De animales, podemos aprender muchas cosas que pueden ser extrapoladas a
nuestro genero. Como la espera de una araña a que llegue su presa y
se enrede con la tela pringosa por ella elaborada. No tiene tiempo,
ni su aparato digestivo le producirá una sobrecarga de ansiedad o
tensión. Llegar el momento, en el cual, otro insecto caerá en sus
redes y se podrá alimentar. Nosotros dotados de un intelecto
superior conseguimos, en una situación análoga, Desesperarnos e
incluso, si ha trascurrido muchos días ir a otro lugar y comenzar la
nueva elaboración.
Ese
conocimiento que nos hace elaborar o racionalizar escenas, presentes
o futuras, puede llegar a ser nuestro enemigo. En esa creación
podemos desesperarnos, deprimirnos o actuar violentamente contra
todo, perdiendo nuestro control.
Nuestro
cerebro marca unas prioridades y estas. no se pueden saltar por ello
nuestro comportamiento se vera influido por ello.
Los
animales también tienen prioridades como la de supervivencia pero su
cerebro no desarrolla mas comportamientos como puede ocurrir en el
hombre. Estudiar como conocernos mejor va implícito a la observación
de la naturaleza, ella es la llave del comportamiento nuestro, en ese
aprendizaje, podemos aprender como superar sensaciones o sentimientos
que creemos no poder modificar y como consecuencia recurrimos a la
industria farmacéutica para solucionar ese aprendizaje. Una simple
hormiga, una brizna de hierba nos pueden enseñar mucho porque son
parte de nuestro entorno de nuestra conciencia universal.
Vivimos
una época de prisas, tenemos el síndrome de no perder el tiempo,
para cuando lo tenemos no sabemos como emplearlo. Mientras la araña,
agazapada en un rincón, espera la llegada de una presa para poderse
alimentar. No necesita saber la que ocurre en su país para esperar
su momento. Nosotros seguimos corriendo y nos sentimos superiores, a
la vez nos inoculamos veneno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.