Juan esta hablando con su amigo
Antonio. Le comenta que solo existen, curiosamente dos espacios, uno el futuro
y otro el pasado.
-
Te olvidas del presente. Comenta Antonio.
-
El presente es parte del pasado o del futuro. Responde
Juan.
-
Entonces limitas nuestra existencia, porque no
sabemos donde estamos.
-
Puede ser, pero si te das cuenta el presente es efímero,
pues pasa de una categoría a otra.
-
Será efímero, pero existe, es lo que hacemos y
tenemos. Anuncia con rotundidad Antonio.
-
Donde quiero llegar es: todo es una ilusión pues
pasa a dos planos no materiales. Sin embargo toda nuestra conciencia se rige
por la materia. por ella matamos, amamos, construimos y destruimos. Destaca
Juan.
-
Pero en nuestro presente estan esos valores
materiales.
-
Damos tanta importancia a ese estado, dándonos
como resultado el vació.
- Yo creo, que no se trata de aislar cada especto,
para buscar la supremacía de uno de ellos. Mientras Antonio baja su mirada, en
actitud reflexiva. Gracias a la materia podemos comer, desplazarnos y vivir en
una casa.
- No he querido desplazar, una realidad por otra.
Simplemente el mirar la realidad desde un punto de vista diferente. Cualquier
situación por traumática que haya sido se puede cambiar, en nuestro pasado. En
el caso del futuro la creación es libre, podemos imaginarla como queramos. Los
ojos de Juan están fijos en los de su amigo e interlocutor. Sin darnos cuenta
estos fijan nuestro carácter y por tanto la relación mantenida con el mundo.
-
En eso estoy de acuerdo, nuestra preocupación
por el pasado y la incertidumbre del futuro. Basamos nuestra existencia en
cosas inamovibles o en simples conjeturas. Modificadoras de las cosas en
nuestro presente. Aunque tú lo hayas eliminado de un plumazo.
-
No simplemente razonado.
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