Juan
inicia su trabajo en una empresa nueva, mucho por descubrir y muchas
cosas para acoplarse a unas nuevas directrices, hábitos y formas de
trabajo.
Esta
ilusionado pero a la vez expectante a como desarrollar su trabajo. Se
presenta a sus nuevos compañeros y le indican su ubicación, es en
un rincón interior sin luz natural. Coloca su abrigo detrás de la
silla. Se sienta y espera que alguien le informe de que y como va a
desarrollar su trabajo.
De
pronto sale un hombre alto con canas en sus sienes y se dirige a él.
Hola soy Luís el encargado de esta sección, me informaron que te
presentarías hoy. ¿Puedes pasar a mi despacho? Juan de pie, le
estrecha la mano y le sigue.
El
despacho es austero con algún motivo personal, en la mesa de
trabajo. Pero se dirigen a otra mas larga con diez sillas, elige una
lateral, mientras Luis tomá la presidencial. La conversación es
sobre su pasado laboral. Para empezar una exposición sobre la
empresa a la que acaba de llegar. Parece un disco que pone a cada
nueva incorporación y hasta el tono es monótono. Pide que
interrumpa cuando quiera hacer cualquier aclaración o pregunta. Juan
realiza varias para mostrar su interés en aprender más sobre su
nueva empresa.
Las
flores y los logros son lo que más se quiere remarcar. Aunque hay
algún comentario que muestra diferencias con la dirección que se
encuentra en otra provincia. Mientras enciende una presentación
donde se muestra el equipo humano y las instalaciones. Las personas
han cambiado y muchas no están, pero como es el material que tienen
pues lo usan.
Descuidadamente
Luis, pulsa una tecla equivocada y como si de un virus se tratara se
deshace la imagen. Ocurre lo mismo en las otras pantallas
informáticas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.