martes, 26 de diciembre de 2017

EL RABILLO DEL OJO




Juan piensa que muchas personas están en su mundo, pero es como si vieran, el actual a través del rabillo del ojo. Conectados pero con su vida interior activa. En el medio de transporte todo el mundo parece ir a lo suyo, sin embargo: no es así. En vagón de metro entra un músico dispuesto a interpretar una canción. Todo el mundo parece ignorarle, pero todo el mundo sabe de su entrada. Los ojos irán hacía él poco a poco, hasta mostrar la indiferencia por su presencia. No ha sido llamado y por tanto no es bien recibido. Otros pasan directamente de estación o parada.
Juan sabe que el mundo interior se llena de las relaciones sociales y parece que hay que evitarlas pues nos pueden contaminar. Por otro lado todos obramos de manera similar, somos calcos de modelos implantados en nuestras mentes. Al darse cuenta de ello, Juan decide romper el modelo a seguir, quiere utilizar su libertad de decisión. Piensa que existe un tiempo social, en el cual te tienes que llenar del mismo y un tiempo personal donde debes de hacer lo mismo.
Sabe que muchas veces es difícil conciliarnos, pero sino, nos quedaríamos algo cojos y nuestro caminar no será fácil. Cuando habla con amigos menciona está manera de pensar, pero no tiene mucha receptividad, pues es más sencillo seguir el camino de los demás que seguir uno racional. Parece como si los esfuerzos, cansaran y la comodidad es una de las prioridades que se está imponiendo en nuestra forma de vivir. Juan se siente un poco desplazado, pero no le importa, la decisión tomada. Es mejor ser consecuentes con la manera de pensar a la fácil que significa seguir el camino marcado por los otros. Tampoco crea un conflicto que pueda resultar erosionado o aislado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.