jueves, 8 de agosto de 2019

EL RESULTADO SIEMPRE ES EL MISMO

El resultado siempre es el mismo, así piensa Juan. Parece que todo lo que emprendo, siempre tiene el mismo resultado, estoy harto.
Juan respira fuerte como si el olor pudiera transformar su pensamiento, pero el sabor amargo vuelve otra vez a su boca. La música, tampoco le traslada, uno de los cojines del sofá, donde esta sentado, es requerido para el divagar de sus manos.
Juan sigue sin encontrar su punto diferente, quizás deba hacerlo ya, las preguntas parecen tener respuesta. Sale de casa camino del parque cercano a su casa, anda pero no ve, camina pero no anda, la negación forma parte de su vista. Sabe donde va, con su piloto automático puesto, pasa ramas de árbol rotas por el temporal de viento de la pasada noche, sortea aquí y allá. Los edificios grises a penas destacan otro color, aunque los ladrillos sigan siendo rojos.
El asfalto confirma la escala de color. Los equipos de limpieza tratan de devolver la normalidad.
Juan sigue sus pasos, ni siquiera nota el frio que ha traído la noche.
En la parte derecha esta el nudo de autovías que circunda la isla verde, un puente atraviesa las mismas, una rotonda da forma al nudo. Abajo la gran autovía. Juan lo ha pensado cientos de veces pero nunca había llevado a cabo su pensamiento. Hoy es diferente, el valor que creía carecer se ha instalado en esa cabeza confusa, que solo ha sabido dirigir en escasas ocasiones. Esta siendo conductor de su vida, por fin. Sube el pedestal de hormigón, hasta deja sus gafas para no ver, su compromiso, de pie sobre la barra se balancea, como tantas veces ha hecho con sus pensamientos, ahora sabe, que el movimiento  tiene que terminar hacía delante. No hay vuelta atrás, el aire sigue moviendo las ramas.