Según
se aproximaba el día, la inquietud iba acrecentando en Juan. La
decisión había sido tomada hacía seis meses pero ya yo solo
quedaba uno. El cambio de vida es total, solo sabe que quiere ir a
vivir a esa ciudad. Pero desconoce casi todo sobre ella. Mil dudas
aparecen en su cabeza y solo la decisión tomada es la que frena las
anteriores. Ha alquilado un piso sin verlo, solo las fotos que el
portal de Internet mostraba. El precio es asequible a sus
posibilidades económicas, pero desconoce como es el barrio donde ira
a vivir. Tanta duda le llevo a ir a visitarlo, el siguiente fin de
semana. Quedo con el propietario para poder verlo, así como para
poder averiguar algo sobre donde estaba localizado.
Un
Juan lleno de temores tomo el autobús de linea, en cinco horas llego
a su destino, poco equipaje y ojos muy abiertos era todo. Unas nubes
que presagiaban lluvia fue la cortina de bienvenida. Colgó su
mochila y llamo para anunciar su llegada. Un nuevo autobús con la
parada de la manzanera, le dejó en el barrio. Nada más salir la
lluvia hizo su aparición. Corrió hacía el portal y llamo en el
telefonillo que ponía primero izquierda. Un tejadillo le proporciono
abrigo. Pronto la puerta se abrió. Subió las escaleras de un
edificio destartalado de más de cincuenta años. Un hombre con una
ligera sonrisa le abrió la puerta, se presentó como Matias. Fue
mostrando el piso rápido. Tenía dos habitaciones pequeñas y un
pequeño salón, la cocina con los muebles básicos y un pequeño
pasillo terminado en un baño interior. Bañera desconchada y
sanitarios de igual manera. La luz lúgubre daba una acogida penosa .
Matias saco los papeles para la firma del contrato, Juan aplazo para
el día siguiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
gracias por participar en este blog.