Juan
sale a mediodía para ir a comer. Normalmente va al mismo
restaurante, queda cerca y tienen un menú variado y apetecible. Las
colas se solventan en poco tiempo y en unos treinta minutos ha
terminado, debe dejar el espacio para otro comensal y aun le queda
más de una hora para reincorporarse. Los días que hace buen tiempo
aprovecha para caminar hasta un cercano parque, pero cuando llueve o
hace mucho frío, surge el problema pues debe volver a su puesto y
consecuentemente trabajar. Con lo cual, cada mañana mira el
pronostico del tiempo y sale prevenido sobre que hacer después de
comer. La lectura es una de las cosas utilizadas y otra charlar por
teléfono con amigos. Perro la sensación de notar sus piernas en
movimiento y descubrir cosas, anteriormente vistas, pero no fijadas
hace que sea un motivo de alegría ante el panorama rutinario del
trabajo desarrollado. Lo realiza bien pero no deja de ser rutinario
frente a una pantalla de ordenador, durante ocho horas. Como existen
turnos no puede coincidir con compañeros, tampoco son tantas
personas, saben de su trabajo especifico. Solo los rumores de la
absorción por otra empresa, empañan su estabilidad. Tarde o
temprano esta ocurrirá y por ello, pudieran cambiar su puesto de
trabajo, sueldo y ubicación.
Juan
trabaja durante cuatro horas por la mañana y cuatro en la tarde. Por
ello tiene todo el día ocupado en ir al puesto de trabajo, salvo los
fines de semana, que trata de recuperar el tiempo perdido para el
trabajo.
Hoy
Juan va a comer y a su vuelta le reclaman en dirección. Los rumores
se han hecho realidad. A final de mes cesara en su puesto. El mundo
se derrumba, apenas articula palabras, su modelo de vida va a cambiar
de cero a cientochenta.
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