Una
pintada en una pared de un edificio pone “llena tu sonrisa de
ilusión”. Las letras estaban compuestas de diferentes colores, por
lo que llama la atención.
El
mensaje está ahí, puedes pasar como un coche por él o también te
queda esa pequeña reflexión para hacer un día diferente a tu vida.
Por
normalidad vemos más cosas de las que creemos y se incorporan a
nuestra mente sin darnos cuenta. Cualquier nimiedad entra en ese
archivo que llamamos mente. Algunos mensajes son como semillas que en
un momento germinan y se desarrollan creando nuevas realidades, sin
ser conscientes de esa creación.
Recuerdo
que en un parque se pintaron una letra mayúscula en el tronco de
árboles alternativos para componer una palabra en su conjunto, se
pasa de las letras aisladas para según pasas, descubres una palabra
“SONRIE” una vez compuesta la misma, las siguientes veces una
pequeña sonrisa aflora en tu boca, sin saber porqué. Pero el
objetivo del autor a cumplido su objetivo.
En
el primer caso no solo pide que se haga una sonrisa que puede ser muy
social, sino que se implique una emoción, un sentimiento. Aquí es
cuando ya se cambia, no es un pose para ser aceptado en sociedad.
Implica poner algo más profundo ese brillo en los ojos que
diferencia de una mirada opaca, traslucida de una llena de vitalidad,
con ganas de vivir. Aquí la cosa cambia y diferente a una realidad,
monocromática “gris”.
También
sucede en caso contrario cuando los mensajes son negativos tienen su
efecto. Pero prefiero que se llenen de sonrisas, de ilusiones, que su
fruto es más delicioso y con unos resultados más esperanzadores.
Sintonia con poder cambiar nuestra forma de ver y sentir las cosas.
Donde ser los verdaderos autores de nuestra vida, sin importar
nuestro alrededor.
Realmente precioso. Una maravilla de lectura!
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