jueves, 31 de marzo de 2016

EL AGARROTAMIENTO MUSCULAR



Carmen se levanta, como todos los días a las ocho de la mañana, hoy tiene que resolver un trámite judicial, que le lleva rondando la cabeza durante siete meses, por fin ha llegado el día señalado.
Esta noche no ha podido dormir como siempre, ha dado más vueltas de las normales y su cabeza tiene ideas fijas, repetitivas. Esto la hace que estar con los nervios a flor de piel. Los tramites se van resolviendo según lo previsto pero necesita expresar su rabia contenida durante tanto tiempo y dice cosas que no debe decir, pero existe comprensión para su caso y no se le tienen en cuenta, pero si se le señala que puede darle problemas si vuelven a aparecer. Como puede se muerde la lengua, aunque su deseo sea otro muy diferente. El tiempo va pasando y con él, la acumulación de estrés.
Siente que ha sufrido una injusticia y debe recriminar al infractor. A pesar de todo no vuelve a pronunciar palabra. Por fin el procedimiento se ejecuta y cambia las palabras por miradas reprobatorias. Trata de concentrar su frustración por el movimiento fijo de sus ojos, mientras sus facciones se afilan buscando el angulo de las navajas o cuchillos.
La mañana tarda toda la noche en llegar, ha dado vueltas a lo que ha vivido, en todo el periodo, una y otra vez. Sus ojeras se dejan manifestar hinchadas y al levantarse de la cama tiene un agarrotamiento muscular, parecido a si hubiera disputado una prueba deportiva el día anterior. Un cansancio que le cubre todos los músculos conocidos de su cuerpo. Logra llegar a la ducha y recibir los chorros calientes que aligeren el acortamiento  recibido por tanto momento de tensión, multiplicado por su creación cerebral, que ha tenido vida propia con los mismos materiales recibidos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.