viernes, 2 de marzo de 2018

PASEO POR EL BARRIO






Con la mirada perdida, Juan, da un paseo por el barrio que ocupa desde hace dos años. Aun tiene que descubrir sitios que no ha pasado. Para hacer un mapa global, de su entorno.
Como va cambiando, las tiendas que cierran, endeudadas y frustradas por tanta ilusión perdida. Buscando el local accesible a su economía, siempre pensando de ir de menos a mas. Como si la norma del capitalismo fuera en ese orden. Los pocos sitios de reunión se llevan a las reuniones de propietarios de perros que eligen hora y lugar para reunirse y comenzar sus conversaciones sobre las anécdotas de sus canes.
Los árboles casi molestan porque pueden caerse y hasta matar a alguna persona y se ven bajas entre los mismos.
Los bares de la zona se ven con muchas horas valle, en espera de algún despistado o del cliente pesado, buscador de refugio que no encuentra en su casa.
La linea de autobús pasa por el centro del barrio, aunque lo más utilizado es el metro que facilita el desplazamiento por la ciudad.
Juan va anotando en una libreta los cambios que va notando y las diferentes visiones según la estación meteorológica.
Los aparcamientos de coches invaden los espacios de arena, no ajardinados y las noches se llenan de vehículos ante la falta de aparcamientos de calle. Solo los días muy lluviosos son evitados para no ensuciar la tapicería o llenar de barro los zapatos brillantes.
Juan hace su pequeño inventario para ensamblar dentro de la antigua estructura de sitio de vida, representada por la palabra “barrio”. Las cosas han cambiado mucho, la comunicación ha disminuido, aumentando el recelo.
Las papeleras se llenan de bolsas negras de excrementos, recogidas en gran parte, salvo las salidas nocturnas con la escusa de: “no se ve”, excusa perfecta, parece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.