-
Ayer estuvimos en la piscina con los niños,
terminamos muy cansados cuando regresábamos a casa por la tarde. Comenta Marta
a su vecina Clara.
-
Nosotros estuvimos en el pueblo, pero entre el
calor y la caravana de ida y vuelta no lo hemos disfrutado.
-
Siempre que se hace algo nuevo nos ayuda a
cambiar.
-
Pero de verdad el calor, a pesar del aire
acondicionado, que no le puedes llevar todo el tiempo, sino terminas con la
garganta hecha pure.
-
Si Clara pero fíjate que has estado tres días
fuera y resumes en los espacios del tiempo de ida y vuelta. Has ignorado todo
el resto del tiempo. Yo cuando digo que terminamos muy cansados es porque
nuestros músculos no están habituados a nadar y eso se nota, haces movimientos
que no estas acostumbrada.
-
Entiendo lo que dices, Marta, pero para mi una
caravana significa desesperación y más cuando hay un calor sofocante.
-
Si pero, tienes que darte cuenta que, has pasado
sesenta horas fuera y te has quedado con lo malo. Piensa en cosas en las cuales
te has encontrado a gusto. Tu viaje habrá sido de otra manera y la ida y la
vuelta solo serán anecdóticos. Piensa, Clara, lo que te digo. Solo estás
manifestando que te encuentras mal.
-
Bueno ya sabes mis problemas y quizás lleves razón.
Tengo puestas unas gafas de color negro, lo cual me hace difícil, encontrar el
gusto a cualquier cosa. Ya en el coche comenzamos a discutir y los niños se
encontraban nerviosos, que se manifestaban con llantos, de llamada de atención.
Nos estaban diciendo su incomodidad de lo que estaban viviendo.
-
Te das cuenta, Clara. Ahí esta el problema, no
en el cansancio de la piscina, como me ocurrió a mi. ¿Entiendes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.