sábado, 6 de febrero de 2016

EL MERCADILLO EN EL CENTRO COMERCIAL

El centro comercial se llena de gente, dependiendo de la hora, hay un tipo de personas diferentes. Pero curiosamente hay un tipo de público que va a pasear, como si de un parque se tratara, se anda mirando las diferentes tiendas y entrando en muchas a preguntar cualquier cosa, justificando su paseo por el mismo. Casi es necesario salir con las diferentes bolsas de los establecimientos diferentes que allí se concentran.
Hoy se ha puesto en los pasillos diferentes puestos, como si de un mercadillo se tratara, en las paradas se ofrecen artículos que ya no merecen la pena estar en primera línea, por tanto son sobrantes, se ofrecen a un precio reducido, con el atractivo de obtener cosas a un precio reducido, claro “como es tan barato” es la ocasión que todo el mundo espera para obtener más cosas que apenas se van a necesitar y se acumularan en cualquier sitio, hasta ser desechadas, como cualquier basura. Es la fiebre del consumo que nos hace comprar para poseer, contra mas tienes, mas libre eres, porque tienes la capacidad de tener.
Algunas personas se mueven como ebrias, pues van dando tumbos de un puesto a otro, con la una necesidad de sentirse ser una persona libre.

Curiosa nuestra conducta en los nuevos templos donde el nuevo dios a servir, es el dinero o en papel o en plástico, pero siempre con el señor por delante. Grupos de preadolescentes también hacen lo mismo aunque buscan su motivo en chucherías y refrescos azucarados, también deambulando, aunque sean en grupo como sus progenitores. Al fin y al cabo, son un reflejo de sus conductas, también se sientes libres, pero con menos poder adquisitivo. Solo roto cuando la visita es familiar, entonces reclaman lo que mas añoran, depende del día obtienen unas u otras.



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