jueves, 18 de febrero de 2016

LAS CROQUETAS






Como cada día coge su mochila donde ha acomodado envases plásticos para alojar las croquetas que ha elaborado esa misma tarde. Un par de paquetes de servilletas y ya tiene todos los útiles para ponerse a vender en la calle, no improvisa un puesto, con cajas de cartón pues sería demasiado fácil para localizar por los policías que intentan erradicar la venta ambulante.
Juan ya se ha hecho un clásico en la zona y cuando aparece se forma una cola en espera de su plato preparado. Hace cinco variedades que suele agotar en poco tiempo. El precio un euro para no tener que estar con problemas de cambios. Utiliza buenos productos y un gran mimo por la innovación, las especias son muy variadas y utilizadas.
Como si de comida preparada, al estilo de la pizza, la gente busca una alimentación, donde no es necesario dejarse mucho dinero. No lleva bebidas porque sería más peso y en verano necesitaría refrigeración. Su mochila con los diez envases es suficiente para sacar el dinero que necesita diariamente.
Amigos como él, que están a la última pregunta le preguntan por la posibilidad de que hiciera más y ellos venderlos en otras zonas.
Solo les pide que le ayuden a comprar la materia prima y la elaboración. Ya entonces se empezara por la mañana. Trata de explicarles que no se hacen con prisa poniendo todos sus sentidos hasta que van a la freidora a última hora, luego empacar en las mochilas y desearles suerte.
Pero la experiencia no fue buena, apenas se vendieron una docena, entre sus tres amigos. Se sentaron y comenzaron analizar qué había pasado y Juan explica como ofrece las mismas, ellos lo hacían sin ningún énfasis. Les explica que el sentimiento que pone en elaboración es el mismo que la venta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.