viernes, 25 de diciembre de 2020

LA NIEBLA

 

La nube blanca que uniforma todas las imágenes, donde los colores se uniforman, tanto con sol como sin él.

Allí estaba saliendo Juan de casa. Según abrió el portal descubría la humedad en el suelo. La sensación de miedo apareció. El camino era el de todos los días, pero la incertidumbre por errar el camino, apareció.

Juan dudó hasta de cruzar la tercera calle. Los faros de los coches se difuminaban para ser pantalla de ellos mismos.

La boca del metro llegó a los quinientos metros y la sensación de entrar en algo conocido fuera del meteorológico, le llegó.

Observó a sus vecinos andantes como si aparecieran por magia. La adaptación a la rutina llegó antes de pasar confinado en los vagones del convoy, durante cuarenta minutos. La realidad se instaló. Pero la ascensión le devolvió las gotas, pareció como si la realidad se ralentizará. Los coches iban más despacio, los viandantes tenían un ritmo inferior. El pulso había influido a todos los que estaban en el exterior.

Su destino había llegado con ello otra realidad llegó.

Juan sufrió cuatro cambios, en el tiempo que pasó tras abrir sus ojos a instancias del despertador. Su cuerpo comenzó a estar pesado, sus reacciones más lentas. Los compañeros se interesan por ver si se encontraba bien. El afirmaba que sí..

La sombra de la duda apareció y las recomendaciones de su encargado, le llegaron en una invitación a volver a su casa o pedir cita con su médico, como si fuera al taller mecánico a poner a punto al vehículo.

Juan se sentía bien, pero todo el resto le sentía extraño. Acepto llamar al doctor de la empresa.

Preguntas clásicas, respuestas del mismo estado de la salud.

Toma de tensión arterial, auscultación, de temperatura. Nada había anormal.

Vuelta a casa.

martes, 22 de diciembre de 2020

CONEJOS

 

 


El folleto se refería a la nueva plaga de conejos, si de esos roedores que arruinan las cosechas, pero no hablaba de lo beneficiosos que son para otras especies animales dentro de su cadena trófica. Se olvidaron de mentarles en las páginas distribuidas por los hortelanos que demandan ayudas institucionales.

En los programas de las televisiones gusta verlos como son presa favorita de muchas especies, tanto rapaces como mamíferos.

Una pareja de activistas se afanan en repartir los mismos, sus cultivos han resultado ruinosos, Es mejor echar la culpa a alguien y conseguir unas monedas por su baja producción.

Asaltan sus madrigueras llenándose de cristales y rompiendo el sistema de túneles. Se ha declarado un enemigo y por ello hay que exterminar, como consecuencia llegará el equilibrio. Ese que no se consigue a base de utilizar productos químicos, que sí generan un problema. Sobreutilización de acuíferos y demás labor alteradora del medio. Siempre es bueno usar la figura de un enemigo que sirva de motivo para la frustración de la planificación agrícola.

Tras la entrega de papeles abandonan la zona de conciencia, muchos trípticos tirados en el suelo como hojas del árbol caídas en el otoño.

Un aire empieza el vuelo de los mismos mientras las orejas de un conejo pequeño busca entre las letras imprimidas el sentido de los grafismos, sus bigotes buscan un alimento que no encuentran en esta parte tan erosionada de aceras y calles asfaltadas en la línea divisoria entre campo y ciudad.

Los coches siguen emitiendo sus humos mientras las primeras farolas comienzan a emitir su luz. El viento se hace más intenso y como aviones de papel inician su vuelo, los folletos. El aeropuerto no se vislumbra ni está en su orden de vuelo. Abajo los pasos a saltos inician su vuelta hacia casa






jueves, 17 de diciembre de 2020

SORTILEGIO

 

 

  • Los símbolos han sido siempre un sortilegio. Un vehículo de comunicación entre los instruidos y el pueblo llano.

  • Si pero cualquier cosa se ha dotado de objeto de poder.

  • Cierto pero tu puedes cogerlo y te puede resonar en tu cuerpo.

  • Pero para eso se requiere una cierta iniciación.

  • No siempre es así. Las palabras depende como se digan o el mensaje que tenemos de ellas puede significar una cosa u otra. Pero algunas son muy manifiestas y resuenan de una manera colectiva. Esas son las importantes. Las otras pueden distraernos.

    Pablo habla con su amigo Juan. Intentando aclarar el idioma de los símbolos.

  • Yo te confieso que muchas veces me pierdo en este tema Pablo.

  • Es normal: no estamos acostumbrados a entender. Hay música que te cambia tu estado de animo, por lo que sea escuchas una canción y te lleva a cambiar. Te puedes poner triste, reír o bailar al ritmo de ella. Igual hay objetos o formas que te pueden llevar al mismo estado. Tu cara recibe el mensaje y comienza el cambio, sin ser consciente.

  • Si eso lo entiendo, en el caso de los sonidos, pero en cuanto a los objetos me cuesta más.

  • Cada uno de nosotros no nacemos vírgenes, traemos un bagaje en nuestro ADN que va a influir en la manera de la recepción de las cosas. Vamos modificando hacía un lado u otro. La realidad cultural hace otro tanto.

  • Te entiendo pero me resisto a ver lo nimios que somos, Pablo.

  • Cuando sea de noche alza tu mirada en un lugar que puedas ver las estrellas, entonces comprenderás la pequeños que somos, pero también llevamos toda la información de todas las galaxias por ser parte de ellas.

  • Me da vértigo.

AMANECER

Quizás el amanecer lleve a esa rotura de sueños que he tenido por la noche, Piensa Juan. Abrió los ojos despacio para romper el sortilegio del mundo onírico.

En su cabeza buscar el significado de los dos sueños que recuerda de la pesada noche.

Una ducha y búsqueda del desayuno, la cena había sido escasa. Delante de las viandas quiere reflexionar sobre ellos pero el teléfono interrumpe su concentración, la ida al trabajo, termina de borrar el interés. Los atascos y las farolas apagadas confirman el nuevo día.

Asido a la barra del techo del autobús, trata de recordar los sueños, pero no están, han desaparecido.

Que rabia, los tenía que haber apuntado, Esta noche comprare una libreta pequeña y al despertar anotare los sueños. Siempre se han dicho que nos pueden ayudar a comprender cosas que no entendemos.

Creo que el alba es un rompe realidades y es la oportunidad de iniciar nuevas cosas. La rutina es el peor sentimiento para dejar de perder la ilusión por la vida. Juan rasca su pelo. Se apea, como otros, deja llevar el cuerpo por la inercia hacía el edificio ¨inteligente´´ curiosa denominación a un revuelto de cristales con tonalidades verdosas y cables de acero.

Al llegar a su puesto de trabajo, tras meter su contraseña hace una búsqueda sobre el significado de los sueños un montón de respuestas relacionadas, elige una al azar.

El resultado es satisfactorio. Juan tiene una nueva meta en su vida. Quiere quitar el dimorfismo del espacio de realidad con el inconsciente.

Quiere buscar la unidad de la noche y el día. Como si el hombre estuviera lleno de dos antagonistas. Freno de la propia integridad.

Su vida toma un nuevo sentido del que parece, tiene la realidad del mundo, blanco negro, luz oscuridad, vida muerte. Tantas.

domingo, 13 de diciembre de 2020

SEIS VACAS

 

 

Me acuerdo perfectamente las palabras de un primo lejano. Estando enseñando la habitación donde tenía las vacas. “Estas solo ven el sol cuando llegan y lo vuelven a ver cuando salen hacía el matadero”. La sala está en un edificio anejo a la casa de la vivienda familiar, construida en adobe y con una planta superior donde se aloja la paja, una puerta trampilla facilitaba la caída de la misma. Unos sacos de cereal y un botiquín donde están los antibióticos para las infecciones, entre otros.

Delante de ellas la pila para depositar la comida y las argollas con sus cadenas para que cada res esté en su sitio. La sala me recordó a una cárcel, como tantas veces hemos visto en las películas. Las palabras de mi pariente fueron suficientes para descargar una catarata de sentimientos, reflejados en una “pena” de ver el presente de estos animales. Una pequeña ventana con maderas que permite la entrada de aire pero a penas luz, y el portón de entrada, casi siempre cerrado. Nada más entrar una llave de cerámica da el paso a la iluminación, de tres bombillas mortecinas, solo encendidas cuando se las va ordeñar. Un poco de claridad a través de la puerta los días de verano. Antiguamente se las sacaba a abrevar en la fuente con su pila adaptada a ellas, esa costumbre se prohibió por los excrementos que dejaban en el asfalto. No querían que el pueblo mostrara sus suciedades y menos ser foco de insalubridad.

Me despedí con un regusto amargo de la explotación animal. Fui al bar y pedí un café, cuando se me dio a elegir con leche o solo. La imagen se me vino encima, la respuesta fue: “solo”.

Mis pensamientos se amontonaron, salí con malestar del cuerpo. Desde entonces supe que hacer.

jueves, 10 de diciembre de 2020

CEREBRO

La cesta de mimbre se había llenado. El nogal ha estado esplendido. Solo un ejemplar pero capaz de abastecer la necesidad de nueces para su dueño. Con la protección del risco de granito encuentra la sombra necesaria para soportar los veranos tórridos que tanto quieren sus hermanos almendros.

Juan siempre le reserva un cubo de agua para cubrir su deseo de humedad.

Al llegar a su casa, Juan se sienta en uno de los dos escalones de subida a su casa y pone dos cubos, uno para las cáscaras y el otro para los frutos, un ingenioso cascanueces le ayuda en su tarea.

La primera sale la nuez entera, la parte por la mitad y piensa en el parecido con el cerebro humano´, en su mano reflexiona con las leyes de la similitud entre la naturaleza y los hombres, como si estuvieran separados, que tontos somos, piensa. Pero la rutina no le distrae de su tarea. Cuando llega a la última descubre un pequeño gusano blanco que ha realizado algún hueco en ese cerebro. Es curioso porque no ha observado en los anteriores frutos, pero da que pensar si habrá nuevas incursiones insectívoras. Revisa una y otra vez pero no hay ningún otro rastro. El órgano humano parece estar a salvo y su integridad sin ninguna incursión.

Las cáscaras de los frutos secos le darán un gran poder calorífico a su estufa en el invierno. El gusano se extinguirá con ellas. Total es un simple fruto despreciado. Comienza a tener dudas si el árbol estará infectado, Juan va a revisar a su nogal, pone las manos en el tronco y recibe una vibración que no había sentido nunca, su vello se eriza, sus ojos miran la copa, queriendo descubrir el fenómeno, pero allí sigue como siempre con sus brazos abiertos.

 

lunes, 7 de diciembre de 2020

MÚSICA

 

Las notas musicales vuelan en caída libre por la habitación.

  • Quieres bajar un poco la música, por favor. Ángel dice a su compañera de vida. Este tipo de música no es su preferida.

  • Cuando tengo que oír la que a ti te gusta, me tengo que callar. Ana responde como un resorte, mientras baja el volumen. Pero elige una emisora mas tranquila. En busca de consenso.

    Ambos están leyendo.

  • Siempre estas oyendo el mismo tipo de canciones.

  • La verdad es que me siento a gusto cuando las siento a mi lado. Ya se que a ti no te hacen mucha gracia, pero a mi me dan cierta seguridad.

  • Yo lo que encuentro es que la repetición me llega a aburrir. Confiesa Ángel. Lo siento pero hay veces que me molesta.

  • Para mi la música es un acompañante, puedo seguir haciendo la tarea de cada momento sin distraerme. También entiendo que debo de hacerlo cuando estoy yo sola.

    Ángel se siente mal por la petición y sabe que en el fondo son iguales, aunque no con tanta asiduidad. El trabajo, hoy me ha salido mal, parece que todo lo hacía al revés.

  • Ya hemos hablado muchas veces que los problemas del mismo tienen que quedarse allí. Contesta mirando a los ojos del compañero.

  • Lo siento pero no puedo permanecer como si tuviera un impermeable. Mientras en la radio un pitido del inicio de una nueva canción le enerva una vez más. Se levanta del sillón y toma la taza y la revienta contra el suelo.

  • Y ahora ¿a que viene eso? Continua con las carpetas encima de la mesa.

  • Fijate, dice Ana, siempre he pensado que las melodías aplacaban a las fieras, ahora tu te encuentras fuera de ellas.

sábado, 5 de diciembre de 2020

LOS MURCIELAGOS

 

 

La tarde  llega a su fin. El cielo está despejado. Comienza el baile de los murciélagos.

En la tierra un grupo de excursionistas se les hace tarde, quieren llegar a la cueva para dormir allí. Vivir una nueva realidad. Son jóvenes y necesitan quemar mucha adrenalina.

Despliegan los sacos y hacen grupos, en total son siete entre chicos y chicas.

Los primeros problemas surgen a la hora de elegir sitio, unos quieren cerca de la salida y otros más adentro.

Las linternas descubren los animales colgados, el suelo está lleno de excrementos. Alguno comienza a arrepentirse de haber elegido el sitio, abajo en la ladera un río les valdrá para poder lavar. Las mochilas comienzan a impregnarse de polvo y detritos.

Eligen un espacio medio donde compartir la cena, en realidad cada uno saca y consume lo propio.

De una de las mochilas salen tres botellas de alcohol, da igual son ingeridas en tiempo récord.

Los efectos pronto hacen su aparición sobre todo en las tres chicas y que además han comido menos.

Los mamíferos dan que fabular en las mentes y comienza a surgir un arrepentimiento de la excursión iniciada.

Los aleteos son continuos, los vuelos pasan muy cerca de sus cabezas. Comienza a salir los líderes valientes a reírse de los débiles.

La idea de ir al interior es revocada y se apiñan en los sacos para dormir. Los efectos de la bebida hacen su aparición y los paseos para vomitar son continuos. Alguno grita para buscar la localización. Las horas pasan en vela y ya hay quien cuenta para la llegada del nuevo día. Las pasadas sobre las cabezas son continuas y crean desesperanza. La mayoría salé.

Llenos de polvo corren en busca del sol. Aún quedan bastantes horas para aguantar los planeos.

Las estrellas dan vueltas

jueves, 3 de diciembre de 2020

COHERENCIA

María vivía con su marido. Los despistes y los olvidos de este fueron cada vez mayores, preocupada le acompaño al medico, a su vez le desvió al neurólogo.

Tras varios exámenes se le diagnostico alzheimer.

María no quería entender que significaba esa enfermedad. Seguía sin comprender porque le decida las cosas y el olvidaba con la misma facilidad que oía.

Comenzó un periodo de aislamiento a la vez que el esposo seguía un proceso mayor.

Un centro de día fue la primera alternativa, mientras se solicitaba una residencia. Esto significaba una separación que no habían tenido en muchos años.

El tiempo paso y la residencia llego. María se podría relajar para no estar en alerta todo el tiempo.

Cada día acudía a la residencia y compartir dos horas con su compañero. A pesar de estar distante doce kilómetros, tomaba el autobús después de haber comido y fregado los cacharros. Iniciaba el paseo para coger el bus que le llevaba al centro asistencial.

María iba viendo el deterioro de los compañeros como si de presos fueran. El marido aumento su enfermedad, olvido hablar y de conocer a quien le viera. Se olvido también de ella.

Un día un celador le pregunto. Porqué la viene a ver todos los días si el ya no le conoce.

María contesto con rapidez. El a mi no, pero yo a él si. En un estado de coherencia que dejó mudo al trabajador. Más tarde lo comento a sus hijos el episodio. Que comprendieron porqué con frio o calor ella se desplazaba todos los días en busca de su compañero de vida.

El abanico mitigaba la temperatura que a pesar de la sombra proyectada por el edificio, no surgía.

Un vaso de agua esperaba para darlo a sorbos, para alguien que había olvidado hasta de sobrevivir.

 

martes, 1 de diciembre de 2020

EL VERBO

 

 

  • Que entiendes por verbo, Juan

  • Yo creo que dentro de la palabra verbo se encuentra mucho más que la fonética de signos, se trata de una vibración, eso conlleva gran energía que puede modificar los estados de las personas, Ana. Resulta complicado hacer entender este pensamiento. Estamos acostumbrados a otra manera de pensar. Seria entender que los coches pueden volar, cuando los hemos visto siempre sobre las carreteras y como mucho, por caminos. Nos resultaría difícil entenderlo. Hay muchas cosas que no entendemos por la cantidad de filtros que ponemos. Precisamente éstos nos han sido enseñados y lo único que hacemos es repetir como loros.

    La mesa de la cafetería tiene dos humeantes infusiones con unas tazas blancas, esperando a ser llenadas, una pequeña libreta donde Ana va recogiendo notas de la conversación.

  • Siempre que hablamos hay detalles que no me gustaría perder, por eso me acompaña siempre.

  • En la época tecnológica que vivimos me resulta anacrónico.

  • Puede ser pero en mi es una costumbre que me gusta. Cuando llego a casa, después de cenar, releer lo que he escrito, durante el día. Es mi sitio de reflexión sin presión medio ambiental. Digerir todo lo que los demás piensan o como actúan es bastante complicado.

  • Coincido contigo que aprendemos cosas y las dejamos como realidades.

    El camarero trae un platillo blanco con el tique de la consumición. Las tazas se han vaciado pero un resto queda en el fondo.

  • Te apetece dar un pequeño paseo, hace una tarde buena para estar en un espacio cerrado. Ana asiente con la cabeza, mientras retorna la libreta al bolso. El monótono ruido lleva a otro espacio. ¿quizás otra realidad?

    Testigos de ello, comienzan a sortear personas en diferentes recorridos a su pasear.