miércoles, 2 de noviembre de 2016

LA BONDAD EN LA CARA




Juan es una persona mayor con una característica, lleva la bondad en la cara, cosa difícil de ver en otras personas. Su pelo blanco sirve de referencia a su edad. Pero Juan es una persona buena, su tono no sufre altisonancias sino que es del mismo tipo desde que empieza hasta que termina. Es una persona de más oír que hablar, pero siempre, con la razón, de no tener que rebozarse en el barro, cuando el interlocutor se está pasando en la exposición de sus comentarios. No necesita que se explaye en sus comentarios pues entonces, se añade una cantidad de paja, que estropea la visión del grano.
Cuando sale a la calle, no pasa desapercibido, hay un gran numero de personas que le conocen por ser una referencia en el barrio. Juan olvida sus nombres pero no se molesta en preguntarlos de nuevo, de una manera natural, sin que se produzca una desintonía. Que la persona que accede a él, no se sienta olvidado, por ello poco importante. Lo soluciona de una manera fácil. Tanto como es él, de una sencillez que llega a un lugar mayor que el cerebro, llega al corazón de las personas. Pero también sabe poner límites, pues es muy fácil, desprenderse de un problema y que la otra persona te lo resuelva. Hace ver la voluntad y la responsabilidad de las decisiones de cada uno de nosotros.
Por el contrario en cada conversación, él logra un beneficio, por supuesto que no material pero si personal, que no le da vergüenza reconocer, y que le hace sentir tan dinámico y dispuesto a seguir ayudando a personas que lo necesitan.

Hace años que vive solo y con poco apaña su vida, por tanto vive bastante libre de ataduras creadas por todos los integrantes de la sociedad.

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