sábado, 10 de diciembre de 2022

LA PRISA


Aun sabiendo que no estaba se acercó al portal, abierto por la limpieza de la escalera. Subió los dos pisos y llamó al timbre. Al minuto certificó su creencia. Con la misma descendió. Juan suele actuar de esa manera impulsiva, Da igual que lo analice a posteriori. ese impulso de quererlo todo automáticamente.

Por supuesto toma otro camino para hacer otra gestión. Sino hay actividad se encuentra mal.

por el. camino se encontró una hoja informativa sobre el yoga y la importancia de la respiración consciente. Detuvo su carrera y fue a informar. Una clase gratuita y una tarjeta con la dirección fue el tiempo mínimo para seguir su devenir.

La curiosidad le llevó esa tarde para conocer el sitio las técnicas que allí se ofrecen.

A las siete de la tarde se empezará la clase, se pide ropa cómoda. Vuelta a casa para coger un chándal y nuevo paseo hacia el centro.

Tras la presentación por parte de una profesora. Manda descalzar y ponerse en círculo en la redonda y vistosa alfombra redonda. Hay más mujeres que hombres. Explicando la importancia de la respiración como sistema de relajación. Sentados con las piernas cruzadas inician el ejercicio con ojos cerrados. El cuerpo de Juan comienza a oscilar. Margarita, la instructora indica el movimiento de Juan, sintiendo agredido por la observación. Poniendo su espalda recta y ojos abiertos. Margarita le conduce al anterior estado, para volver con el grupo. El incienso, las velas dan el punto que ayuda a salir del presente, mientras la voz va haciendo el resto. La hora a pasado y Margarita va pidiendo volver al aquí ahora. Juan no quiere salir, por primera vez consigue cambiarla realidad, así lo comenta con el grupo y ya está pidiendo cuando será la segunda clase. Un abrazo colectivo, caras sonrientes.