Alicia
viene por la calle con la cabeza baja, como no queriendo quitar
protagonismo del resto de su cuerpo, del que se siente muy orgullosa.
Su cara representa una melancolía, de la que no tiene ninguna
justificación, pero nosotros hacemos una representación nuestra,
modelada por comentarios de otras personas, que queriéndolo o sin
querer producen daño psicológico.
Alicia le ha ocurrido esto, tras una velada con unos amigos y conocidos, que tras la ingesta de varias, mezclas de alcohol, se fijaron en ella, lógicamente, porque era la más guapa. Por tanto inaccesible a ellos. Comenzaron a meterse con los defectos de su cara, que como en una comunión, se hicieron grupo y actuaron como una apisonadora.
Termino llorando, lamentándose de los defectos de su cara y asumiéndolos con una claridad que en sus dieciocho años no se había dado cuenta.
Así que esta mañana al salir de casa, bajo su melena hacía su cara con la función de telón, para oculta esos grandes defectos que presentaba la misma.
Alicia le ha ocurrido esto, tras una velada con unos amigos y conocidos, que tras la ingesta de varias, mezclas de alcohol, se fijaron en ella, lógicamente, porque era la más guapa. Por tanto inaccesible a ellos. Comenzaron a meterse con los defectos de su cara, que como en una comunión, se hicieron grupo y actuaron como una apisonadora.
Termino llorando, lamentándose de los defectos de su cara y asumiéndolos con una claridad que en sus dieciocho años no se había dado cuenta.
Así que esta mañana al salir de casa, bajo su melena hacía su cara con la función de telón, para oculta esos grandes defectos que presentaba la misma.
Parece
mentira como la opinión de una persona, puede, o no, hacer mella,
cuando está ha sido la de doce personas, todos ellos chicos,
entonces se vuelve una verdad, que desplaza a toda la edad vivida,
por haber sido una ilusión.
Hoy
les volverá a ver, pero no se siente con fuerzas de verles, piensa
que sería un masoquismo, pero sino se quedara aislada y, en el
fondo, es chica popular, acostumbrada al éxito, difícilmente puede
asumir la nueva realidad. Apenas ha comido, ha comenzado su rechazo
interior y cuando el monstruo avanza deja un montón de cosas
pisoteadas. Una de ellas es la autoestima. Toca un trabajo de
reconstrucción y de dejar a quien te esta pisando, o lo ha hecho por
la gracia de una borrachera con una gente nociva.
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