Cuando tienes la creación en tu
cabeza y no la utilizas es como tener sed frente a un manantial. Juan es una
persona muy creativa, pero en ciertos momentos de su vida se deja llevar por el
tedio o sufre lo que se denomina el síndrome de la televisión, donde pasar
horas delante de la pantalla sin ser lo suficientemente critico para rechazar
una situación, una vez terminado el día, de frustración.
Su trabajo tampoco le llena, pero
es un trabajo seguro, donde a final de mes recibe su salario puntualmente. Que significa
el sueño de muchas personas y más en situaciones de crisis económica. Por ello
ni se le pasa por la cabeza crear todas esas cosas que por su mente fluyen,
fácilmente, sin necesidad de tener que esforzarse.
Sus manos son hábiles para la
creación de dibujos y cualquier proyecto lo desarrolla de una manera grafica
muy didáctica. Pero deja de hacerlo
porque nada le llena y crea una inestabilidad que le hace sentir mal. En los
últimos meses ha perdido bastantes kilos, lo que marca mucho sus facciones y
aparece la sensación de cansancio ante cualquier movimiento. Hace oídos sordos
ante los comentarios de sus compañeros, pero ha perdido el apetito y apenas
introduce alimentos a su boca.
Caminando del trabajo a su casa
un niño con una pelota, le pregunta si quiere jugar con él. Juan se sienta en
un banco, le dice que esta muy cansado. A lo que el niño le responde si le
gusta dibujar. Juan afirma con la cabeza. Va donde su madre y toma un bloc con
sus pinturas y se sienta a su lado. La siguiente pregunta es que sabes dibujar.
Juan, toma el papel y empieza a dibujar un castillo con un dragón. El niño
queda impresionado. Juan también.
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