuarta gira a la derecha, allí junto una oficina de correos sale esa calle que es muy cortita.
-Muchas gracias, se despide e inicia el recorrido sugerido. Al llegar a la cuarta calle, no ve la oficina, por lo que baja una calle más y allí si está.
Sube las escaleras y en la primera planta se encuentra, donde gestionar su contrato de gas.
La actividad es escasa, pero más lenta lo hace la persona que se encuentra frente a ella. No muestra ningún interés hacía quien ha llegado y parece como si tuviera mucho trabajo.
Juan pregunta para formalizar su contrato.
-Un momento enseguida estoy con usted. Contesta, desviando papeles a las diferentes cestas metálicas.
Los minutos pasan y Juan se sienta a esperar ser llamado y ver el febril trabajo de la persona al frente. El teléfono ni sonó, pero  allí seguía esperando.
Tras el paso de media hora Juan se levanta y solicita una hoja de reclamación.
-Por favor, puede esperar, estoy terminando esto que tengo que entregar antes de que sea en punto.
-No necesito esperar más. Usted esta mareando papeles mientras yo espero a que se digne atenderme.
-Usted ignora mi trabajo, por tanto no lo juzgue.
-No estoy emitiendo juicios de valor solo pido que me de una hoja de reclamación. Usted siga con su trabajo y yo soy voy a poner una queja.
Airado va por la hoja y se la da, volando por el mostrador.

Juan dice: hoy no es un buen día para ambos. Sabe que tendrá que volver.

lunes, 4 de julio de 2016

LAS IDEAS DE JUAN




Una vez que se encuentra con la idea, es como si sintiera una especie de adopción, donde no la va a dejar sola. Juan tiene esa capacidad de adopción, hasta que descubre que no es valida o útil, que entonces la deja morir sin el riego necesario para que siga viviendo.
Unas ideas las crea él y otras le vienen invitadas sin tener mucho conocimiento de ellas, por eso las deja un poco apartadas, pero siempre investiga algo sobre ellas, siempre esta la posibilidad de informarse por medio de Internet.
Curiosamente le llega, en una conversación, un tema sobre física, a lo que no tiene mucha idea y tiene tan claro su utilidad que se pone a investigar sobre el tema, claro que entonces, se encuentra con formulas matemáticas con las cuales no tiene una facilidad de comprensión. Pero sabe que esa idea algún día aclarara si es posible su desarrollo.
Juan es una persona muy inquieta y se interesa mucho por las intuiciones, lo que para otras personas, significa casualidad para Juan es motivo de razonamiento para saber entender porque ha venido a su vida y lo que le puede ayudar. Está habilidad también la usa en el motivo de su gente conocida. Otra cosa es que los otros, vean una excentricidad en sus razonamientos, pero el los tiene tan claros que los expresa de la misma manera. Donde los sucesos no son ocasionales sino un producto de nuestras acciones e incluso de nuestros pensamientos.

Juan sabe que si se quiere cambiar el mundo hay que empezar por uno mismo. Por ello el contemplar el conjunto de actos que hacemos o pensamos genera una energía para bien o para mal. Cosa que hace sonreír a escépticos. Juan ha escuchado muchas cosas sobre él, pero no le influye en absoluto. 

viernes, 1 de julio de 2016

LAS GENERALIDADES DE ANA




Como siempre Ana pone generalidades a las cosas, con el objetivo de criminalizar los actos, como la gente roba, siempre esconden cosas. Al hablar de tantas personas llena su confirmación como pensante cuerda.
Pero Ana se olvida que si actúa de esta manera tiende a confundirse, como la famosa de que los inmigrantes vienen a quitarnos el trabajo y solo parasitan de nuestro nivel alcanzado, curiosamente se olvida que gracias a esa mano de obra barata se pueden construir muchas cosas y se pueden limpiar muchos rincones que nosotros no nos atrevemos a hacerlo.
Ana confiesa que no es xenófoba pero la obligan a pensar así. Con generalidades tapa carencias internas en interés del bien común. Su encuentro con su amigo Juan es un lugar de desencuentros donde tratan de decidir como sus pensamientos son los mejores por tanto los otros están en un error.
Ana ha ido tomando estas decisiones, según la vida la ha empujado, según sus palabras, por tanto, sabe lo que dice. No son argumentos que le han dicho otras personas. Llega a la intolerancia de renunciar a su amistad con Juan, porque es uno más en el círculo de tontos.
Ana presume de tener muchos conocidos, pero cada vez menos amigos. Aunque su carácter es bueno, existen gestos que denotan no aprobar a la persona que tiene delante.
Juan se ha cansado de tener que rebatir argumentos que lo único que se consigue es un alejamiento entre ellos, pero hay que tomar una solución a este intento de diferenciación y por tanto que no se tienen cosas en común, ni siquiera gustos.

Quedan para verse y quieren hablar, pero Ana quiere decir una y otra vez lo que les separa. Juan le pide que vea lo que les une, pero no se quiere ver así.