jueves, 3 de marzo de 2016

LA INTERMITENCIA DE EMILIO






Emilio aunque aparece de forma intermitente, es su centro de reunión, el viejo bar que Juan, su dueño, no se molesta en reformar. Es de los que piensa que si una cosa va bien porque la va a cambiar. Lleva cuarenta años con la misma decoración. Solo ha sustituido el menaje y la cafetera. Los lavabos siguen siendo los mismos. Las mesas de formica aguantan a pesar de los desconchones. Las sillas a juego, tienen más de una reparación.
Emilio sabe que allí se reúnen los amigos los sábados y los domingos por la mañana. Pueden pasar meses sin ir pero sabe que allí estarán. Pero hoy es un día diferente no encuentra a ninguno. Pregunta a Juan:
-     - No han venido por aquí, estosss.
-    -  Creo que hoy iban de comida al campo y se despidieron hasta la otra semana.
-     - Vaya.
-    -  ¿Quieres tomar algo?
-    -  Si hombre ponme una cañita.
-     - Al José le han operado.
-    -  ¿De qué?
-    -  Hemorroides, decía que no aguantaba más.
-  -    Ese siempre ha sido un tonto del culo, incide Emilio.
-   -   Si pero se le veía preocupado últimamente.
-   -   La verdad es que nunca le he tragado.
-  -    El Manu ha encontrado trabajo en unos grandes almacenes.
-     - Vaya suerte, que tiene.
-   -   En realidad lo ha pasado muy mal. También.
-   -   Nines se ha quedado embarazada. Juan va informando mientras va secando los vasos que -saco del fregadero, de lavavajillas ni hablamos.
-    -  Y tu hace mucho que no venias.
-  -    Sigo currando en lo mismo y tengo pocas novedades.
 En la parte de abajo, tiene un salón que ocupan para todas las celebraciones y reuniones, pocos clientes siguen siendo tan fieles y por ello tienen carta blanca en el bar, que se ve recompensado por las propinas dejadas.




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