lunes, 25 de abril de 2016

JUAN SE OLVIDA DEL PLACER DE HACER LA COMIDA






Juan se olvida del placer de hacer la comida, recurre a platos preparados que no le detienen en su elaboración de su sustento diario.
Después de su jornada  laboral coge el metro para llegar a casa sobre las cuatro, no tiene muchas ganas de preparar nada y es esa rutina la que le lleva a consumir cualquier cosa en el menor tiempo posible.
Pero hoy ha decidido parar, hacer las cosas de otra manera, la vorágine que ha creado en su vida, sienta que le está perjudicando física y mentalmente. Por ello hay que cambiar y hoy, miércoles, es un buen día para llevarlo a cabo. Sabe que tardara mes de un cuarto de hora pero es importante cambiar, sentir que eres dueño de tu vida y que no es la rutina la conductora de la misma.
Abre la puerta del frigorífico y toma los ingredientes para elaborar una ensalada variada, en las indicaciones que se le han dado, le sugieren que tenga muchos colores y que utilice especias, en lugar de la sal.
El segundo plato no le llevara más de veinte minutos elaborarlo, así  deja de aliñar la ensalada y se pone con el segundo. Se da cuenta que está elaborando una comida para alguien importante, él. Y eso ya es mucho.
Le va gustando el tiempo como lo emplea frente a la cultura de la prisa, del correr.
Pone música para ambientar su comida y disfruta de cada bocado, mientras saborea un vino que tenía guardado, para no se sabe cuándo.
Ha roto la monotonía donde estaba sumergido, sin darse cuenta o simplemente ignorándola, para sentirse más cómodo. Es más fácil seguir haciendo siempre lo mismo. De esa manera siempre encontraremos las mismas cosas, a veces, hace falta una variación, donde te permita comparar tus pensamientos consagrados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.