miércoles, 15 de marzo de 2023

SILENCIO... SILENCIO... SILENCIO...

 

“Buenos días, señoras y señores representantes…

 

Hoy es el gran día para Juan. Va a dar un discurso ante la nación. Es el hombre que siempre tiene argumentos para cualquier situación, incluso cuando no los tenga en estados comprometidos, allí esta su razonamiento para encontrar y convencer a las personas que le escuchan. No necesita papeles escritos como guion, todos los recursos están en su cabeza. Viste un traje de alpaca gris y camisa rayada.

 

Pero no sigue hablando…  silencio…   silencio…  silencio…   Juan no es capaz de articular palabra. Le traen una botella de agua, pero sigue sin decir letras. Las cámaras de televisión enfocan cada gesto de desesperación del orador, silencio… silencio…  Nerviosismo general. El encantador de serpientes como le llama la oposición, se frotan las manos. Ven caer a un ídolo que les ha hecho mucho daño, con sus argumentos.

 

Juan abandona el atril, va hacia el medico del hemiciclo como si tuviera el poder de devolver el habla a su garganta. Una linterna ilumina su garganta en busca de explicación. Pero nada aparentemente extraño aparece. Vuelve a ingerir agua en busca de humedad. Silencio… Silencio… Silencio…

El día se presentaba esperanzador y termino en silencio… silencio… silencio… Las especulaciones comienzan a surgir desde cualquier sitio, incluso se sugiere un envenenamiento. Se ha abierto el nuevo teatro, donde no faltan técnicos que den su parecer ante lo acaecido. Hoy llena de contenido las tres palabras mudas. No caben otras. Mientras todo el mundo tiene prisa por hacer otras cosas. Moviendo sin un rumbo conocido, aparentando un mostrar el trabajo que tienen, aunque no exista.

jueves, 9 de marzo de 2023

SONANDO EN LA PUERTA DE ALGUIEN

 

Aún sigue pensando en la conversación que tuvo esta mañana con una amiga sobre la muerte. Ese fantasma que no gusta tocar, por si estuviera maldito y pudiera inocular cualquier sentimiento contrario a la vida. Juan empezó diciendo porque vivimos morimos, pero es tan fácil opinar desde fuera, no cuando está sonando una llamada en la puerta de alguien.

En un árbol cercano cantan unos pájaros que te abstraen de cualquier pensamiento. Son capaces de desplazarte al mundo de la vida a esa que ocurre mientras estamos sentados en un sofá y notas como su paso es una perdida, teniendo un sentimiento de culpa que puede llegar a angustiarte y sentir desaprovechado tantos momentos que, por supuesto, no volverán a pasar. Esa vida que se esparrama como el agua en la palma de la mano, a pesar de intentar retener lo máximo posible, por mucho que ahuequemos la palma solo retendrá una cantidad mínima en un espacio de tiempo corto.

Los cuarenta años parece ser una cifra en la que la vida te dota de experiencia suficiente para recapacitar cosas de una forma avalada por la llamada experiencia que, al fin y al cabo, es solo personal no universal, cada uno recibimos de una manera u otra, la misma. Juan se encuentra en la mitad de la década. Adapta lo dicho por el resto como si volviera a ser para todo el mundo.

Vuelve a llamar a su amiga para puntualizar reflexiones que la dijo esta mañana, pero sin haber madurado, pero la llamada no tiene respuesta. Un poco frustrado, inicia su paseo por el parque en busca de respuestas, pero allí solo encuentra vida, excepto en algún árbol talado con síntomas de pudrición en su interior. Juan comienza a ver analogías en su debate interior que le ha traído.

miércoles, 8 de marzo de 2023

PIZPIRETA

 

La mañana se abre llena de nubes. El monótono rumrum del trafico adormece a los paseantes aun dormidos. Pocas cosas despiertan el entusiasmo. pero una camarera de pelo colorado se afana en ir deprisa para servir rápidamente a los numerosos clientes que buscan un trato diferente y encontrar una sonrisa de agradecimiento. Según el tiempo atmosférico va añadiendo alguna mesa más. El dueño está encantado, todo el mundo aplaude la decisión de contratar a esta jovencilla, que marca la diferencia con otras cafeterías cercanas. No pasan tres meses y recibe otras ofertas de trabajo, hasta doblando su salario actual. Pizpireta como se hace llamar, las rechaza, esta cafetería había apostado por ella cuando nadie la conocía y se siente agradecida, por ello sabe decir que no.

Pero ayer fue un día diferente un cliente la empezó a acosar. Hoy su sonrisa empieza a flaquear. Todo el mundo se da cuenta y la preguntan que le ocurre hoy. Inventa un dolor de muelas como causa, pero no convence. El hombre que la molesto vuelve por la tarde con las mismas intenciones, cuando la agarra del brazo se zafa con una llave sencilla, pero que provoca un pequeño alboroto, temiendo lo peor desaparece como había llegado. Para más tarde volver para disculparse de su actitud. Pizpireta no acepta sus disculpas y recibe una respuesta: ya nos volveremos a ver. Creando un estado de inseguridad en la joven. Dejando un cierre de sonrisa en su cara. Los clientes hacen un corro de seguridad y el individuo vuelve a desaparecer. Alguno se ofrece para acompañarla a casa, cosa que acepta y se pide que denuncie en la comisaria. Es joven y no quiere meterse en denuncias sobre alguien que no conoce. Hoy no ha aparecido en el trabajo ni siquiera avisado. Falta su alegría.