miércoles, 31 de octubre de 2018

CAMINO DEL DORADO 3







Comprobaron como el grupo llegaba a las treinta personas, dependientes de conseguir el dinero que les faltaba para llegar al destino ansiado. Los comentarios fueron similares a los suyos, Ahmed les había robado y luego les exigia trabajar para él. El ofrecimiento era mover hachís a las planeadoras que recalaban en España. Los movimientos tenían que ser rápidos para no despertar sospechas, aunque todo el mundo sabía la actividad de Ahmed. Se le tenía un gran respeto pues su patrimonio había seguido a un gran ritmo. Su objetivo era entrar en el mundo soñado por tantos adolescentes que salían de su estado para envejecer en muy poco tiempo. Les comentaron el uso de las armas automáticas a la menor vacilación por medio de su escolta. La vida de cualquiera de ellos no tenía valor, lo aprendieron pronto al ver morir a compañeros que se habían negado a realizar cualquier trabajo.
Mohamed descubrió la esclavitud cuando sus sueños de progreso se habían esfumado.
Uno de sus robos les dio unas zapatillas varios números superiores a los suyos, pero suficientes para notar las pequeñas piedras encontradas en cualquier sitio. Obtenidas de gente más mayor con igual pretensiones que las suyas.
Los cinco fueron formando una piña que estaba por encima de las misiones encomendadas, sabían que no se podían negar a nada, pero el espíritu de protección se anido en ellos, tenían que cuidarse entre ellos.
Tras dos meses realizando trabajos, Ahmed les llamo para proponerlos la ida en una barca el domingo. Las ilusiones volvieron a surgir. Solo tendrían que aguantar cuatro días más.
El domingo amaneció con nubes grises y a primeras luces llegaron a la playa en busca de la nave. Una balsa neumática de juguete con un motor y dos remos era todo lo que se les ofrecía.

martes, 30 de octubre de 2018

CAMINO DEL DORADO 2






El sueño dejaba de tener forma y se volatilizaba. No tenían nada. Todo fue muy rápido las bolsitas donde escondían el dinero también fueron robadas, eran su principal objetivo, el resto regalos para los integrantes, no hizo falta emplear la fuerza. Todo fue rápido. El día amanecía fresco pero más por las ausencias que por el natural.
La única pregunta era “y ahora, ¿que hacemos?” Mohamed tomaba el liderato de los cinco y seria ir donde su contacto y explicar lo que les había ocurrido. El grupo no pasaba desapercibido y un chaval les informo que fue Ahmed quien les había mandado robar. Pero desapareció para no tener preguntas. Las noticias corrían a la velocidad de Internet. Precisamente este hombre es a quien habían entregado la mitad de lo acordado.
Con dolor plantar llegaron al sitio y reconocieron a alguno de los integrantes que la rodeaban. Un sentimiento de frustración les lleno esas cabezas desalojadas de ideas.
Ahmed les dijo que no era su problema si les habían robado, que consiguieran el resto del dinero y el cumpliría su trato. “Soy un hombre de palabra”. Mohamed le pidió: ¿como conseguir el dinero? no tenían nada. Entonces les ofreció que trabajaran para él.
Los otros muchachos eran parte del trabajo cautivo creado por igual situación. Estos les enseñaban como logran comida de los contenedores de basura y les mostraron sus casas, que eran tubos de cemento alojados junto la colina de un parque, esto les aislaba de la lluvia. Aceptaron la nueva situación y confirmaron que eran otros como ellos. Ahmed vivía en una casa aislada con chicos que presentaban la protección necesaria, ante personajes adversos.
Sus zapatillas las vieron en los pies de sus compañeros, ahora son nuestras, era la respuesta, ahora vosotros tenéis como objetivo lograr las propias, robandolas.

lunes, 29 de octubre de 2018

CAMINO DEL DORADO 1






Mohamed es un muchacho de Maruecos. Vivía en una aldea donde las pocas cabras y unos pequeños huertos, eran el único destino. Los cinco jovenes entre quince y dieciséis años decidieron ir al “dorado” pasar la frontera que supone el mar e ir a Europa. La televisión les mostraba, cada día la cantidad de oportunidades que allí habían. Casas impresionantes, coches de gran cilindrada, mujeres muy bellas. Este mensaje les reunía para tomar una decisión convencer a sus padres que lo poco que tenían lo vendieran para conseguir un pasaje en una patera. A penas habían salido de su pueblo pero se enteraron de la ruta para ir a la costa y donde tomar la nave.
Prepararon lo poco que podía llevar en unas mochilas y el dinero recolectado. <las familias quedaban más tranquilas al saber que iban los cinco a la misma tarea y si triunfaban ya les llegaría algo de dinero.
Tomaron un autobús que comunico con otro para llevarles a su destino, la ilusión iba venciendo al miedo y el proyecto entre todos dejaba pocas fisuras. Al llegar al puerto preguntaron por los contactos que habían recabado. El contacto era un autentico pirata intento sacarles todo el dinero que tenían, pero Mohamed se mostró firme y dijo que buscarían a otro. Los diez mil euros que podía sacar no eran para jugar acepto. La mitad por adelantado y la otra mitad al embarcar. Seria pasado mañana, deambularon por la ciudad, donde encontraron a varias personas en sus mismas condiciones, compartieron miedos y expectativas, pero sobre todo los primeros.
Durmieron en un parque con los ojos abiertos por el transito de personas que pasaban, a última hora recibieron la visita de una docena de personas que no dudaron de quitar las mochilas y hasta las zapatillas deportivas nuevas.

jueves, 25 de octubre de 2018

EL OCASO DE AURORA




Aurora es una mujer que sale todas las mañanas desde la plaza donde esta su casa y toma el autobús con el único objeto de hablar con la persona que se siente al lado suyo. La primera pregunta siempre va dirigida al estado atmosférico, su pelo rubio teñido quiere aminorar el color del pelo que hace mucho, se torno blanco, sus labios bien pintados con un color rojo, decrepito. El bolso negro sobre sus rodillas como si fuera el volante conductor de su vida. Según van saliendo nuevos pasajeros otros ocupan sus lugares y siempre hay alguien con quien hablar. Al llegar a la plaza de destino al final del recorrido se baja y va a una cafetería para desayunar su chocolate con porras. Y con suerte seguir hablando con alguien que este desparejado y tenga interés en hablar. Por supuesto hablar por hablar. Hasta poder conseguir una conversación donde sale el drama personal..
Aurora busca el dar un sentido a su existencia y aunque suene a filosófico, lo hace de una manera personal. En la comunicación encuentra la brújula buscada.
El medico de familia acude todas las semanas una vez por la tarde. Las rutinas le ocupan su tiempo hasta ver caer el sol, que lleva a una reclusión en su casa.
Últimamente esta valorando el tener un teléfono móvil. Se había resistido pero podría comunicarse con más gente. Comenzó a reunir números de teléfono y hasta aprendió a hacer grupos de amistad. A través de ellos empezó a dejar de salir tanto de casa. Ya no le motivaba coger el bus. Dejo el contacto personal y se dirigió al volátil mensaje instantáneo. Las salidas solo eran para comprar comida, hasta que aprendió a pedir por teléfono. Un muchacho se lo llevaba y a cambio entregaba una buena propina.

miércoles, 24 de octubre de 2018

LA CAMA BLANCA




Tras las múltiples quemaduras, logro salvar su vida perdida. Juan se recupera de ellas, mientras la pregunta es porqué llego a esa situación de desesperación, busco la forma más dolorosa de quitarse la vida, incinerándose. La diferencia es que lo hizo en un espacio público, una plaza muy concurrida. Estuvo sentado en el suelo he, incluso cogió un cartón para evitar la humedad de la pequeña lluvia de madrugada. Hablo con una señora mayor a la que corto con monosílabos.
Juan traía una botella de liquido inflamable desde su casa, por ello sabía lo que iba a realizar. Pero el desenlace fue inesperado, después de incendiarse, un transeúnte cogió una manta de las que utilizan los que suelen dormir por allí, y le envolvió en ella, con lo que sofoco las llamas. Solo quedo el fuerte olor del combustible.
Su rescatador fue al hospital donde se recuperaba, quería saber la razón de su actuación, la respuesta fue la misma que recibieron todos los que se la han realizado antes. “Me levante de la cama y tome esa decisión, mi vida había dejado de tener sentido”. Tu me has dado una nueva oportunidad, no se que secuelas tendré de esta pero viviré de una manera diferente, te lo puedo asegurar.
Martín le dio las gracias por pensar de esta forma y desapareció de la habitación. Totalmente vendado ni siquiera, Juan pudo observar la salida del extraño. Aquella manta había tenido una nueva vida, ahora todas esas gasas habían sustituido a su piel. Su mirada fija y la llegada de alguna enfermera o auxiliar es la que rompía la monotonía de la espera de su salida. No se logro contactar con ningún familiar. La soledad le volvía a marcar su vida. Estaría en otro crematorio diferente a aquella cama blanca donde estaba.

martes, 23 de octubre de 2018

EL HOMBRE SENTADO



Mientras estaba sentado en el suelo, parecía un hombre en espera. Unos eran porque el alcohol hizo mella en sus extremidades inferiores otros descansan de su jornada laboral y otros ocian, simplemente.
Juan se encuentra en la tercera suposición, tiene una visión de la plaza bastante buena y es una perspectiva diferente a la que se puede tener en este lugar. Al estar en una posición inferior puedes ver la mirada caída de la mayoría de las personas que por allí pasan, pero a pesar de ello, se sienten superiores, porque siempre existe alguien que esta peor, aunque sea una posición de descanso, no ha elegido un banco o las sillas de las terrazas de loa diferentes bares. Los perros pasan cerca de él como molestando su paso a su zona donde orinar.
El sol de la mañana trasmite el calor necesario para quitar la humedad de la lluvia dela última hora de ayer. Un cartón fue el aislante elegido para no terminar con humedad, doblado varias veces hacía una almohadilla casi perfecta para su descanso. Pronto un barrendero le interrumpió pero ni siquiera le pidió levantarse. Las hojas no habían llegado a esa zona. Una mujer de avanzada edad con ganas de hablar, comenzó el interrogatorio. Pero Juan no estaba para hablar solo para observar, por ello sus contestaciones fueron muy secas, monosílabos. La mujer pronto abandono el lugar.
Era un elemento discordante en la aquel lugar, si hubiera sido por la tarde, la cosa seria diferente, pasaría desapercibido. Pero era por la mañana y los paseantes eran casi habituales. La cosa cambiaba.
En un momento extrajo una botella de plástico de su abrigo y se roció, el litro y medio de aquel liquido verde impregno su ropa, pelo y manos. Un mechero prendió acabo girando en el suelo.

lunes, 22 de octubre de 2018

EL SOBRE DE COLOR BLANCO




Los abogados no les gustan guardar papeles, los informatizaban y devolvían a sus clientes. Pero decidió llamarle “por si acaso”.
La conversación fue rápida el no se quedaba con papeles. Pero entonces tendría una copia. Eso si, le pidió ir a primera hora de la tarde y se la entregaría.
Por fin descanso de su búsqueda que le estaba creando un sentimiento extraño e incomodo.
Juan se presento a primera hora y recibió los documentos en un sobre de color marrón. Ese color se utiliza para los documentos poco importantes, pero él no lo sintió así. De allí fue a la gestora donde tenia que entregarlos.
Volviendo a casa se dio cuenta de la cantidad de cosas que debería tirar al contenedor correspondiente y fue lo que iba a realizar al llegar a su casa. Entre todos los papeles salió uno, que no estaba en las sucesivas búsquedas, precisamente era blanco y allí estaban los papeles requeridos. Era de color blanco. Lo que abundaba eran sobres marrones pero como no lo había visto anteriormente. Le intrigaba por haber sido tan exhaustivo en su búsqueda anterior. Pero lo curioso era que había más sobres de diferentes colores allí.

viernes, 19 de octubre de 2018

LA CARRETILLA DE JUAN




Sentado en los escalones, no encontró un banco para variar el sitio. Juan siguió con la mirada a los paseantes, quiso encontrar mil historias, cada persona que pasaba le sugería una cosa. En los espacios que no pasaba nadie, enlazaba la historia de unos y otros, con lo cual se centraba en todo lo que pasaba, pero en nada de su interior.
Juan había salido de casa, casi huyendo y encontró una nueva pantalla donde buscar sus frustraciones en las acciones de los demás. Su manera de liberarse de ese sentimiento le hacía sentirse bien. Al fin y al cabo, eran personajes neutros y encima desconocidos, por ello no tenía sentimiento de culpa. Los demás eran cargados con ese sentimiento y él quedaba liberado, por ello, se encontraba más relajado. No solucionaba nada porque al fin y al cabo la culpa la tenían los demás. Él se encontraba bien era el centro del universo y por lo tanto ecuánime respecto al resto de planetas y estrellas que gravitaban por allí lejos. No encontraba el símil con los puntos iluminados en el cielo, por la noche.
Sin fijarse los veía extraños y lejos de ser parte suya, no hablaban y no se podía comunicar con luces, al igual que con animales y plantas. Era más material, terrenal a pesar de proyectar sentimientos en los demás. Los veía como carretillas donde descansar su peso, de sentimientos, acumulados en una cabeza que no soporta demasiado peso.
Su estancia en las escaleras venía a ser como una terapia, aplicada a si mismo, con un único actor, Juan.
No conseguía mucho más pero la semana la salvaba de esta manera. Por ello recurría a ella con frecuencia. No hablaba con nadie, aislado dentro de un mundo lleno de gente, pero donde se encontraba profundamente solo.

jueves, 18 de octubre de 2018

LA CASA DE JUAN




La puerta de salida siempre está en el mismo sitio de la casa. Junto a la habitación de Juan que limita con la escalera, lo que la hace la habitación más ruidosa, se pasa de una casa a la pre-calle o post-calle lo cual lleva a que el tono de voz sea superior al que se mantiene en casa. Los sábados y domingos se duplica la cosa porque, parece que todo tiene que contarse en la escalera. Y los tonos de voz se hacen más elevados y esto ocurre cuando se quiere alargar el sueño un poco más de lo que se produce a diario. Al vivir en un primero, menos los vecinos del bajo todo el mundo pasa frente a su puerta y pared con la que pega el cabecero de su cama. Justo enfrente se encuentra la cocina donde elabora sus comidas y lava los cacharros utilizados. El resto de la casa lo ocupan un pequeño servicio alargado, rematado en un plato de ducha y un ventanuco para airear los malos aires y el vapor producido por la ducha de agua caliente. Otra pequeña habitación con un armario de pared a pared que es el desahogo de ropa y cacharros. Un pequeño salón lleno de estanterías, libros de muchas procedencias y de pocas atenciones. Juan sabe lo que quiere leer, el resto le sobra lo que lleva al color amarillento de la mayoría de las hojas. Prácticamente se pasa el tiempo en el trabajo por lo tanto disfruta poco de su casa alquilada, no por alcanzar más salario sino por el miedo a perderle.
No tiene pareja, quizás, por el poco tiempo que dispone para afrontar nuevas relaciones con el otro sexo. Algunos le apuntan como homosexual, pero nunca ha dado muestras de ello, puede ser blanco fácil.

miércoles, 17 de octubre de 2018

EL DIRECTOR DE SUCURSAL




Juan es un director de sucursal. Su pelo rizado y sus gafas de miope nos introducen en su forma de ser.
Juan es un idealista pues piensa que puede dignificar su trabajo con el bien de los demás. Ha luchado contra la estructura pesada que es la administración, pero sabe que es parte de su trabajo, el recibir una espera o una no contestación a sus preguntas o necesidades. Su sueldo. de alguna manera está garantizado, por lo que no espera una apertura de un monstruo osificado, donde un movimiento significa un esfuerzo máximo.
Pero un nivel de frustración se va asentando en ideas o proyectos que no puede desarrollar. Sus ojos en forma de huevo se han centrado mucho tiempo en la lectura y el color de su pelo ha nacido en la sobra de los cuartos de estudio. Donde el sol no aparece y por tanto clarea el cabello.
Pero ayer pudo llevar a cabo su proyecto, tantas ilusiones puestas en él. Logro conseguir un local para dar un ciclo de conferencias, había medido todas las variables para ofrecer un acto esplendido, un orador representativo y la publicidad puesta para demostrar que él, iba a triunfar. Ya no se iba a arrugar ante nuevas propuestas.
La cita era a las siete de la tarde, el día no acompañaba rachas de viento con intermedios de lluvia, en las casas se ofrecía un partido de televisión, de esos que llaman: Importantes.
El trabajo de Juan era matinal, pero no le importaba alargar su jornada laboral. A las siete menos cinco llegaron tres personas que se pusieron en lugares diferentes y ya no llegaron más espectadores.
Juan no se lo podía creer, pero tras una espera de quince minutos, dio la presentación del ciclo de conferencias.
Por dentro, sensación de fracaso.

lunes, 15 de octubre de 2018

LOS NERVIOS DE MARÍA




Algo descubría que no se encontraba tranquila, sus continuos movimientos o sus repetidas llegadas de la mano hacía su cara, pero también tenía un temblor en la pierna derecha. En realidad, no era un algo, era la totalidad de su estar en ese vagón de metro. Lo que atendía las miradas del resto de pasajeros, con ello conseguía una retroalimentación en su nerviosismo, pues los ojos se fundían hacía ella. María no quería ser protagonista de nada, quiere pasar desapercibida pero en esa mañana había conseguido lo que nunca había logrado, la atención del resto de personas. Pero los nervios son contagiosos y a pesar de los reproches por su comportamiento, se iban produciendo tics en el resto de personas, la undécima parada llegó con ella su salida y un suspiro irradio en los viajeros que continuaban.
Con paso largo, casi corriendo, alcanzó las escaleras mecánicas, la salida a la calle fue un bienestar, pero faltaba solucionar lo que le había llevado allí. El despacho de abogados estaba en el primer piso. Pregunto por el abogado que llevaba su caso y consulto, la recepcionista por teléfono. La respuesta fue que esperara un momento que ahora salía él. La indico donde podría sentarse, pero hoy los asientos no se habían construido para ella. Siguió su deambular, su mirada buscando tras el visillo de una ventana. Pero no le gusto el resultado. Abrio su carpeta con el papel que debía entregar, porque ya no estaba ni segura si lo había traído.
La espera se alargo media hora tiempo suficiente para poner nervioso hasta la señora que efectuaba la limpieza del despacho, que suele hacer las cosas con mucha calma, pero el continuo deambular, marcaba huellas en el suelo recién fregado. Por fin se recogió el documento, vuelta a entrar a su despacho.

sábado, 13 de octubre de 2018

EL PELO ENSORTIJADO






El pelo ensortijado de Juan era un espejo de su manera de ser. El peine pasaba una y otra vez sobre el rizado cabello pero las curvas volvían a aparecer.
El color iba cambiando hacía gris, era prematuro, pero la herencia marcaba.
Juan seguía anclado en una edad que supero su cronología actual, quedando grotesco el seguir anclado en una época que ya no le corresponda. Pero el tiempo pasaba para los demás no para él. Siempre fue fácil encontrar en los demás detalles pero ignorando el reflejo personal.
El camino fue a una discoteca donde se quiere mostrar la elasticidad que se va perdiendo entre los dedos y sentirse protagonista de miradas extrañas. Era un día de diario por ello no había mucha gente, la mayoría eran hombre apegados a vasos donde rebotaban una y otra vez los hielos que diluían el calor de los alcoholes. Algunas parejas se sentaban en las mesas que rodeaban el escenario, donde se luchaba por contorsionar los cuerpos.
Las mujeres habían hecho uso en profusión de los frascos de colonia, dejando un rastro a cada movimiento.
Juan salio al escenario para dejarse ver. Comenzó las movimientos rítmicos, mientras parecía que todos estaban ausentes. Unos porque miraban sus teléfonos móviles en busca de la última información. Otros porque charlaban entre ellos y las parejas que solo tenían ojos para la otra persona. De pronto surge el apagón, las luces de seguridad se iluminan y el silencio se fue cambiando por voces de extrañeza o de broma de los propietarios. Lo primero buscar sus pertenencias con la ayuda de los teléfonos luego emprender la salida ante un posible incendio, que no aparece. En pocos minutos congregados en la puerta, solicitando explicaciones a los empleados, que saben tanto como ellos, achacan a la edad del edificio.

jueves, 11 de octubre de 2018

EL PERSONAJE TOMA EL CONTROL DEL AUTOR






El personaje tomó el control del autor. La masa de amasado se convierte en la creación del alfarero. Siempre ha habido una dirección en la creación intelectual. Pero Juan ha roto los clichés establecidos. Comenzó a escribir cuando era joven como liberación. Esta linea literaria no la abandono, a pesar de los cambios que tuvo en su vida. Pero fue hace unos meses donde el personaje creado requería todo su tiempo libre. Juan hacía su trabajo, las labores del hogar y el resto se embutía en la escritura, tanto es así, que resto horas de sueño.
Juan se planteo dejar su trabajo para poder seguir escribiendo, su vida austera y los pocos gastos que tenía. La decisión estaba tomada. Dio quince días a la empresa para encontrar sustituto y se quito una cadena para entrar en otra.
Las páginas se iban acumulando y su personaje Elmo tenía nuevas historias que contar, nuevos paisajes y nuevos ambientes.
Elmo se convertía en un tirano que dictaba los tiempos de Juan, tecleaba palabras como si de un dictado se tratase hasta llegar a sentir esa nueva cadena. Su pecho notaba la opresión que dificultaba la inhalación de aire.
Junto toda la historia y remitió a las diferentes editoriales para su posible publicación.
El silencio fue la mayoría de respuestas, otros conducían a paginas de auto edición. Pero Elmo reclamaba su protagonismo editorial. Necesitaba mostrarse al público para ganar dominio, en un papel no era nada pera en las cabeza de lectores se convertía en alguien importante, este era el sentido de su afán.
Juan luchaba por llegar a complacer los deseos de su creación y busco la manera de hacerlo en otros países. Hasta que llego una respuesta afirmativa, la producción sería digital, los tiempos habían cambiado, los personajes no lo habían hecho.

miércoles, 10 de octubre de 2018

FINAL FELIZ





A todo el mundo le gusta un final feliz cuando lee un escrito o libro. Pero lo que impera son noticias de sucesos, donde la belleza esta un tanto ausente.
Nos conformamos con un es la vida misma aportando todo ese sentimiento aprendido por comentarios de muchas personas además de los medios de información que buscan todo aquello que sale de la normalidad, porque está no vende y ellos están para comerciar con las noticias. Si estás no existen se crean, como argumento dan que son creadores pero sin importar de quien se trate y el efecto producido, todo se vende. Todos sabemos que esos finales felices son etéreos y no se producen en la realidad. Esta es la normalidad y pocas cosas diferentes aportan salvo las anécdotas que rompen la linea recta del comportamiento general.
El final feliz nos suena a ñoño, a cuento de reyes y princesas. Cuando lo normal es encontrar a jóvenes con trabajos pecuarios, adultos con problemas para poder pagar el compromiso de una hipoteca que te dará la seguridad ante posibles tiempos inciertos, donde no tienes ganado nada, todo es temporal y esos finales no existen porque alguien nos ha leído el posible final del escrito habiendo roto eso que nos gustaría encontrar, pero que no vemos en nuestra realidad, ni siquiera en la de nuestros vecinos o amigos. Tal vez como forma de ser una ilusión por la que digamos: Aceptamos el reto.
Lastima que toda esa energía se diluya y quede desfigurada, para presentarse como un monigote sin entidad y se transforme en una caricatura, por supuesto mal dibujada.
Pero aceptando que nuestra magia quede aparcada, una vez más, en los lugares de las cavernas, para aportar más luz, tan necesaria y olvidada, por motivos, siempre extraños a nuestra forma de pensar

martes, 9 de octubre de 2018

LA TIENDA DE HAMBURGUESAS




Juan había montado una tienda donde solo vendía hamburguesas. Una plancha un frigorífico y un armario donde almacenaba el pan. No tenía mesas y las bebidas estaban en otra nevera donde se alojaban diferentes latas, desde refrescos a cervezas. Tenía su salida de humos y un mostrador. Una pequeña trastienda y las pocas verduras que daban color al marrón de la carne congelada.
El público era juvenil en su mayoría. Según llegaban se elaboraba el pedido.
Un día llegó Maite, una mujer en torno a la cincuentena. Le pidió si podía trabajar con él. Juan fue claro con lo que sacaba de recaudación le llegaba, para sus gastos y un pequeño sueldo.
Maite le explico que necesitaba trabajar y ella había elaborado hamburguesas en otro sitio. Solicito una semana a prueba sin salario.
La llegada de esta mujer cambio el negocio, por la mañana iban al mercado a comprar la carne, compro especias y fueron a elaborar al local. La delicadeza que presentaba cada parte de la elaboración le dejo pasmado. A la hora de la comida ya tenían cincuenta hamburguesas preparadas. Las primeras personas hicieron su encargo rápido, pero era esta mujer desconocida la que atendía, Juan quedaba en la plancha. Añadía los ingredientes de siempre, como complemento. Pero otro ambiente se respiraba, la atención más cuidada y la sonrisa de Maite, era diferente. Al terminar el día se había vendido la totalidad y alguno volvió para repetir.
Esta mujer le pidió que renunciara a las congeladas y dedicaba tres horas en la elaboración del producto.
Al tercer día, Juan lo tenía claro, tenía que contratarla. Maite se sintió agradecida, acepto con la condición de no cambiar la elaboración, era ella quien estaba marcando los ritmos y la elaboración. Juan quedaba en un segundo lugar, se duplico la producción.

lunes, 8 de octubre de 2018

LA MUERTE NO DAÑA AL PÁJARO...




Juan fue encerrado en una prisión por haber asesinado a una persona. La pena de muerte esta vigente en su país. Fue acusado pero la verdad es que ni él se encontraba en esa zona, pero no pudo demostrarlo. Se le aisló y prácticamente estaba juzgado de antemano. El cadáver era una persona muy influyente en la política de la nación. Se le corto todas las lineas de demostrar que no era el autor, pero a alguien le venía bien que fuera el chivo expiatorio.
El aislamiento lo vivió como un martirio, hasta se autolesiono. Las expectativas hacía el reo se iban cumpliendo, solo era cuestión de dotarle de un elemento para que pudiera suicidarse.
Una de las pocas visitas que recibió fue de su abuelo y le dijo: “la muerte no daña al pájaro tan solo quiebra la jaula”, le explicó que leyó esta cita de un autor afgano.
Juan tuvo tiempo para reflexionar sobre la frase y comprendió que el camino de destrucción era la peor elección, alguien obtendría sus beneficios a costa de haber cogido un camino que no era el suyo.
Juan disponía de tiempo y comenzó a plantear su vida de otra manera, aun a pesar del aislamiento.
La puerta de su celda se abrió y vio a un funcionario le ofreció un potente veneno para finalizar su vida. Juan le dio las gracias y le dijo que ayer le hubiera dado las gracias hoy le molestaba. Salio con aires destemplados e informo del encuentro con el autor de la idea. Recibió el dinero ofrecido y en su conciencia quito la idea que provocaba el rum rum del acto que había desempeñado. Con el dinero compraría aquello que su sueldo no le permitía comprar y la vida sigue.
La vida de Juan empezó a cambiar.

viernes, 5 de octubre de 2018

LA BOTELLA DE LITRO Y MEDIO DE AGUA






Una persona que se cría en la abundancia, difícilmente se puede adaptar a la del valor de las cosas.
Cuando venía me encontrado con una botella de agua mineral de litro y medio, más de la mitad estaba vertida en el asfalto. Un envase de este tipo vale unos céntimos, pero el recurso que contiene va siendo más escaso en el mundo y el hecho del “como tengo dinero, lo puedo hacer”, ese sentimiento de riqueza hace justificar cualquier acción.
Un parque público, en cualquier ciudad puede representar una vida en macetas, pero dentro de las mismas existe la naturaleza de algún árbol o arbusto. Puede ser una zona decorativa pero existen unos seres vivos que son compañeros navegantes en este viaje que se llama Vida.
La existencia se llena de muchos decorados o actores que desempeñamos un conjunto global. La riqueza no se encuentra en el dinero por mucho que se proyecte esta imagen, a través de los siglos de existencia. Todos tenemos la abundancia de lo que nos rodea, pero solo la llevamos a aquello que es tangible y su modelo es monedas o billetes o tarjeta bancaria.
Después de contemplar ese agua derramada, esos alimentos que van a la basura sin haber sido consumidos, llega el tiempo de reflexión ¿lo estamos haciendo bien o es un modelo que tiende a caducar? Hay cientos de personas adscritos a seguir igual, “esto no lo cambia nadie”. Pero ese consumo desmesurado, parece estar llegando a su fin. Todos los habitantes tienen derecho a la vida en el planeta, dejando de lado los criterios excluyentes que hasta ahora han marcado la ley y el sistema. Dejar de consumir como una forma de riqueza, aunque llene nuestros estómagos y nuestro ego pero vacíos en la mente, con montañas de basura, como consecuencia.

miércoles, 3 de octubre de 2018

EL ASIENTO DEL CONDUCTOR





A veces, sentarse en el asiento del conductor asusta, porque te conviertes en el responsable de tu viaje, incluso por las acciones de los otros conductores, tu te conviertes en el responsable.
Según van pasando los años, la necesidad de protagonismo va disminuyendo, hasta convertirse en un sueño y ese si que tiene poca entidad.
El acomodo humano pasa por diferentes fases, agravadas por una sensación de cansancio, donde parece que la vida “cuesta” parecida a una empinada rampa. Nos dejamos sumergir en el cansancio y justificamos nuestra vida en torno a la oxidación celular, como parte que determina nuestras acciones o inacciones. Siempre tratando de justificar el hecho de ir en el asiento del conductor, si esto no fuera así tendríamos la sensación de no haber vivido nuestra propia vida.
Ayer observe a una mujer que hablaba con las plantas, quitándome los prejuicios de “la loca de turno” la observaba y aprendía como la paz llegaba a ella al estar en armonía con ella misma y por tanto con su entorno.
Podemos ir en un autobús donde no somos los conductores, pero alrededor nuestro existe vida. La despreciamos y como consecuencia sentimos el vació. Está mujer conseguía lograr el todo, con la sencillez de vivir todo lo que está a su alrededor.
Los vehículos son simples maquinas pero su uso es la diferencia de estar en un sitio u otro.
Las rampas, al fin y al cabo, son parte del camino que nosotros cojamos, lo que diferencia un camino de otro. La trasformación de ese movimiento hace que sintamos una cosa u otra, vayamos en un coche o andando, el resultado puede ser el mismo, la única diferencia será el tiempo, ese que va marcando los lóbulos de nuestro cerebro y las consecuencias de nuestro pensamiento con desenlace diferente.

lunes, 1 de octubre de 2018

EL TIEMPO TODO LO CAMBIA





Juan, comenta: dicen, que el tiempo todo lo cambia. Yo creo que si. La manera de pensar va cambiando porque cambian las prioridades.
Su amigo Andrés reafirma con la cabeza y subraya con un: ya lo creo. A veces ni me conozco.
Sin embargo no nos damos cuenta de ese cambio hasta que llegamos a una profunda reflexión, es entonces cuando somos conscientes de ese movimiento. Dice Juan. La propia observación de la naturaleza nos da las claves de esto, si observamos un árbol, con su crecimiento estará en el mismo lugar, pero hay transformaciones en él, interiores y por supuesto medioambientales, el ataque de parásitos, lluvia, viento, nieve, tantos aspectos que modifican desde su propia existencia hasta su madurez.
Si has elegido un buen ejemplo a pesar pertenecer a un genero por la posición que ocupa en el medio ambiente, su vida es diferente. Como si los caprichos de la vida te modelaran hacía una forma de ser. Responde Andrés.
Queremos diferenciarnos de la naturaleza como si fuéramos seres superiores y partimos del mismo núcleo, no nos hace ser tan diferentes, solo con observación nos puede llegar a aprender más cosas que las aprendidas. Mira Juan hacía el exterior, mientras pronuncia las palabras.
Estoy de acuerdo en que las realidades son diferentes pero en realidad no hay tantas diferencias. Andrés busca reafirmar las palabras de su amigo. Por ello cuando decías que el tiempo todo lo cambia, creo que hay más factores que solo el tiempo. Al ser un medio abstracto admite cualquier cosa, como si fuera un cajón de sastre, donde todo cabe.
Claro buscar las diferencias es una labor muy meticulosa por eso viene bien asignarlo a algo que dice, pero sin valor de concreción. Juan mira sus manos a la vez que reflexiona, su animada charla.