A
veces, como cuando llega un nuevo día, no sabes si sera un día
lluvioso, soleado o frio, es la sorpresa que esta por abrir. Es como
cuando llega una idea nueva, un pensamiento, de momento te imaginas
pero es cuando se pone en practica, observas y sientes la novedad.
Todo ello lo que te puede deparar, igual que cuando levantas la
persiana y haces tu propia meteorología.
Juan
se sienta en un banco y según va observando las personas y coches
que pasan, hasta ahí normal, pero en su caso empiezan a surgir
ideas, que va anotando en una libreta, para luego pensar que se puede
hacer con ellas.
Su
fuente de inspiración es fácil, requiere de pocos elementos. Pero
hoy, por allí pasa Margarita, al verle sentado se acerca a
saludarle.
-
Hola Juan, que ajetreado te veo.
-
Buen día Margarita, estoy anotando ideas que me vienen a la cabeza.
-
Pues yo, tendría que traerme un bloc grande, de tantas, cosas, que
me pasan por la cabeza. No consigo detenerla.
-
Todos tenemos muchas cosas que se asoman y después, desaparecen. Yo
lo que hago, es que todas las ideas nuevas, las anoto con la
posibilidad de luego desarrollarlas, si son posibles.
-
No yo no soy tan creativa, pensamientos repetitivos que una vez que
se han reflejado se ponen a la cola para volverse a repetir, pudiendo
convertirse en una pesadilla.
-
Margarita debes saber en lo único en que mandamos es en nuestros
pensamientos, nada más porque lo otro es ajeno a nosotros, por ello
no lo podemos controlar.
-
Eso que dices suena bien, pero creo, no se adapta a la realidad. Yo
no quiero que un pensamiento venga una y otra vez, a mi cabeza.
-
La palabra “no” atrae, eliminarla pues.
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