La
historia de Martín se resume en un fracaso. Desde pequeño fue encadenando uno detrás
de otro, hasta convencerse que no vale para nada.
Juan
es su amigo, cansado de verle fracasar una y otra vez. Le aconseja emprender
una tarea sencilla. Comprar un mueble y montarlo él. Juan lo compara con montar
un puzle. Le explica lo importante que suba su autoestima.
Eligen
una gran tienda de muebles, donde los formatos son así, en teoría para abaratar
precios. Eligen una cómoda con muchos cajones. Resulta útil para el
experimento. Le ayuda a acomodarlo en el coche y a subirlo a su casa. Una vez
realizado esto. Se despide para que inicie la actividad.
No
ha pasado una hora cuando le llama por teléfono.
–Creo que falta una pieza.
-Compruébalo
de nuevo, haz grupos y comienza poco a poco. Es la respuesta de Juan que ya
esperaba la misma.
Martín
cuelga resignándose a enfrentarse consigo mismo, han sido tantos fracasos que
este es uno más. Pero sigue empeñado en su tarea. A las cinco horas llama de
nuevo para indicarle que lo ha conseguido. Juan llega con cierto miedo, pues ya
no le cree.
Los
cartones acumulados junto a la puerta y los plásticos, junto a ellos, le dan la
bienvenida, camina hacia la habitación y allí está el mueble recién montado,
con todas las piezas colocadas en su sitio.
-Me
has sorprendido, al tener tantos cajones pensé que era una prueba de paciencia
para ti.
-Yo
también, he estado varias veces por abandonar, pero he sido capaz. Dice Martín.
-Creo
que has dado el avance necesario para que tu vida sea de una manera diferente,
con este gesto acabas de romper todo tu sentimiento de fracaso que tenías tan
acomodado. Ahora tienes que seguir con objetivos pequeños para asentarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.