viernes, 16 de febrero de 2018

ESPACIOS DE RUPTURA




Todos buscamos alguna actividad que nos saque de lo que hacemos normalmente. Cada uno elige la forma, unos lo hacen mediante la lectura, escuchando música, dibujando, contemplando, viajando, haciendo ejercicio físico. Son mecanismos de salir del propio mundo para adentrarse en otro, parece como si tuviéramos que hacer un tiempo muerto, con el cual recuperar la salida del trance que nos ofrece la vida diaria.
Es la necesidad de aportar otras cosas, el problema surge cuando cualquier actividad extraña a nuestra vida se convierte en el centro de toda nuestra atención como una sustancia dopante, de la que necesitamos, si o si. Surgiendo el problema de mezclar dos mundos, desde luego contrapuestos.
El escape siempre suele ser bueno sin tener que pasar a ser un centro de atención.
Nuestra brújula interior, a veces, parece desviada y llega a producir un sensación de haber perdido el control. Cuando esto ocurre crea un desajuste interior del que es fácil, recurrir a sustancias adictivas como el alcohol, drogas, medicamentos o sectas, donde todo esta reglado y solo hay que hacer las directrices que se imparten. Un mundo feliz o si analizamos no ocurre de esa manera tan estructurada o dependiente.
Siguiendo con la senda de la ruptura parcial de la vida normal y habitual, está el ir cambiando las alternativas que se nos presenta para quitar una posible dependencia que crea desajustes en nuestra vida. Y que sean una piscina para un día caluroso, donde refrescar y no tener que pasar todo el día en ella.
Las alternativas siempre están para tomarlas pero no son el fin del camino, sino parte de él. Siempre teniendo en cuenta esta razón podemos distinguir las demás rupturas o esperas para que la vida siga teniendo todos los alicientes que tiene y, a veces, no queremos ver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.