jueves, 16 de noviembre de 2017

EL LETRADO DE EXITO





El abogado siempre piensa que tiene el conocimiento suficiente de encontrar los argumentos suficientes para defender a cualquier cliente.
Luis ha tenido esa habilidad que le permite tener un cierto prestigio en su profesión, teniendo suficientes ofertas económicas para trabajar en los diferentes bufetes de su ciudad.
Ha enseñado a letrados noveles, muy atraídos por su fama. Han pagado un gran precio por su aprendizaje. Todo le conlleva a que se convierta en una persona distante donde su ego ocupa gran parte de su personalidad. Se ha convertido en una fabrica de generar dinero, parece un ilusionista, donde todo el mundo observa pero nunca descubre el truco.
Algunos jueces han contradicho su argumentación, pero en los casos más sonados ha conseguido su objetivo que no es otro que una sentencia favorable.
Hablando con él reconoce su arrogancia pero con la argumentación de: Yo puedo. En un mundo de dudas cuando alguien se presenta de esta forma, tienes muchas papeletas de ser seguido y por tanto de ser odiado. Valor despectivo para él, pero que acompañan sus pasos por la ciudad. Ha cambiado varias veces de residencia, por no estar cómodo. En esa búsqueda de equilibrio, lo ha intentado tapar con dinero. Pero el ego es como una droga en la cual tienes que seguir alimentando, parecida a un globo de helio, mientras haya gas que se queme, el mismo subirá y se desplazara. Por ello el camino es seguir aportando gas, hasta cuando quieras seguir. El problema surge cuando tus piernas exigen andar y tomar tierra, para ello es necesario abandonar el transporte, que tan feliz te había hecho.
Quiso colgar su toga, pero no es fácil dejar un camino tan enredado, ha tejido una red, difícil de dejar porque si.
Atrapado se siente en una celda, desamparado, sin salida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.