viernes, 24 de agosto de 2018

EL ARQUITECTO DE SOMBRAS



Juan piensa que un constructor de sombras siempre necesita una luz, sino es imposible que se proyecte nada.
Las sombras siempre crean inquietudes, sirven de escondites para quien no quiere ser descubierto. Perro en la mayoría de la gente no suelen gustar excepto en los meses tórridos o cuando el sol da excesiva temperatura.
El foco puede ser el sol o cuando ha llegado a su ocaso la proyección de un foco de luz artificial. Un arquitecto siempre debe mirar a la bóveda celeste para saber las diferentes posiciones solares para la creación de las mismas, por ello debe hacer cuatro parajes que coincidan con las estaciones del año. Siempre teniendo la referencia solar busca la posición con faros instalados a diferentes alturas que simulen la luz solar, para los días nubosos y que reflejados sobre diferentes esculturas proyecten la sombra buscada, claro la imagen solo durara unos quince minutos para pasar a la siguiente así hasta que el sol se oculta en el oeste.
Juan diseño este parque para crear unas formas concretas que tenían su éxtasis el los solsticios de verano e invierno. Como un parque temático concibió
este lugar.
Los focos se adaptaban al movimiento del sol por lo tanto eran fieles a su proyección. El juego de luces y sombras le llevo mucho tiempo el diseño.
En la puerta pondría una frase que dijera: “Para que existan las sombras es necesario la luz”. En su afán de quitar el miedo que puede generar las mismas. Creando unas formas curiosas en las esculturas que no se podrían creer mirando las mismas.
Presento el proyecto a una empresa inversionista pero dejo espacios para incorporación de nuevas figuras.
Cuido tanto los detalles que cualquier hora del día que se podían observar las sombras, y cualquier día, era posible verlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

gracias por participar en este blog.