martes, 14 de agosto de 2018

LIMPIEZA DE HABITACIÓN




Juan siempre ha pensado que cuando limpia su habitación lo hace en su conciencia, también. Por ello dedica un tiempo en hacerlo. Pero Juan no encuentra ese beneficio porque al poco tiempo vuelve a estar sucia.
Lo curioso es que no es lo que ha limpiado, sino lo que va introduciendo en su habitación. De alguna manera representa una frustración en él.
Un día comentando con su amiga María, explica ese afán liberatorio que tiene cuando realiza la limpieza. María confeso que le ocurría algo por el estilo. Pero tampoco reflexionaba sobre ello. Juan le explica su sentimiento de no haber realizado nada pues el poco tiempo volvía a estar como antes. María bajo la cabeza y respondió que a ella le llevaba más días en volver a tener la obligación de volver a limpiar.
Según iba hablando ella dio con el problema, no había cambiado los hábitos, seguía sin modificar conductas. Fijaté es como si vas barriendo y a la vez vas comiendo pipas de girasol y tiras las cascaras a tu espalda. Llegara un momento que terminaras de barrer, recoges los restos con el recogedor pero a la vuelta te das cuenta que estaba como antes. Juan parece como si boicotearas la acción que estabas desempeñando. Ese sentimiento solo lleva al hartazgo. Tal vez lo importante es no solo limpiar sino modificar aquellas conductas que te hacen sentir sucio.
Juan bajo la cabeza y descubrió unas migas entre sus pies. Ya se que nadie es perfecto pero porque actuó de esa manera. María le miro a los ojos y dijo: tal vez sea algo de tu pasado sin resolver que se presenta una y otra vez ante ti, como si fuera una asignatura que no tienes aprobada y esencial para pasar al nuevo curso o terminar tus estudios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.