jueves, 6 de abril de 2017

MAÑANA DE ENCUENTROS






-Buenos días, Ana, hacía mucho tiempo que no te veía.
-Buen día, Marta, es verdad que hace mucho no coincidíamos.
-Te noto cansada.
-Es verdad, llevo una temporada que no levanto cabeza.
-Y eso, que te ocurre.
-Hace un mes tuve un esguince de muñeca, y recuperarme sufrí, otro de tobillo. He tenido problemas intestinales…
-Pues casi como yo, no he salido de la regulación temporal de empleo cuando hospitalizan a mi suegra, al perro le diagnostican un tumor. Sigue hablando sin parar Ana.
-La verdad es que parecen que estuviéramos pasando pruebas. Responde Marta.
Ana sigue hablando como un torrente, a pesar que Marta era la que aparecía cansada. Su cabeza busca una disculpa para dejarla y no seguir recibiendo tanta información negativa. Por fin encuentra una, tiene que  ir al banco a firmar unos papeles. Ana se encuentra un poco decepcionada porque tiene que parar su monologo. Pero se despide.
-Bueno desearte una buena recuperación. Ha ver si nos vemos pronto y charlamos.
-Igualmente Marta, te deseo lo mismo, a la segunda parte no contesta.
Tras despedirse, nota una liberación. No había dejado expresarse como estaba, cuando un torrente de problemas la ha expresado en muy poco tiempo.
Al salir del banco, se encuentra con otra amiga.
-Buen día Marta, hacía mucho que no nos veíamos.
-Hola Sara, he estado con problemas físicos y apenas he salido a la calle
-¿Qué te ha ocurrido?, Marta detalla lo que la ha ocurrido y contesta.
-¿Cómo se encuentra tu madre? Alo que sigue una detallada historía de lo acontecido en los últimos cinco años. Marta cree estar en la misma historia anterior por lo que busca la excusa para salir.
Pero llegando a casa se encuentra con su vecina, comenzando a contar historias de la comunidad.
-Perdona estoy muy cansada

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