Siempre
los ojos tienen algo que decir, aunque su objetivo sea visualizar las
cosas.
Julia
tiene unos de esos ojos significativos por los que no pasa
desapercibida. Aunque es bajita unos tacones le muestran unos
centímetros más alta, de lo que realmente es. Sus caderas se
empiezan a llenar de un volumen extraño a su figura.
Pero
son unos profundos ojos negros que descubren su intensidad interior,
su mirada no es nerviosa, sino aguanta la posición adueñándose del
campo elegido.
Es
curioso porque en el pueblo de su madre, suele haber gatos en todas
las casa, y al hacer la visita de saludo, siempre hay unos instantes
para competir con los felinos, siendo el resultado el mismo, bajada
de vista y esconderse fuera del campo visual de la visitante. Ella lo
hace de manera inconsciente pero el hecho no ha pasado desapercibido
para ella y tras comentarios de sus amigos, quiere enriquecer esta
faceta suya.
Es
curioso porque hace duelos con la mirada de otras personas, sobre
todo del genero masculino, y normalmente logra que la mirada se
retire, dando una victoria, no siempre buscada. No tiene el grado
competitivo de los hombres, con su apuesta de rivalidad.
Muchas
veces se ha observado en un espejo para descubrir algo que ella misma
ignora, pero al final siempre retira la mirada, cosa que no ocurre
con los demás.
Como
no quiere tener un enfrentamiento continuo proyecta su visión hacía
el suelo, pero inevitablemente, la cabeza se eleva buscando la linea
del horizonte que es la misma, donde encuentra la de los demás.
Julia
suele ser una persona tímida pero sus debilidades las ve superadas
hasta el descubrimiento de su mirada. Es entonces cuando se
transforma en una persona segura y a la vez dominante, superación
del pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.