La
discusión de Juan y María fue disminuyendo hasta encontrarse en un punto fijo
de reflexión, donde ambos buscan encontrarse a si mismo y a la vez encontrar su
relación de pareja. Como bien decía María es muy fácil encontrar las
diferencias y por tanto lo que nos aleja a unos de otros, sin darse cuenta que
cuesta lo mismo encontrar lo que te acerca. Esa voluntad de separar que lo único
que consigue es aislar, solamente con un objetivo: ser diferente. Curiosamente
buscar algo que es obvio pero que no lleva a ningún sitio, solo a esa esfera
cerrada que en algún caso, puede ser comparada a una celda de aislamiento.
Contrariamente a lo que somos los humanos, seres sociales.
Juan
reafirmaba lo que su compañera dice, pero lo justifica como una inercia,
manifestada espontáneamente, sin meditar.
María
le dice que es precisamente el trabajo que toca hacer para no verse envueltos
en la corriente del rio, solución más sencilla y cómoda. Pero con un resultado
más incierto. Va siendo hora de que tomemos decisiones en nuestra vida para no
tener que alejarnos, el uno del otro. Yo al menos así lo veo.
Estoy
de acuerdo, aunque sé que será una tarea difícil.
Juan
cuando expresamos la dificultad, ponemos piedras sobre nuestro propio camino,
no es necesario aportar elementos que nos puedan hacer caer y por tanto sufrir
unas heridas. Las cosas son tan fáciles o tan difíciles como nosotros queramos,
es únicamente cuestión de voluntad. Si yo quiero pensar en el color verde me va
a costar el mismo esfuerzo que si lo que quiero es en el color azul, por ello
veo que solo es cuestión de voluntad, no del dejarse llevar, pues el resultado
es totalmente diferente, aunque estemos hablando únicamente de colores.
Entiendes.
Pues
adelante
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.