Juan inventa una bicicleta que al
girar las ruedas genera una energía que se acumula en una batería, para poder
ser utilizada en las cuestas.
Con lo cual cada vez que la
bicicleta se mueva, ya sea accionada por los pedales, tradicionales, o el
simple movimiento va generando la electricidad necesaria para llenar el
condensador. Hasta ahora las baterías se llenaban con la ayuda de la conexión eléctrica
del hogar, pero ahora ha logrado la independencia de la misma.
Juan se siente orgulloso de su
invento, y lo primero es patentarlo. Su objetivo no es hacerse rico, sino dotar
a todas aquellas personas sin recursos que tienen que hacer grandes esfuerzos
para desplazarse de un lugar a otro. Incluso sueña en hacerlo extensible a triciclos,
para poder transportar mercancías o incluso otras personas.
Enseguida empieza a recibir
ofertas con muchos números, pero desvirtuaría su idea de independencia eléctrica.
Surge como poder ofrecerlo sin
que nadie tenga el monopolio sobre un bien para mejorar el transporte.
Otra ventaja es que desde que se
mueven las ruedas a penas hacen falta los pedales, lo que también facilitara el
acceso a personas con movilidad reducida.
Sin darse cuenta ha encontrado
una solución al transporte con coste
cero.
Comienza a tener reuniones con
diferentes personas, donde aparece el lucro personal, disfrazados de ayuda
social.
Su idea se ha realizado después de
la experiencia de otras personas, no es el artista es parte de una evolución.
Por ello es consciente de su aporte a la larga cadena autora, de una parte de
la historia. Por ello cree que su aporte a todas las personas que le
precedieron, no es necesario aumentar su ego, no le hace falta. Pero el
problema, surge, con los egos de los demás, subiendo a costa de otras personas,
pisándolas, alzándose.
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