El largo error, comenzó hace
cuatro años, durante este tiempo nadie se dio cuenta del mismo. Con lo cual se
convirtió en algo normal del sistema. Solo Juan siente un profundo pesar de su
acto. Podría haber subsanado sin ningún problema, pero Juan pensaba que seria
cuestionado.
Parece como si el tiempo todo lo
sepultara. Pero en la cabeza de Juan viene una y otra vez, pues siente que una
vez descubierto la empresa se desmoronara como un castillo de naipes, pues todo
lo posterior tiene una base de palillos y tarde o temprano se desmoronara, por
no tener fuerza para el peso puesto encima.
Juan recibe una oferta de trabajo
para otro sitio, cosa que no duda, pues se libera de un sentimiento de culpa
que arrastra durante mil tres cientos días.
Toma posesión de su nuevo empleo,
pero el sentimiento de culpa sigue llegando una y otra vez a su cabeza, por los
compañeros que ha dejado, una vez descubierto el mismo la empresa perderá
credibilidad y su futuro será muy corto.
Juan se acuerda que un día coloco
una piedra en los raíles de la vía del tren. Estuvo con la idea de un
descarrilamiento desde que abandono la curva donde se perdía la imagen, pero no
era capaz de volver y quitarla. La misma situación estaba viviendo con su
error, no subsanado. Igual que de niño salió y no reparo. De adulto vive el
mismo sentimiento, aunque tenga más recursos.
Corta la relación con sus
compañeros, para intentar poner distancia, pues una vez localizado, se sabrá
quien lo origino. No soporta ese sentimiento de culpabilidad, pues le hace
vivir una angustia, comparable a, un bulto alojado en el pecho, impidiéndote respirar normalmente, creando una situación de
desasosiego, mantenida en el tiempo, durante todo estos días pasados.
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