Juan
se siente siempre en posesión de la verdad. De ella hace una
cruzada, la seguridad que le dota tenerla en su poder, le hace
emprender empresas muy diferentes.
La
obtención de la misma siempre la saca de círculos muy concretos, lo
otros están en un error y por tanto en la mentira. Con ello consigue
alejarse de personas con diferente pensamiento, pierde la diversidad
de nuevas maneras de ver las cosas.
Al
cerrar su manera de entender, se siente más aislado y llega a pensar
que pertenece a otra clase de seres humanos, muy diferente de todo lo
que le rodea. Casi es el fundador de la atención al cliente, de las
diferentes empresas, por ser un usuario activo. Reclamaciones y
sugerencias es un asiduo consumidor, siempre dando el matiz que hace
diferente su pensamiento al de los demás. Pero a la vez va
sintiendo como un bicho raro, admitiendo este titulo, justificado por
la mediocridad del resto de la gente.
Juan
se siente el adalid de las nuevas generaciones, luchador contra
molinos de viento, pero no le importa el ideal, es el mismo que
motivaba a Don Quijote.
Al
beber siempre de las mismas fuentes, su pensamiento se estanca y
llega a oler mal, por muy acreditado que tenga todos sus argumentos.
No es capaz de reconocer que se ha equivocado, descubriendo
razonamientos inverosímiles que rayan en lo cómico, con resultado
de desprestigio personal.
A
Juan le da igual, utilizan trampas para dar la vuelta a su
sentimiento, pero este tiene una gran fuerza por abrazar la verdad
sobre todo.
Un
encuentro con un niño le da por pensar, presento la ingenuidad
contra la robustez de la roca, lucha desigual. Pero este niño
consigue lo nunca logrado por otra persona, una reflexión diferente.
Aquí surge un nuevo planteamiento.
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