martes, 28 de julio de 2015

ACUFENOS



Alguna vez, cuando suena la noche, los pitidos ocupan el espacio de sus oídos. Olga se llega a acostumbrar a ese sonido, pero la monotonía hace que dificulte su concentración y como consecuencia le viene un dolor de cabeza, esto que comenzó con alguna vez, se ha convertido en la normalidad de cada día. Se vuelve mas irritable pero no puede discutir porque el sonido se hace mas agudo y por ello mas insoportable.
Olga ha ido probando diferentes técnicas pero lo único que ha conseguido es que su nivel de frustración vaya creciendo. Sus acufenos que es como se denomina su enfermedad, tienen diferentes tratamientos dependiendo de las personas que lo padecen.
Un día prueba el último consejo que la han dicho. Coincidiendo con la hora de aparición, por la tarde, coloca un disco de música del mar y se coloca unos cascos. El sonido del mar puede llegar a ser monótono y a diferencia tiene una cadencia en la llegada de las olas a la orilla. Curiosamente colocarse unos cascos en sus oídos es una cosa que no seduce mucho, pero se puede probar.
La grabación tiene una hora y va introduciendo pasajes de música clásica, con efecto relajante.
En este tiempo sus ojos se entornan y sus brazos se balancean.

Olga se levanta y gira sobre si misma, gracias que los cascos son inhalambicos, sino estaría enrollada con el cable. Según va girando nota un desprendimiento de capas de su cuerpo, gira como los derviches turcos, consiguiendo estar en linea y no marearse. De pronto, para y se sienta en el sillón donde comienza a observar las capas que han caído de su cuerpo. Tras terminar la audición, se dirige a por la escoba y el recogedor para tirar el contenido a la basura. El mar sigue...

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