A
veces vemos coincidencias en algunos sitios, sin darnos cuenta que
son causas de nuestros pensamientos y acciones. Juan piensa así,
Sabe que las casualidades no existen. El mundo es como un gran reloj,
donde los diferentes engranajes somos cada uno de los humanos que lo
componen, y a su vez este forma parte de otro que es el mundo, Que a
su vez forma parte de otro que es el cosmos, ese engranaje tan
pequeño puede llevar a transformar la mecánica de todo el entramado
que supone la vida en general. No hay nada nuevo solo que nosotros,
vamos descubriendo cosas que siempre han estado y nos consideramos
como descubridores, pero todas las cosas no se ven a la vez sino en
tiempos, que pueden ser lapsus de siglos. Un vértigo que nos puede
llegar a marear por no poder comprender.
Juan
continuamente esta recopilando información al respecto, le gusta esa
dinámica que le hace sobrevolar, ideas y pensamientos. Curiosamente
siempre encuentra a alguien con quien compartir.
Alguna
vez siente que está perdiendo la cabeza por su implicación, que
puede llegar a ser obsesiva, es entonces cuando para y va a ejercitar
algún deporte que le saque de la posición. Pero siempre hay algo
que le lleva a ver sus ideas sobre las coincidencias en lo que este
haciendo o ejercitando.
Comenta
con amigos si estará perdiendo la cabeza, pero por otro lado elabora
unos planteamientos lógicos, incapaces de transformarse en insalud
mental, como le hacen ver sus allegados.
Busca
en Internet contenidos que clarifiquen sus ideas, y el bucle comienza
a iniciarse como por arte de magia.
Llega
al almacén y la estantería metálica comienza a caerse, Montones de
documentos se barajan en el suelo, mientras un ruido gigante, precede
a la atención de toda la oficina. Parálisis.
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