jueves, 22 de marzo de 2018

COMPRA NOCTURNA




Juan olvida, el dicho relativo a: “cuando uno se esconde aparecen mil ojos”. Hace unos días realizo un atraco en un pequeño supermercado. No quería hacerse rico pero si obtener el dinero suficiente para poder afrontar el mes.
El comercio esta situado en un barrio residencial, allí no vive nadie todo el día, solo es lugar para después de trabajar e ir a dormir, las últimas horas son las de más venta, son las referentes a los olvidos.
Juan descubrió lo fácil de asaltarle y sobre todo a la hora de cerrar, cuando más recaudación puede tener.
Un coche robado y una pistola son sus únicos requisitos y echarle huevos, para no torcer las cosas. Previendo la poca recaudación coje una bolsa para meter las botellas de whisky y bebidas caras.
Solo a Juan se le puede ocurrir ir a hacer la compra a un lugar donde se atraca. Pero pensando sobre la recaudación, tomar un plus seria mejor.
Eran las diez menos cuarto aparca enfrente del comercio y deja el motor encendido. Observo que no había clientes y fue a realizar su trabajo.
Se coloco un pasamontañas y fue hacia la caja donde una chica miraba el ordenador. Pidió el dinero y genero un nerviosismo fingido, mientras descubre una cámara no localizada. La inutiliza, pide la cinta de grabación. La muchacha le da el disco de grabación, y abre la caja, no hay ni cien euros. Le pide las botellas de alcohol, el ordenador y dos cartones de tabaco. Con el peso en la bolsa y el consiguiente ruido sale a la calle, justo cuando pasa otro vehículo. Con testigos y numero de matricula es más fácil localizar. Es invierno no ahí mucha circulación. Una patrulla observa la bolsa llena y sospechan. Juan nervioso y balbuceante. Entrega la compra.

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