lunes, 12 de octubre de 2015

LA TECLA EQUIVOCADA



A veces hacemos cosas, como quien aprieta la tecla equivocada, no nos damos de las consecuencias que ello puede tener en nosotros o en los otros. Un gesto una palabra, se puede convertir en algo viral, y los virus si se asientan en un cuerpo débil pueden ser muy destructivos. Juan esta hablando con unos amigos, están amigablemente hablando, pero todo cambia cuan Juan se revuelve con uno de ellos y dice:
- Cállate, siempre estás con las mismas cosas.
Se produce un silencio general. Y por arte de magia, la concordia se transforma en una despedida. Se disuelve el grupo y un malestar general llega a cada uno de los miembros.
Juan se siente culpable, pero el daño ya esta realizado. Las disculpas ya siempre serán tarde ante el edificio dañado.
Ha tocado la tecla equivocada o la que correspondía a su estado de animo. El grupo de amigos se disolvió. No hubo intentos de recomponerlo. Había más cosas que les separaba que les unía.
Pero un profundo pesar ocupa los días de Juan, tenía argumentos para defender como lo había hecho, pero también veía unas consecuencias demasiado grandes a sus palabras. Una relación de amistad tiene que estar por encima de estas cosas, sino ocurre así es porque es frágil.
Estos pensamientos rondan la cabeza de Juan una y otra vez. Pero no logra salir del laberinto, donde se metió y no sabe salir, en un juego que no quería pero se llego hasta que confundido, termino el mismo. Su pesar ronda entorno al daño producido a Luis y por supuesto a si mismo. Toda acción tiene sus consecuencias pero también sus enseñanzas y es el nuevo objetivo que descubrir. Parece una tarea difícil, pero es más fácil cuando cambiamos la forma de ver las cosas que ocurrieron.

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