Un día una marioneta encuentro
vida, mientras la manipula el hombre que la encuentra en la calle.
La marioneta se pone contenta porque
vence su anquilosamiento, su estabilidad.
En su cara esta dibujada una sonrisa. Tiene un vestido azul oscuro de
donde resaltan estrellas, sol y luna, en amarillo.
Como se puede encontrar contenta
un ser inanimado. Es una contradicción que toca superar.
Juan ha sido siempre una
marioneta, sin darse cuenta, se cambia a ese objeto, motivo de risas y de
mofas, en las fiestas infantiles. Y permanece quieto esperando que alguien le
de nueva vida, curioso que se prescinda de la propia vida para hacer la que
otros te dicen y hacen.
Pero Juan se quito la
responsabilidad de decidir. Y se dejo llevar al muñeco inerte. No quería
discutir con nadie, no quería conflictos en su vida. Siempre supo lo no
querido. Pero nunca experimentaba su vida, por ello su transmutación a este
ser.
El hombre toma cariño a este
muñeco y experimenta con él, para dar una actuación a sus sobrinos. El domingo será
el día grande.
Ensaya un cuento y quiere hacerlo
ante sus seis sobrinos. Juan se siente entusiasmado, por fin va a valer para
algo y para alguien.
Durante la semana las pruebas son
diarias, matiza la voz y el movimiento de las extremidades, así como el de la
boca.
El día fijado, es introducido en
una bolsa de plástico de una frutería con destino al gran teatro, la casa de
una de sus hermanas de su propietario actual.
Improvisan el escenario y se
ponen los chicos sobre la alfombra, esperando que sale detrás del mueble. La
marioneta hace su aparición y comienzan unos aplausos de nerviosismo, se les ha
preparado durante la semana para esto.
Juan esta radiante, es el actor
principal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.