jueves, 30 de noviembre de 2017

LA ESCALERA DE CATORCE PISOS





El edificio tiene catorce plantas. Juan vive en la trece. Hay dos ascensores para facilitar el desnivel. Pero él le gusta subir y bajar por las escaleras. Las primeras veces no encontraba su fin, luego fue buscando referencias, en la cuarta planta una maceta en la ocho un extintor en la diez un felpudo con muchos colores, para saber en el piso donde está y solo rehuía el elevador, cuando va cargado o acompañado. Las veces que ha invitado a iniciar la subida, a amigos, en la cuarta planta viene una negativa a seguir ascendiendo. Se quiere la comodidad del no hacer por la del hacer.
La respiración le acompaña en su ritmo escalante y se adapta al del corazón. Juan siente sus rodillas fuertes y su impulso para sortear los peldaños. La bajada le resulta más insulsa, pero tiene la ilusión de alcanzar la calle, motivación suficiente para hacerlo.
Hoy es martes, es su cuarta subida. Al llegar al extintor, nota que su corazón va más acelerado de lo normal. Para para respirar agitado y se apoya en la barandilla, hace un flexión de su tronco, para facilitar la entrada de aire, pero esta agotado, se sienta en un escalón y espera recuperar, solo son cinco pisos más.
Se levanta pero el hacer la subida de un solo escalón es un triunfo, su vista esta hacía arriba pero su cuerpo está inmóvil. Asustado lleva su mano al corazón y le siente desbocado. Un agudo dolor en la parte izquierda, es mala señal. Paralizado nota como su cuerpo se va arrugando para perder el control y hallarse en el suelo. Bloqueado no logra articular palabra ni realizar movimiento alguno sus ojos se cierran para evitar cualquier cansancio. El aire parece haberse extinguido. Los sonidos desaparecen, mientras el ascensor, pasa subiendo.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

LA SOLEDAD DE LUISA





En el bloque de vecinos vive una mujer sola, tiene setenta años y apenas tiene visitas, tiene la suerte de valerse por si misma. Desde hace diez años su única compañía es la televisión. Por las mañanas sale a comprar lo que necesita para ese día y se pasa en casa el resto del día.
Los días de frío apenas sale y pide por teléfono en la tienda de siempre, lo que le hace falta. Su delgadez va en aumento, repite mucho las comidas y no sabe combinarlas.
La memoria le falla a veces, lo cual agrava su estado.
Con la pequeña pensión que posee, llega a estirarla como si fuera un chicle, esta realidad no la a perdido. A penas baja a visitar a su medico.
Aurora es otra vecina que trabaja desde casa y un día pregunto en la tienda sobre ella, la informaron de su soledad, pero su sonrisa en la boca.
Un día fue a llamar a su puerta, se identifico como vecina, nueva. Y le pregunto por la manera de vivir suya. La hizo entrar en casa y un tufo de olor nauseabundo la tira para atrás. Aurora, la pide si la deja ayudarla. La cara de Luisa se ilumina y la dice que claro.
La primera operación es abrir las ventanas. En la cocina se acumulan platos y vasos. Toma el estropajo, por llamarle de alguna manera y comienza la limpia. Luego la dice que irán a comer al centro de la tercera edad. La respuesta de Luisa es que ya tenia comida. Al abrir el frigorífico el páramo fue desolador. Comida con moho en un plato y ausencia de todo, es el panorama.
Mientras limpiaba iban hablando. Fueron a comer, después volvieron a casa. Se sentó en su butaca y cerro los ojos.

martes, 28 de noviembre de 2017

LA CARTERA 3





Juan llega a la nueva ciudad. En su bolsa el dinero encontrado y muchas ilusiones. Se dirige al servicio y cuelga la bolsa del picaporte. No tarda ni cinco minutos y la bolsa desaparece.
Sale para ver si ve quien la lleva, pero hay mucha gente y no la ve. Cualquier persona entendería el gran problema surgido. No tiene nada más que lo puesto. El bolsillo interior guarda el dinero encontrado. Pero le ha valido para salir de su rutina a un nuevo sitio, desconocido. En el anterior destino tenia su saco y su manta y un lugar donde dormir, pero sin condiciones. Sabe que las cosas van y vienen por ello no se aferra a nada, ni siquiera al lugar para pasar la noche.
La primera persona que encuentra, Luis, le cuenta su caso y le oferta a ir a su casa. Tiene espacio suficiente y hasta puede conseguirle un trabajo en la fabrica donde trabaja.
Juan no se lo cree. Tendrá techo y la posibilidad de integrarse en la ciudad. Agradece a Luis su oferta.
Lo primero sera comprar objetos de higiene personal y ropa de recambio. Hablan durante mucho tiempo, contando experiencias. Mientras van elaborando la cena.
Juan había olvidado como hacerla. Pero reflexiona y pregunta: ¿Como has aceptado a un desconocido en tu casa y le compras lo necesario para seguir viviendo?
La respuesta la tienes en la persona que dejo esa cartera, con dinero en su interior entre la manta y tu saco. Te ha permitido venir hasta aquí, ahora me toca a mi seguir con esa obra iniciada. Y tu sentirás que ayudaras a otra u otras personas con ese mismo objetivo. Yo tengo la suerte de poder ofrecer mi casa, mi comida y mi dinero. Que en realidad no son míos. Responde Luis.

lunes, 27 de noviembre de 2017

LA HORA DE LA COMIDA





Juan sale a mediodía para ir a comer. Normalmente va al mismo restaurante, queda cerca y tienen un menú variado y apetecible. Las colas se solventan en poco tiempo y en unos treinta minutos ha terminado, debe dejar el espacio para otro comensal y aun le queda más de una hora para reincorporarse. Los días que hace buen tiempo aprovecha para caminar hasta un cercano parque, pero cuando llueve o hace mucho frío, surge el problema pues debe volver a su puesto y consecuentemente trabajar. Con lo cual, cada mañana mira el pronostico del tiempo y sale prevenido sobre que hacer después de comer. La lectura es una de las cosas utilizadas y otra charlar por teléfono con amigos. Perro la sensación de notar sus piernas en movimiento y descubrir cosas, anteriormente vistas, pero no fijadas hace que sea un motivo de alegría ante el panorama rutinario del trabajo desarrollado. Lo realiza bien pero no deja de ser rutinario frente a una pantalla de ordenador, durante ocho horas. Como existen turnos no puede coincidir con compañeros, tampoco son tantas personas, saben de su trabajo especifico. Solo los rumores de la absorción por otra empresa, empañan su estabilidad. Tarde o temprano esta ocurrirá y por ello, pudieran cambiar su puesto de trabajo, sueldo y ubicación.
Juan trabaja durante cuatro horas por la mañana y cuatro en la tarde. Por ello tiene todo el día ocupado en ir al puesto de trabajo, salvo los fines de semana, que trata de recuperar el tiempo perdido para el trabajo.
Hoy Juan va a comer y a su vuelta le reclaman en dirección. Los rumores se han hecho realidad. A final de mes cesara en su puesto. El mundo se derrumba, apenas articula palabras, su modelo de vida va a cambiar de cero a cientochenta.

viernes, 24 de noviembre de 2017

LA CARTERA 2





La noche tardo en desperezarse con la llegada de la mañana. El hombre sin nombre, sale del hostal, limpio. Sus, antiguos, ojos legañosos, tienen una mirada franca, mirada hacía adelante. Va a desayunar a una cafetería, se sienta en una mesa con su silla. Tanto tiempo sin tener esta experiencia.
En su cabeza cabeza busca quien pudo dejar esa cartera llena de dinero que le está permitiendo llevar una nueva vida. El tiempo sin tanto capital en su bolsillo le hace estar extraño. Por su cabeza pasa la idea de dejar una gran parte del mismo en la habitación alquilada.
Lo siguiente es ir a elegir una ropa de recambio y una prenda de abrigo, para no tener que ir todo el día con el grueso jersey. También se facilita una nueva bolsa para guardar las cosas. Quién no ha tenido, durante un tiempo, hace que se busque solo lo imprescindible. Sabe que no necesita nada más. Vuelve a su habitación y mete en la raída y sucia bolsa, la ropa vieja. Coloca el dinero dentro de un bolsillo interior de la nueva bolsa. La toma y baja a la calle para dejarla junto a un contenedor de basura, por si a alguien le hiciera falta.
Se tumba en la cama y piensa en el sitio donde ira mañana. Le apetece vivir en una ciudad donde hay mar.
Va a comer en un restaurante donde el plato de menú es asequible, su pensamiento sigue siendo corto, no se ha acostumbrado a la nueva posición social. Se dirige a la estación de autobuses y pide un billete a una capital de provincia marítima. Saldrá a las ocho de la mañana, por ello habrá que madrugar.
No importa, la luz matinal era su despertador. No baja la persiana, espera la nueva llegada.

jueves, 23 de noviembre de 2017

LA CARTERA 1





Un hombre va caminando por la avenida. Va como fuera de sitio, sus ropas raídas, barba descuidada, pelo desaliñado. Su mirada fija en el suelo, no quiere cruzar su mirada con nadie de por allí.
Parece uno de los marginados, perdedores de una sociedad en pujanza continua. Es parte de la parte perdedora. No tiene nombre, cuando tiene hambre busca entre los restos de los contenedores de basura.
Se mueve lentamente, no tiene la energía suficiente para hacerlo mas deprisa. Una bolsa de deporte, deteriorada es su única compañía, ahí tiene su poco ropa y algo de comida que guarda para el día.
Si consigue algo de dinero va a asearse a unos baños municipales. Duerme en los bajos de un parque público. Bajo un puente guarda un saco, una manta y cartones para aislar del frío suelo. Afortunadamente no tiran sus pertenencias al contenedor de basura. De regreso, antes de que caiga la noche, prepara su espacio nocturno.
Pero hoy no es un día cualquiera, descubre una cartera de bolsillo, sin documentación, pero con un fajo de billetes de dinero. De la sorpresa pasa a la incertidumbre.
¿Qué hacer con tanto dinero, donde guardarlo? Está cansado, pero decide hay no dormir en el parque. Va a un hostal barato, donde dormir en una cama y asearse. Para ello compra ropa limpia y una maquinilla de afeitar.
Alquila habitación y hasta una sonrisa se dibuja en su cara. Paga, la misma y hasta va a cenar a un restaurante, tras haberse aseado y cambiado de ropa.
Cena copiosamente y hasta toma un café. El sueño tarda en llegar, la cafeína hace efectos a quien no está acostumbrado. Pero da una y otra vuelta, mientras escucha a los ruidosos vecinos que van contando sus experiencias en la ciudad, la cama desecha.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

EL CAMARERO SONRIENTE





Juan es, lo mejor que puede tener un camarero, una buena sonrisa y una buena intención de colaborar con los clientes. Es el primero en atender, pues se dedica a las bebidas. Asesora en cuanto que elegir para acompañar a la comida. Es una de las primeras impresiones que reciben los comensales al llegar al lugar de comidas. Su buen trato hace ganar comensales y se preocupa de encontrar sitio a los que llegan y no tienen mesa.
Su trabajo le sale, de una manera espontanea, no tiene que fingir, ni haberse preparado ningún papel, como han tenido que hacer algunos de sus compañeros.
Pero hoy es día para enfrentarse a una persona quisquillosa con todo el mundo. De corazón sale invitar a irse. Pero son los retos para demostrar que se puede dar las vueltas a las cosas y hacer sentirse bien a todo el mundo, incluso a los tóxicos.
Juan con un cariño exquisito le hace ver otra manera de relacionarse con todo el mundo con ejemplos que puede entender y cambian un gesto arisco en una suave curva en los labios.
Los otros clientes observan de tapadillo la evolución, como si fuera una obra teatral, pendientes de la evolución y como el actor principal, conduce la situación y consigue una sonrisa contagiosa, trasladada a todo el local.
Juan se va convirtiendo en una de las piezas del restaurante y sus turnos de libranza hace que exista una sensación de vació, difícil de llenar.
Por el local han pasado muchos trabajadores pero ha sido un referente en filosofía de la vida y también, en el trabajo.
El cambio de empleo es una característica de los nuevos tiempos, pero allí se ha convertido en una escuela, independientemente del tiempo desarrollado allí, mucha gente aprende con Juan, algunos siguen estando.

martes, 21 de noviembre de 2017

EL INVERSOR





Juan es un inversionista, le enseñaron que el dinero perdía su valor con el paso del tiempo. Le pusieron el caso de la compra de un coche, desde que lo saca a la calle pierde dinero, pues surge un fantasma, la devaluación. Con ella, lo no gastado hace que se pierda el valor de lo tenido. Curiosa paradoja, siempre se ha dicho de guardar para tener en un futuro, para exorcizar al miedo del no tener, cuando nuestras facultades se reducen, con el paso del tiempo.
Juan aprendió todas estás razones y decidió: el dinero tiene que fluir, si se detiene se estanca y se pudre. Como el agua en los lodazales.
Cuando lo habla con alguien, tiene la sensación de sentirse extraño en un mundo que promueve todo lo contrario. Donde la desconfianza por la persona que entra o pasa junto a ti y tiene la intención de quitarte lo mucho o lo poco que poseas.
De está manera surgen las vallas, los seguros, las alarmas y las incertidumbres crecen como si estuvieran en un vergel.
Juan optó por la liberación lo poco que tenía se iba a poner en marcha, liberado de la incertidumbre, de si lo podía perder todo. Como consecuencia del en un mañana que le pasara, como afrontara la vida, quizás como un mendigo.
Por supuesto, no se trato de una tarea fácil, desprenderse de mochilas pesadas, adaptadas al contorno de nuestros cuerpos. Para interiorizar ideas nuevas.
Fue su amigo Luís el que le influyo y le explico porque esa manera de pensar. Y luego el ha ido compartiendo con otras personas, con la base de que el movimiento mueve energía, elemento tan necesario en nuestras vidas. Aunque las respuestas son, de sobra, conocidas por todos los receptores. Son como escafandras que nos aíslan, siempre.

lunes, 20 de noviembre de 2017

LAS PELÍCULAS





Luis y Ángel fueron a ver una película juntos, hace mucho tiempo que no lo hacen juntos. Normalmente sales de la sala y se juntan en la mesa de un bar y comentan loa aspectos que les ha resultado significativos de lo que han visto.
Curiosamente los matices son diferentes lo que hace enriquecedor la charla posterior. Incluso toman notas y generan unas conclusiones que se ponen bajo el titulo de cada película. Cada semana quieren retomar esa costumbre, dilapidada por cuestiones extrañas a ellos.
Es como sentarse a leer un libro y luego sacar conclusiones, pero con la ventaja de ver una película dura entre una hora y media, y dos. En el caso del libro requiere de más tiempo. Aquí se controlan los espacios y las temperaturas ambientales, recibiendo los dos el mismo impacto, por ello, pueden existir más similitudes.
Matices, desapercibidos para uno, son recordados por el amigo.
Tienen un objetivo, hacerlo durante cuarenta semanas y luego mostrar sus resultados en conjunto. Enriquecida por los matices que van añadiendo, ambos espectadores. Con la carga emocional, fluida de las imágenes, visionadas.
Se pondrán de acuerdo en el film a visualizar, procurando que sea de estreno, para no mezclar con criticas periodísticas, posible influencia en sus comentarios.
Su objetivo es dedicar una tarde a la semana a esta actividad. Escusa perfecta para verse y comentar el paso de su vida.
Al evaluar las escenas vistas, sacan una parte de su pensamiento y por ello es una guía para conocerse mejor. Aspecto que han sabido sacar de su tarea semanal. Y que sera valorada al final del ciclo de cuarenta visualizaciones.
Parece mentira como la visión de un trabajo común puede ayudar a conocerte un poco más, entre ellos. Pero saben que es así, más allá del trabajo de otros.

viernes, 17 de noviembre de 2017

EL ENCUENTRO ANODINO





Por la calle se encuentran dos conocidos, Luis y Juan. El tiempo cronológico les ha llevado a su jubilación. No saben que decirse y sus frases se llenan de silencios, como ocultando sentimientos o situaciones que les llenan de espacios en blanco. Con el mismo paso que llegaron, lentamente se van, sin la clásica despedida. Todo parece una escena irreal. Pero ninguna de ellos da más importancia a la corta detención entre ellos. No han comunicado casi nada. Pero en esa vagueza han expresado muchas cosas. Ambos retomaran su lugar de destino, siempre olvidado.
Luis va camino de la panadería en busca de su barra de pan.
Juan emprende el paseo, por recomendación médica, porque las pocas ganas que tiene de salir a la calle y dará una pequeña vuelta a dos manzanas de su casa, pero que pueden ser una eternidad, por la cantidad de paradas y evolucionar con su mirada perdida en un horizonte cercano. Volverán las manos en busca de sus bolsillos receptores y descansaran con un pañuelo de papel, cien veces usado y el contacto con las llaves de casa en el otro.
La panadería, hoy, esta cerrada. Esto le supone un contratiempo, pues tiene que pensar donde ir para obtener el producto de la comida. Tras un par de minutos recuerda otra que no suele ir por la lejanía que supone ir un poco más lejos, pero es el objetivo. Los pasos encaminan hacía allí. Y encuentra una larga cola. El motivo es que ha cogido un panadero el local y lo vende al precio más barato del barrio. Se forman largas colas todos los días, para ahorrar unos centimos. Juan se plantea venir todos los días, para sentir el ahorro que manifiestan todos los participantes de la fila formada. La furgoneta llega y descarga.

jueves, 16 de noviembre de 2017

EL LETRADO DE EXITO





El abogado siempre piensa que tiene el conocimiento suficiente de encontrar los argumentos suficientes para defender a cualquier cliente.
Luis ha tenido esa habilidad que le permite tener un cierto prestigio en su profesión, teniendo suficientes ofertas económicas para trabajar en los diferentes bufetes de su ciudad.
Ha enseñado a letrados noveles, muy atraídos por su fama. Han pagado un gran precio por su aprendizaje. Todo le conlleva a que se convierta en una persona distante donde su ego ocupa gran parte de su personalidad. Se ha convertido en una fabrica de generar dinero, parece un ilusionista, donde todo el mundo observa pero nunca descubre el truco.
Algunos jueces han contradicho su argumentación, pero en los casos más sonados ha conseguido su objetivo que no es otro que una sentencia favorable.
Hablando con él reconoce su arrogancia pero con la argumentación de: Yo puedo. En un mundo de dudas cuando alguien se presenta de esta forma, tienes muchas papeletas de ser seguido y por tanto de ser odiado. Valor despectivo para él, pero que acompañan sus pasos por la ciudad. Ha cambiado varias veces de residencia, por no estar cómodo. En esa búsqueda de equilibrio, lo ha intentado tapar con dinero. Pero el ego es como una droga en la cual tienes que seguir alimentando, parecida a un globo de helio, mientras haya gas que se queme, el mismo subirá y se desplazara. Por ello el camino es seguir aportando gas, hasta cuando quieras seguir. El problema surge cuando tus piernas exigen andar y tomar tierra, para ello es necesario abandonar el transporte, que tan feliz te había hecho.
Quiso colgar su toga, pero no es fácil dejar un camino tan enredado, ha tejido una red, difícil de dejar porque si.
Atrapado se siente en una celda, desamparado, sin salida.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

LAS DIFERENCIAS



Juan y Luis comentan la importancia de sentirse importantes respecto a la gente que les rodea. Cualquier cosa hace diferenciarse a unos de otros.
  • Creo que tenemos miedo a manifestarnos como manada, de ovejas. Pero en realidad por mucho que hagamos seguimos en la búsqueda de la misma. Comenta Luis.
  • Si, parece una gran contradicción, la demanda de la propia posición frente a los demás. Añade Juan.
  • Realmente gastamos mucha energía en diferenciarnos, cuando el objetivo es común. Si yo crezco la sociedad crece. Pero los objetivos parecen ser diferentes.
  • Claro, ahí esta la razón de no entender el sentimiento común. Un bosque de pinos parece solamente eso, pensando en la monotonía del paisaje, sin descubrir la flora asociada y la fauna. Discriminamos un solo factor, olvidando los otros que allí se encuentran. Cierra los ojos Juan, como queriendo expresar más intimidad a sus palabras.
  • Estoy de acuerdo cuando nuestro vecino o compañero de trabajo le convertimos en un enemigo. Muchas cosas estamos haciendo mal. Nos llevamos de una inercia instalada en nuestro subconsciente y dejamos que funcione en automático, coincidente en el mismo sentir de otras personas. Nuestro proyecto de forma de vida se diluye, desvirtuándose y convirtiéndose en otra cosa, que nos hace sentir mal.
    Luis mira a su amigo y siente como reafirma cada vez que habla, fluye perfectamente y se generan endorfinas, con un resultado de sintonia. De creer entender un poco mejor la vida. Ese estado complejo que parece ser y realmente no lo es, como comenta con Juan.
  • Si, tengo la misma percepción, los espacios de tiempo y espacio, parecen aparcarse en otro lado y te llenas de lo que estamos sintiendo.
  • Al final todos tenemos el mismo origen y hasta herencia, manipulados por los sentimientos.

martes, 14 de noviembre de 2017

EL VIAJE DE JUAN





Juan llega, a lo que parece ser, el centro de la ciudad. La orografía modifica el crecimiento que ha tenido desde sus orígenes en torno al río, dividiendo en dos partes y con la limitación de la colina donde se asienta el castillo, morada del señor que era el propietario de la zona.
Diferentes placas quieren indicar la historia de la población. Como un signo de dotar su característica propia.
El idioma es desconocido para Juan, pero siempre encuentra la manera de encontrar lo que busca. Afortunadamente los grandes edificios están en el exterior dejando la almendra central para organismos oficiales y sitios turísticos. Donde permiten perderse en su interior. La actividad es grande a primera hora de la mañana. Los habitantes llevan un ciclo solar, disminuyendo su actividad en torno a las cinco de la tarde, que marca una nueva fase del día.
Juan acostumbrado a una vida, donde todas las horas del día tienen sus aspectos. Se siente marginado. Ha intentado adaptarse a este ritmo pero tras la comida, le entra el sopor que compensa con una siesta, con lo que al volver a tomar la actividad se encuentra con el muro horario que modifica la actividad de la ciudad.
El río es cruzado por muchos puentes que tratan de esconder la frontera entre los dos lados, y se competía por construir el puente mas hermoso, contrastado con las pasarelas mas modestas, casi queriendo ocultar que él ha sido el principio de la misma.
Parece como si de sus orillas se aprovechara a sacar pequeños jardines, llenos de belleza, tal como maceteros en una casa.
La humedad, condiciona las ropas de abrigo incluso en el verano, donde los rayos se atreven a ser más fuertes.
Juan disminuye el paso, queriendo disfrutar de la vida en este precioso lugar.

lunes, 13 de noviembre de 2017

JUANA LA PERIODISTA





Juana trabaja de periodista, piensa que su trabajo es muy importante para la sociedad, tiene una gran conciencia social. Cosa importante para lograr el avance de la misma sociedad. Estudio en la facultad y se presentaron muchas inquietudes que quería desarrollar en el futuro. Empezó sus practicas en sitios alternativos, cubriendo noticias que parecían marginales, sin importancia para la mayoría. Pero su pensamiento es que la realidad esta en todas las varillas del abanico no solo en las centrales.
Juana vive en pareja y tiene una niña, los deberes económicos la han llevado a elegir un trabajo alimentario para renunciar a la idea que la llevo a estudiar la carrera de periodismo.
Sus ideas se han ido modificando, pues el medio en que trabaja se dedica a un sector de la población mas gregario, más masa.
Anhela su pasado y quiere hacer un proyecto sobre un sector de la población más desfavorecido. Fuera de horas laborales va llevándolo a termino. Con muchas esperanzas. Lo maqueta y va ofrecer a su central.
Le dan las gracias y lo prometen valorar. Los días van pasando y no recibe respuesta. Lo siguiente es preguntar que les ha parecido, la reciben, es otro departamento, la felicitan por su trabajo pero la respuesta es que no tiene cabida en su estructura comercial.
No entiende como no la han respondido antes, pero ya tiene la respuesta. Lo siguiente es presentarlo en otros medios.
La respuesta es más o menos similar.
Juana reflexiona sobre el trabajo invertido y la ilusión puesta en ello, todo apunta que es para nada. Pero ella cree en ello. Hablando con compañeros la animas a publicarlo en Internet, no lograra el objetivo económico pero si el personal de dar a conocer su forma de trabajar.
Lo cuelga en la red y esperar.

viernes, 10 de noviembre de 2017

EL SIMBOLO HELICOIDAL





En algún día yo vi representada esa imagen, piensa Juan. Ese símbolo lo he visto en más sitios, pero no lo recuerdo, donde. Se trata de unos gajos unidos en el centro, pareciendo una hélice.
Quiere buscar esa imagen en Internet, pero como traducirlo a palabras, es el mayor inconveniente, encontrar esa imagen que representa el movimiento.
Juan siente la frustración de no recordar donde más la vio. Tampoco sabe de su sentido así que las palabras clave de búsqueda son símbolos helicoidales. Y encuentra algo que le empieza a sugerir algo, la unión entre el cielo, la tierra y el yo.
Esto ya le dice algo más. Pues le da que pensar que siempre nos encontramos disgregados de lo que nos rodea, no solo las personas, sino del resto de elementos que componen la tierra y ya todavía menos con respecto al cielo. Y sin embargo un símbolo nos recuerda la conexión tan estrecha entre los tres mundos, que no disociados, sino intrínsecamente ligados, copo parte de una totalidad. Cada vez que nos hemos separado de ello surgen los problemas personales y sobre todo los miedos.
Juan acaba de encontrar la importancia de ello como forma a investigar en la vida de los seres humanos.
Las casualidades que no existen, ayudar al estudio de nuestra forma de pensar y por tanto de sentir.
El símbolo lo encuentra en un libro que le hace olvidar la lectura para buscar donde lo ha visto más veces, y curiosamente en culturas muy diferentes y sin contacto aparente.
Pero también recuerda una frase que dice que no hay nada nuevo bajo el sol, todo aparece como se refleja, pero es nuestra mente lo que lo interpreta. Y por ello nuestro filtro, tan decisivo para la interpretación de las cosas y situaciones, en general.

jueves, 9 de noviembre de 2017

LAS RACHAS DE VIENTO





El día abrió como el anterior. Algunas rachas de viento barren las hojas, indicadoras de la estación en que nos encontramos.
Juan abrocha la cremallera de su cazadora y sale con paso firme. Hoy no es un día de trabajo pero tiene que solucionar unas cuestiones favorables.
Según camina hacía el metro va pensando la estrategia de comportamiento con su familia, analizando las diferentes posibilidades. El viento no consigue disiparlas en su interior, al contrario encuentra más incertidumbre con lo que pueda ocurrir. Se van a juntar varios miembros para dilucidar una herencia, pendiente de recibir. Cada uno lleva un interés sobre la misma y por supuesto las intenciones son muy diferentes, donde las parejas de los hijos, juegan un papel decisorio, por tanto ajeno al espíritu de la familia. La madre, aun presente intentara llegar a un acuerdo general, pero por su edad y sus olvidos representa poco, solo el valor simbólico.
Juan es el único que permanece soltero, por ello es el que permanece más independiente de la reunión. No tiene ninguna intención de luchar, pero sabe que sus sobrinos también formaran parte. Quizás sea la última reunión familiar.
Casi no quiere llegar pero no puede eludir la misma.
Nada más llegar a la casa de la madre el ambiente es frio, ya han debido iniciar preámbulos y se disponen las posiciones enfrentadas. Los besos suenan a roce y los apretones de mano duran el equivalente a medio segundo. La reunión es en el salón se han traído todos los útiles de ser usados como sillas.
Juan elige la posición más cercana a la ventana, para poder desplazar la vista en algún momento de tensión, posible producto lógico.
Por fin el hermano mayor enfoca la situación. Los brazos y piernas comienzan el cierre automático, evidenciando las antagónicas posturas.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

EL FOLIO EN CUARTA POSICIÓN









Juan regresa, por la mañana a su trabajo, en su mesa de trabajo se encuentra, una serie de folios con las tareas a hacer.
Los dos primeros hacen torcer su gesto y la preocupación por hacer lo complicados que resultan. Casi ni lee el tercero y menos el cuarto. Ya tiene tarea para desarrollar este día. La mañana la dedica a resolver las dos tareas.
Tras la pausa de la comida, con la satisfacción de la tarea bien realizada, vuelve a su mesa lee la tercera tarea, esta le llevara poco tiempo hacerla. La cuarta es una felicitación por otras resueltas anteriormente.
No se lo cree y la relee una y otra vez. Su gesto cambia de la preocupación a sentirse un rey. Si hubiera leído todas está mañana, seguro que habría sido diferente. No hubiera sentido tanta presión y lo hubiera hecho de una manera mas festiva. Quizás hubiera contestado mejor a su compañero que necesitaba de su ayuda. La sequedad no hubiera salido de su garganta al contestar a un cliente. También la llamada de su mujer tuviera otro tono.
Juan entiende que el problema ha sido suyo en su planteamiento, empezó su trabajo por lo que, creía, ser prioritario, sin abordar el conjunto.
Las noticias de los medios de comunicación esconden o tapan, algo similar a lo sucedido por Juan. Al quedar en cuarta o quinta pagina tapan algo importante. Pero no hay casualidades, todo tiene una estructura en busca de un resultado previsible. Por ello entre la paja se aloja el tesoro o el objeto de búsqueda.
Es necesario ver con las cartas que disponemos para hacer la jugada, que nos permita ganar y no seguir la vista del tahúr ilusionista que desvia la atención de donde está ubicado el truco de magia.
Juan lo aprende.

martes, 7 de noviembre de 2017

LA MOCHILA DE MARIO





Mario siempre encuentra la justificación para llevar, siempre, una mochila en la espalda. Con ella recorre la ciudad, buscando sitios donde la comida esta más barata, compra, específicamente, ese articulo y lo incorpora a su espalda. Una comunicación de autobuses le llevara a casa, un poco más descansado de su periplo por la ciudad.
Llega a casa y comienza el desempaquetado de artículos. Se ha hecho amigo de la olla a presión y consigue realizar comidas que antes no se atrevía. La jubilación le ha permitido la realización de su comida, evitando comer fuera de casa.
Es curioso su nombre, Mario, sus padres pensaron siempre que tendrían una niña, a la que llamarían María, sin embargo apareció un varón y solo variaron la última vocal para seguir con el espíritu que tenían. Por supuesto, se deshicieron de la ropa femenina para reincorporar la del chico, pero en su comunicación con él, aparecía María. Hasta adaptarse a la realidad. Psicologicamente, Mario, creció en una ambivalencia sexual, para reafirmarse en su condición masculina rechazaba a las mujeres. Llego a casarse y hasta tener una hija, pero el matrimonio fue a pique en las primeras de cambio. Él se hizo cargo de la pequeña. Y asumió las facetas de padre y madre. Curiosamente la ambivalencia de los dos sexos.
Los avatares de la vida le llevaron a retomar contacto con su antigua mujer y la relación fue fructífera de dos solitarios, sin volver llegar a la convivencia. Su hija logro un equilibrio perdido. Y siguió aprendiendo de un padre mayor y lleno de excentricidades, a los ojos de las demás personas.
Su eterna búsqueda era una interior, sin saber ubicar en un plano que no parecía el propio. Aunque si era el suyo, sin lugar a dudas, Mario sigue con su mochila portadora.

lunes, 6 de noviembre de 2017

LA CONCEJALA







María es concejala de un pueblo. Eligió entrar en política para mejorar las condiciones de vida de sus vecinos. Este acto es extrapolable al discurso de los otros concejales y alcalde, incluido. Detrás de cada uno de ellos hay un submundo por el que han elegido este camino, tan diferente como personas lo componen.
En María no hay circunstancias que demuestren que esto no es así. Cada caso o propuesta, para ella, es un lucha por alcanzar la justicia. Su pueblo no es muy rico pero se convirtió en una ciudad dormitorio, al estar entre dos ciudades. Por ello no hay mucha implicación. No hay el sentimiento antiguo que puede representar cualquier pueblo, con sus tradiciones y sentimiento de pertenencia a … La gente casi va a dormir allí. Aunque mucha gente joven ha llegado y se ha asentado, por el valor inferior de la vivienda. Un pueblo de a penas mil habitantes ha multiplicado su población hasta las treinta mil personas. Por ello los valores, infraestructuras han cambiado la fisionomía del entorno. Los problemas se han multiplicado y exigen nuevas ideas que los primitivos habitantes no tenían. Aunque algunos se han lucrado con la venta de terrenos. Donde se han construido urbanizaciones a diestro y siniestro sin planificación ninguna.
María surge de esta emigración y trae ideas de cambio. Siempre que se trae estás, surgen las susceptibilidades. Pero esos brotes verdes son los necesarios para renacer los paramos. Ha sentido la hostilidad de representar estás ideas y estos sentimientos, pero no renuncia a ellos. La juventud trae ese ímpetu y la necesidad de hacer cosas nuevas. Delante se enfrenta a un muro de conciencia arcaica, aunque adapten sus ideas como propias con ligeros matices. A ella no le importa por ser bueno para sus vecinos. Asume esa posición difícil.

viernes, 3 de noviembre de 2017

LUIS EL ATESORADOR






Luis es un hombre que le gusta atesorar, viene de un un pasado en que su familia tuvo muchas carencias. Heredo esta postura en la vida.
Luis se siente agobiado pues cualquier cosa que hace se dispara la sensación de la posesión. Cansado de esta postura llega a posicionarse en la vida, de otra manera. ¿Pero como hacerlo? Lo opuesto a su postura es las personas que carecen, por ello va a ir ha hablar con los desposeídos y ver como lo consiguen. Elige su ropa más discreta y se dirige a uno de los barrios más desfavorecidos.
Lo primero que contempla es la suciedad, los coches son más viejos de lo normal. Las casas son más desfavorecidas. Con las personas que se cruza llevan la mirada baja y gesto serio. Pronto ve a un hombre que arrastra un carro de supermercado y en interior toda clase de chatarra. Traída de otro barrio más favorecido, en este el consumo es más moderado.
¿le podía hacer unas preguntas? Tengo tiempo, puedo. Después de observarle de arriba abajo.
¿Cuanto dinero necesita para su día a día? No le puedo decir exactamente, unos días necesito más y otros menos. Me adapto a lo que tengo y puedo conseguir, haciendo cualquier cosa.
Pero me imagino que tendrás unos gastos todos los meses fijos, agua gas, luz. Etc.
Donde vivo, es una casa ocupada, vivimos cuatro personas.
¿cuanto puedes sacar de la charra que recoges al día? De quince a veinte euros. Menos los sábados y domingos que no hay recogida.
¿con eso tienes suficiente para vivir? Si hasta para compartir con alguno que no ha tenido suerte ese día.
¿en tu casa que cosas hay? Pues muchas de las cosas que se tiran a la basura.
¿podría acompañarte y seguir hablando? Adelante vamos allí.

jueves, 2 de noviembre de 2017

EL BOCADILLO ENVUELTO EN PAPEL DE ALUMINIO





En su mano recoge el bocadillo que le ha preparado Illé, su compañera. Juan es un sudamericano emigrado a Europa, en concreto a la península Ibérica.
La situación en su país de origen no es buena, lo que obliga, como una epidemia a salir en busca de lo que presentan las películas, fortuna y medios materiales que te hagan lograr la felicidad. Cuando ves un futuro incierto y como la mayoría opta por una salida del lugar de origen.
La familia de Juan se empeño para lograr el pasaje aéreo lo y unos dolares más para poder subsistir en el nuevo destino. Pero no vino solo vino con su novia Illé. Entre los dos tendrían mayores oportunidades de triunfo.
Lo primero era lograr una habitación en un piso compartido, tarea facilitada por unos familiares que ya estaban aquí. Por un precio de trescientos euros, tenian una habitación, minúscula para los dos. Su familiar sacaba cincuenta euros de lo que les había dicho, así la parte suya disminuía. Mas los gastos de agua, luz y gas proporcional.
La mano de obra no cualificada era fácil de colocar, salarios más bajos y los que nadie quiere. No fue difícil encontrarles trabajo. Pero todo tiene un coste una parte tiene que revertir en quien les ha acogido y facilitado el medio de subsistencia.
Juan y Illé estuvieron echando cuentas y las diferentes reparticiones de sus salarios y viendo donde tiene que ir los mismos, llevan dos meses, trabajan seis días a la semana. Solo se ven por la noche, pues Illé tiene una jornada hasta las nueve de la noche, entre que llega a casa y logra comprar algo son las diez de la noche. Siempre los números persiguiéndola.
Pero Juan tiene, cada mañana, su bocadillo envuelto en papel de aluminio, en mano.

miércoles, 1 de noviembre de 2017

NOCHE EN BLANCO







Luis, se levanta de la cama con la sensación de no haber descansado. Esta percepción, la arrastra a lo largo del día y cuando llega la noche. Lleva a un punto de saturación, hoy se acostara antes para recuperar el descanso. Pero al acostarse el sueño no viene a él. Comienza a ponerse nervioso y gira en la cama, como en busca de la postura correcta para introducirse en el mundo onírico.
El cansancio va fijándose en su mente y crea una nueva sensación la de la angustia. Luis se levanta para ir al cuarto de baño, revisa los mensajes recibidos y enviados. Sus ojos están en alerta, no quieren desconectar de la realidad. Toma el libro que no termina nunca, su mirada encuentra las letras pero su cerebro no las coordina. Por ello, abandona a los cinco minutos de iniciada la acción.
La cama comienza a ser una enemiga y va al sofá. Pero tampoco encuentra el acomodo para lograr el objetivo.
Luis toma la siguiente acción, ver televisión, pero el resultado es el mismo que con el libro. Apaga porque no consigue centrarse y el nerviosismo va en aumento. Observa el paso de las horas en el reloj, pero el sueño no se instala. Vuelve a la cama, para ver si el cansancio logra el objetivo. Pero vuelve el bucle.
Ojos abiertos y vueltas a un lado y a otro es el resultado. Hasta que los parpados comienzan a cerrarse y los movimientos cesan. Un sonido estridente indica que es hora de levantarse e ir a su puesto de trabajo. No sabe como lo desarrollara. Pero va a tomar una ducha e iniciar el nuevo día. La sensación de agotamiento va a mayor. A penas puede desayunar y los ojos buscan el interior. Llama para informar de ausencia.