Juan es uno de esos perdedores a
los que todo sale mal. Es una persona querida porque siempre está para ayudar a
alguien. Tal vez sea por eso, el que se rodea de problemas, de los demás, al
final terminan asentándose en uno mismo.
Juan era un hombre con alegría en
su cuerpo, su tono de voz era vigoroso y hablo en pasado porque ahora es como
si una nube negra se hubiera instalado dentro de él y le lleve a un lugar lúgubre.
Este paisaje ha dibujado su forma de vida actual, la sonrisa es difícil encontrarla
en su boca. Sus postulados siguen siendo positivos pero la vida le lleva a una
forma de vida que nunca ha querido e incluso combatía.
Juan siente como las cosas no son
como había proyectado hasta que ve a su amigo Alberto que conoce la cantidad de
cosas malas que le han pasado. Pasean por un parque y en un momento, Alberto,
le dice: le dice imagínate que has cogido una manta herrumbrosa de un
contenedor de basura y te la has puesto y no te la quitas. Qué crees que ocurrirá
en tu vida. Juan responde: pues desagradable llevar semejante ropa.
Pues eso es lo que ha ocurrido
contigo. Tú con tu interés en ayudar al resto de personas, has cogido esa manta
negra y te paseas, todo los días con ella. Lo que sufres es el desprecio de
todas las personas que se cruzan contigo, incluso cambian de acera si te ven
llegar, ese es el resumen de todo lo que esta sucediéndote. Ahora entiendes
porque tu sonrisa ha desaparecido de tu cara y tu tono de voz es débil.
Es momento de llegar a un
descampado y quemar tu atuendo para sentir la liberación,como se consume entre
las llamas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.