martes, 8 de marzo de 2016

EL LABERINTO




-No sé si te acuerdas de la otra noche, cuando estuvimos en el restaurante de Marcelo, cenando.
-Sí, que estuvimos con Margarita y Emilio.
Pues en la mesa de al lado estaban dos señores, que no nos quitaban ojo de lo que decíamos. Ellos estaban en la esquina.
-A tanto no me fijé.
-Pues, curiosamente me encontré con ellos esta mañana y se presentaron y se disculparon, por haber oído nuestra conversación y por querer enterarse de más detalles para llevar el proyecto, que dije, a cabo. Como comprenderás me quede de piedra, como habían dado conmigo y como me lo platean.
-Esto sí que es raro, han pasado cinco días desde entonces.
-Fíjate, yo si me fijé en ellos porque me parecía descarado el interés que mostraban por nuestra conversación. Y me ofrecen la colaboración en el desarrollo de la idea que planteaba. Nosotros que lo descartábamos como irrealizable. ¿Como han dado conmigo?, ¿como me ofrecen la posibilidad de llevarlo a realidad? Me da un poco de susto, porque creo que me han seguido y eso no me gusta nada. No conozco de nada y tratan de aprovechar lo que os plantee. En esta idea he estado un año pensándola, aunque no os dijera nada.
-Pero te han dicho algo más, te han dado una tarjeta o algo para ponerse en contacto contigo.
-Sí, me han dado esta tarjeta con su correo electrónico y su teléfono móvil. Lo primero que he hecho es buscar esta empresa en Internet y…  No viene nada sobre ella. No tienen página web, ni una sola referencia. Con lo cual todo me parece demasiado misterioso.
-¿qué piensas hacer?
-De momento romper la tarjeta y mi proyecto puede esperar, pero no me voy a meter en un laberinto donde no se si voy a salir.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.