domingo, 19 de julio de 2015

LAS GAFAS



Nacho siempre fue el niño gafotas, desde sus primeros años. Nunca se supo si no quería ver o era una deformación ocular.
La época colegial le sirvió para ser reflejo de la violencia verbal, del rechazo al que no es como los demás, por ello es una buena razón para marcar las diferencias que te hacen ser mejor, la terrible competición que te marca la vida. Donde todos nos convertimos en rivales con un objetivo, ser mejor que el resto. Aunque esto sea solo con dos o tres personas o uno, siempre es bueno destacar sobre algo o alguien, esto nos da un cierto poder. En el caso de su amiga Mila, sufrió más porque encima, una mujer no puede ser fea, sino quedas excluido de la fauna social, se te arrincona y cae la maldición. Quedas excluida de los círculos amigables, porque en un grupo de amigos, una mujer fea, y las gafas afean en gran medida.
Nacho conoció a Mila en el papel de la exclusión y eso hizo que hicieran piña y formaban una pareja estable. Llego la época de las lentillas y dejaron de ponerse las gafas culo de botella, verde incluido. Al principio unos ojos ahuevados determinan que siguen estando fuera de sitio, pero poco a poco esto se fue remitiendo y ambos mostraban unos ojos marrón verduzcos. Como los colores de sus antiguas gafas. Se empezaron a sentir menos excluidos.


En el caso de Mila, llego a ser mas llamativo, olvido su forma de vestir antigua para pasar a mostrarse como la mujer que lleva dentro. Pero Nacho rechaza pasar a ser otra persona, se había identificado tanto tiempo con un personaje, él es eso. Gusta de ser un perdedor. Mila destroza sus ataduras y olvida el pasado excluyente, lucha por relegar las ataduras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.