El
personaje tomó el control del autor. La masa de amasado se convierte
en la creación del alfarero. Siempre ha habido una dirección en la
creación intelectual. Pero Juan ha roto los clichés establecidos.
Comenzó a escribir cuando era joven como liberación. Esta linea
literaria no la abandono, a pesar de los cambios que tuvo en su vida.
Pero fue hace unos meses donde el personaje creado requería todo su
tiempo libre. Juan hacía su trabajo, las labores del hogar y el
resto se embutía en la escritura, tanto es así, que resto horas de
sueño.
Juan
se planteo dejar su trabajo para poder seguir escribiendo, su vida
austera y los pocos gastos que tenía. La decisión estaba tomada.
Dio quince días a la empresa para encontrar sustituto y se quito una
cadena para entrar en otra.
Las
páginas se iban acumulando y su personaje Elmo tenía nuevas
historias que contar, nuevos paisajes y nuevos ambientes.
Elmo
se convertía en un tirano que dictaba los tiempos de Juan, tecleaba
palabras como si de un dictado se tratase hasta llegar a sentir esa
nueva cadena. Su pecho notaba la opresión que dificultaba la
inhalación de aire.
Junto
toda la historia y remitió a las diferentes editoriales para su
posible publicación.
El
silencio fue la mayoría de respuestas, otros conducían a paginas de
auto edición. Pero Elmo reclamaba su protagonismo editorial.
Necesitaba mostrarse al público para ganar dominio, en un papel no
era nada pera en las cabeza de lectores se convertía en alguien
importante, este era el sentido de su afán.
Juan
luchaba por llegar a complacer los deseos de su creación y busco la
manera de hacerlo en otros países. Hasta que llego una respuesta
afirmativa, la producción sería digital, los tiempos habían
cambiado, los personajes no lo habían hecho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.